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El agujero negro que desafía el conocimiento de los astrónomos

Este tipo de agujero negro sería el ‘eslabón perdido’ del que los astrónomos hablaban, pero que no esperaban encontrar.

Este agujero negro no encaja en las predicciones de los astrofísicos. Foto: Getty.
Este agujero negro no encaja en las predicciones de los astrofísicos. Foto: Getty.

Los astrónomos saben que un agujero negro nace, la mayoría de las veces, del colapso gravitatorio de una estrella masiva (con un peso mayor a 10 soles) que se quedó sin energía para seguir ‘viviendo’. También que el núcleo de esta estrella moribunda no debe ser excesivamente pesado, de lo contrario, sufriría una explosión que la aniquilaría totalmente. Eso era lo que se creía, hasta ahora.

Los detectores de ondas gravitacionales LIGO y Virgo han recibido la señal de un agujero negro que se formó con una masa de 100 soles, una cifra impensada según los astrofísicos que captaron unas serie de ráfagas provenientes de esta misteriosa región, y que contradecían la conclusión a la que llegaron tres físicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén en 1967.

Recreación de un agujero negro. Imagen: Thinkstock.

Recreación de un agujero negro. Imagen: Thinkstock.

Debido a que los núcleos con una masa entre 65 y 130 veces la del Sol harían que la estrella agonizante, en vez de colapsar en un agujero negro, quede totalmente destruida en una explosión de supernova, y a que los núcleos con masas de entre 50 y 65 soles pierden materia en una serie de explosiones; se estableció una regla: no se pueden formar agujeros negros en el rango de 50 a 130 masas solares.

“La predicción es que no hay agujeros negros, ni siquiera unos pocos” en este rango de masa, escribió a la revista Quanta el astrofísico Stan Woosley, de la Universidad de California.

Un agujero negro es una región en el espacio cuya atracción gravitatoria es tan fuerte que cualquier cosa que entre en ella, incluso la luz, es incapaz de escapar; es por eso que son tan oscuros.

Descifrando lo imposible

Los astrofísicos sospechan que la señal detectada podría ser resultado de la colisión de pequeños agujeros negros, que resultó en uno enorme. Pero ahí no acabaría todo: este gigante se debió fusionar con otro agujero negro para que la existencia de este misterioso gran agujero negro tenga una explicación razonable.

Cabe precisar que pueden existir agujeros negros con masas por encima del tope mencionado, debido a que la implosión de núcleos estelares tan pesados no se puede detener y continúan colapsando y, por ende, formando agujeros negros.

Sin embargo, para que una estrella termine con un núcleo mayor a 130 masas solares, esta debe haber nacido con una masa de al menos 300 soles, algo muy raro para un ‘bebé' cósmico.

Asimismo, si los agujeros negros exceden con creces esta cantidad de masa, son catalogados como supermasivos, y suelen encontrarse en los centros de las galaxias.

De confirmarse la presencia inalterada de este agujero negro (sin fusiones), los astrónomos podrían estar ante lo que denominan 'el eslabón perdido’, es decir, un agujero negro de masa intermedia (IBH), que está en el punto medio entre los estelares y los supermasivos.