Jon Bon Jovi, la leyenda icónica que sigue vigente
Concierto. La banda ofreció, la noche del miércoles, un potente show en el Estadio Nacional.
La legendaria banda de rock, que nació en los 80 en New Jersey, demostró la noche del miércoles que sigue vigente. En sus casi dos horas de concierto derrocharon la vitalidad que los caracterizó en su época dorada de hace más de tres décadas.
Alrededor de las 9:30 de la noche sonaron los primeros acordes de ‘This House Is Not For Sale’, y un maduro, pero siempre atractivo Jon Bon Jovi apareció en el escenario para deslumbrar con su presencia y fuerza escénica. Sin embargo, su voz ya no era la de antes y lo dejó en evidencia, sobre todo al momento de no alcanzar las notas altas. Pese a ello, hizo que el público conformado por grandes y chicos no dejara de vibrar y acompañarlo en los coros.
El setlist que eligió la banda fue casi el mismo que interpretó en su último concierto en Río de Janeiro. A ‘This House Is Not For Sale’ le siguió el clásico ‘Born To Be My Baby’, que hizo saltar, gritar, levantar manos y celulares (para la respectiva grabación del recuerdo), así como corear a viva voz.
Tras el respectivo saludo: ‘Hola Lima. Esta es una noche hermosa’, vinieron temas como ‘Lost Highway’ y otro clásico, ‘You Give Love a Bad Name’, que nuevamente trajo el delirio entre los fans. Siguieron ‘Roller Coaster’, ‘We Weren’t Born to Follow’, ‘Blood on Blood’, ‘In This Arms’ (interpretado por el tecladista David Bryan).
La fría noche limeña se fue calentando más y llegaron temas como ‘Keep The Faith’ y una de las canciones más esperadas de la noche, ‘It’s My Life’, que ahora sí hizo retumbar el Estadio Nacional y desató la euforia con un Jon Bon Jovi más vital que nunca a sus ya 57 años de edad.
‘Lay Your Hands on Me’, ‘We Don’t Run’, ‘Wanted Die or Alive’ y la potente ‘Bad Medicine’, que parecía haberle puesto el punto final a la noche.
Pero como ya es costumbre, tras los aplausos y el grito de ‘¡otra, otra!’, los chicos de New Jersey volvieron al escenario para interpretar dos de sus más grandes éxitos, la balada ‘I’ll Be There For You’ y el casi himno de la banda ‘Livin’ on a Prayer’, que le puso el broche de oro a una noche inolvidable de Bon Jovi en Lima, una noche que quién sabe si se volverá a repetir.