Magneto y su reencuentro con Lima: un viaje musical directo a los años 90 [CRÓNICA]
El grupo mexicano Magneto regresó al Perú con un espectáculo cargado de nostalgia, emociones y sorpresas, en un reencuentro vibrante que sacudió los corazones de toda una generación en el Parque de la Exposición.
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El concierto de Magneto convirtió el anfiteatro del Parque de la Exposición en una verdadera cápsula del tiempo. Miles de fanáticos —muchos ya adultos, con vidas y familias formadas— volvieron a sentirse adolescentes durante un par de horas. El triunfal regreso del grupo mexicano al Perú convirtió la noche en un viaje directo a los años 90.
Inicia el viaje musical
Ni el viento limeño fue rival para el calor que Magneto supo encender en el corazón de su público. Vestidos con trajes de sastre rosa pastel, los cinco integrantes aparecieron en escena bajo una ovación ensordecedora. La fiesta comenzó con ‘Suena tremendo’, y fue justo eso: una explosión de energía. Desde el primer acorde, la banda dejó claro que venían a darlo todo y más.
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‘Qué sensación’ y ‘Mira, mira, mira’ avivaron aún más los ánimos, y apenas terminaron, Alex tomó la palabra con una emoción que se percibía incluso más allá del micrófono.

Bajo una explosión de energía, el grupo interpretó éxitos como 'Suena tremendo' y 'Tu mejor amigo', generando un ambiente de nostalgia y alegría entre los asistentes. Créditos: Carlos Félix / URPI-LR
“Verlas a todas y todos aquí, qué felicidad. No saben la noche que nos están empezando a hacer pasar. Los queremos muchísimo. Siempre hemos dicho que Perú para Magneto es todo, es nuestra segunda casa. Así nos hemos sentido hoy”, dijo con voz temblorosa. Luego, Mauri interrumpió con una broma que arrancó carcajadas: “Creo que ya me van a dar mi DNI”, en alusión a su paso por el programa “Yo Soy”, donde forjó un vínculo aún más fuerte con el país.
Recuerdos del primer amor
El show continuó con ‘Tu mejor amigo’ y ‘La puerta del colegio’, desatando una oleada de nostalgia en los asistentes. Las primeras notas bastaron para que decenas de voces se alzaran como en un ritual compartido: el recuerdo del primer amor, las tardes con el walkman y las paredes empapeladas con pósters.
Alan se lució con ‘Mi amada’, y luego siguieron ‘Soy un soñador’, ‘Sugar, sugar’ y ‘Ahí estás tú’, una de sus más recientes producciones que mezcla la esencia romántica del grupo con un aire moderno que busca conectar con nuevas generaciones sin traicionar sus raíces.

Momentos conmovedores, como el abrazo con una fan y la colaboración con la cantante peruana Amy Gutiérrez, hicieron de este show una experiencia inolvidable para los asistentes. Créditos: Carlos Félix / URPI-LR
Pero la noche reservaba momentos aún más íntimos. ‘Siglo XX’ y ‘Déjame estar a tu lado’ volvieron al repertorio después de años, como un regalo exclusivo para el público peruano. “Estas canciones, Perú, son de ustedes”, dijo Alex visiblemente emocionado.
Un reencuentro inesperado
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando Alan invitó a una fan al escenario tras leer su cartel: llevaba 34 años esperando un abrazo suyo. Y lo tuvo. En un gesto genuino y cálido, se fundieron en un abrazo que fue ovacionado por todos. Acto seguido, saludaron a las madres presentes, muchas de las cuales habían pasado buena parte de su vida esperando verlos nuevamente en vivo.
El concierto dio un giro inesperado cuando Mauri presentó a la cantante peruana Amy Gutiérrez. Juntos interpretaron ‘Las palabras’, ‘Cambiando el destino’ y un cover de ‘Colgando en tus manos’. Fue un cruce generacional perfecto: la nueva voz del Perú junto a una leyenda del pop y rock latino.
La cima emocional llegó con ‘Para siempre’. Miles de celulares iluminaron el anfiteatro como un cielo estrellado. Alan, sin poder contener las lágrimas, se dejó abrazar por los aplausos y el amor palpable en el aire.
El viaje por la memoria continuó con ‘Malherido’, ‘A corazón abierto’ y ‘Con todos menos conmigo’, hasta llegar al momento más esperado: ‘Cuarenta grados’. La coreografía, los movimientos, los gritos… Todo fue como en los viejos tiempos, pero con una intensidad que solo los años y la espera pueden justificar.
El cierre no pudo ser otro que ‘Vuela, vuela’. Con lluvia de confeti, promesas de regreso y corazones llenos, Magneto dijo adiós —o mejor dicho, hasta pronto— a su “segunda casa”. Porque sí, el Perú siempre fue y sigue siendo su casa. Y después de esta noche, con seguridad, también lo será para siempre.
























