Las protestas en el país centro americano ha dejado decenas de muertos y 15 desaparecidos, ¿qué papel jugó Rosario Murillo ante ello?,Además de ser la primera dama, asume el papel de vicepresidenta de la República desde el 2017. Rosario “Chayo” Murillo lleva conoció a Daniel Ortega desde fines de los 70 y están casados desde el 2005. En el país centroamericano la consideran como la el “verdadero rostro y voz del ejecutivo”. PUEDES VER Nicaragua: Rubén Blades lanza fuerte crítica al presidente Daniel Ortega En la mayoría de apariciones públicas de Daniel Ortega siempre está presente Rosario Murillo. Ante la crisis por las reformas de seguridad social, “Chayo” compareció públicamente, demostrando que es más que la “asesora” del cuestionado presidente. Murillo acompaña a Ortega desde que este se autoexilió en Costa Rica por su participación en el movimiento sandinista. En su vuelta como líder del “Gobierno de reconstrucción nacional” Daniel Ortega recorrió el país en busca de apoyo a la revolución nicaragüense, siempre al lado de Rosario Murillo. "Rosario es muy inteligente, es una mujer con mucha formación, con dominio de varios idiomas. Eso favorecía muchísimo el acompañamiento que hacía de Daniel (Ortega) en muchas delegaciones internacionales", contó en una entrevista, Mónica Baltodano, excomandante guerrillera y diputada de Nicaragua. Rosario Murrillo fue la primera dama y vicepresidenta de Nicaragua Pero su deseo de poder y reconocimiento siempre estuvo en sus genes, pues Rosario Murillo es hija de Zoilamérica Zambrana Sandino, sobrina nieta de Augusto Sandino, el héroe nacional de Nicaragua, quien fundó el movimiento revolucionario sandinista. En 1973, tras la muerte de su primer hijo producto de un terremoto, Rosario Murillo empezó a tener un acercamiento con la poesía, incluso llegó a ser considerada una de las principales representantes femeninas de las letras nicaragüenses. En los años siguientes trabajó en puestos ligados a la cultura. Llegó a ser directora del Instituto de Cultura entre 1988 y 1990. Murillo utilizó su influencia para que la cultura tuviera un espacio trascendental en el plan de gobierno de Ortega. Durante la campaña de 1990, donde Ortega buscaba la reelección, varios de sus asesores le recomendaron que su esposa no tenga tanta aparición pública debido a su comportamiento extravagante; sin embargo, esas recomendaciones no fueron escuchadas y terminó perdiendo. En 1998 Zoilamérica Narváez, hija de Rosario Murillo de otra relación anterior a Daniel Ortega, acusó a su padrastro de haberla violado reiteradas veces. El escándalo pudo ser el fin de la carrera política de Ortega, pero Murillo hizo unas declaraciones inesperadas: "Les digo con toda franqueza, me ha avergonzado terriblemente que a una persona con un currículo intachable se le pretendiera destruir; y (que) fuese mi propia hija la que por esa obsesión y ese enamoramiento enfermizo con el poder quisiera destruirla cuando no vio satisfecha su ambición", dijo la “Chayo”. El juicio continuó, pero no llegó a mayores porque Ortega gozaba de inmunidad como expresidente. A partir del 2006, cuando Daniel Ortega volvió al poder, Rosario Murillo empezó a tener mayor participación política, ya no solo en lo cultural. "En la presidencia, la Rosario es 50% y Daniel, 50%", aseguró el propio Ortega en una conferencia pública. Rosario Murillo sorprendía con informes extremos que iban desde relacionados al clima, como llamados de atención a funcionarios públicos. Debido a todas estas participaciones llegaron a compararla con Elena Ceaușescu, la esposa del exlíder rumano Nicolae Ceaușescu, cuando este país era comunista. Otra comparación más reciente fue con Claire Underwwod, la esposa de Frank Underwood en la serie “House of cards”. Personas cercanas al gobierno aseguran que todas las decisiones importantes que se toman tienen que tener la aprobación de Rosario Murillo, razón por la que es considerada el rostro y la voz del gobierno de Daniel Ortega.