El actor británico Colin Firth, en su segunda nominación a estos premios, consiguió levantar el Globo de Oro al mejor actor de drama por The King's Speech. Sus rivales eran Ryan Gosling (Blue Valentine), Jesse Eisenberg (The Social Network), Mark Wahlberg (The Fighter) y James Franco (127 Hours). Durante su agradecimiento quiso compartir el galardón con el resto del reparto, especialmente con la espléndida Helena Bonham-Carter y Geoffrey Rush, anteriormente fue nominado por A Single Man (con información de Europa Press).