Jason Day provoca pasiones y odios en ‘Jugar con fuego’
Serie de telemundo y netflix. Peruano habla de su rol en sintonizada producción y de lo que busca como actor. Además, de su alejamiento de la polémica en sus redes sociales. “Ya me aburrí, es como un pantano donde nada se mueve”, dice.
Por Cecilia Castila Sifuentes
Fabrizio (Jason Day), un misterioso y apuesto mexicano que llega a una hermosa y próspera zona cafetera en Colombia, es el marco de ‘Jugar con fuego’, serie de Telemundo y Netflix, y cuyo debut en la cadena de televisión estadounidense fue visto por 1,4 millones de televidentes, según publicó People en Español.
Presentada como “la primera producción de Telemundo y Netflix que lleva el erotismo a un nuevo nivel en la televisión hispana” cuenta con las actuaciones del peruano junto a grandes figuras como: Gaby Espino, Margarita Rosa de Francisco, Carlos Ponce, Tony Plana y Laura Perico.
¿Cuál ha sido el gran desafío para dar vida a Fabrizio?
Hay dos aspectos. Por un lado el reto de dar vida a este personaje, ponerle los instrumentos que con el tiempo he ido construyendo para una historia que es mucho más compleja que un thriller de seducción. Y de otro lado, que se trata de un remake de una exitosa serie brasileña, protagonizada por Cauã Reymond, quien hizo un gran trabajo. Yo era consciente de que tenía que honrar con mi trabajo lo que se hizo en Brasil. De ninguna manera lo replicaría o pretendía imitarlo, pero si poner el alma completa.
¿En qué momento llega este personaje?
Por mucho tiempo anduve demandando tiempo y espacio para poder construir un personaje. Y con Fabrizio se presentó la oportunidad de tener todas las herramientas a mi disposición para hacer lo que quería, darle vida de verdad a un personaje; llenarlo de matices y que fuera muy verosímil y genuino porque ese corazón que late en la escena es el del personaje, no el mío. Conté con dos directores extraordinarios muy diferentes uno del otro y un gran elenco. Tuve la libertad de diseñar cómo transcurría ese viaje para Fabrizio, quien es un sobreviviente y lo hice acompañado de mi maestro, Ron Burrus.
Presentaron la serie como ‘la producción que lleva el erotismo a un nuevo nivel’, pero es mucho más que eso. Por ejemplo, la relación de Fabrizio con su madre...
Cierto, y esa es una de las relaciones a la que más trabajo le puse o le pusimos. Porque para mí la relación entre un hombre, sobre todo latino, y su madre, tiene que ver con la forma de vincularse con el mundo. Para esas escenas existen unos diálogos escritos con el corazón y tuve la suerte de trabajar con una mujer como Leticia (Huijara) que conoce perfectamente el dispositivo del cine y de las series de TV. Ha sido una experiencia de emociones muy fuertes grabar esta serie.
Allí se presenta un matrimonio ensombrecido por la rutina y también el machismo, una joven que no puede ejercer su vocación y, claro, mucha pasión. ¿En tu opinión cuáles han sido los ingredientes por los que ha cautivado la serie?
Creo que porque es una historia de personas que quieren conseguir algo y no pueden tenerlo. Y esa urgencia por lo que uno desea y la imposibilidad de alcanzarlo es lo que despierta empatía en la audiencia. Por ejemplo el personaje de Martina (Margarita Rosa de Francisco) es con el que muchas mujeres se identifican. Me gusta mucho que la serie esté consiguiendo erotizar a las personas y ojo, el erotismo no solo pasa por escenas de sexo, sino por escenas de seducción, en donde los sentidos explotan.
¿Qué viene ahora para ti?
Estoy mirando algunas cosas, percibiendo una combinación entre un buen personaje, una historia bien concebida y un buen director, quiero que esas tres cosas se unan. Hay un par de conversaciones. Voy a tomarme mi tiempo. No estoy apurado. ¿De Perú? De momento no hay (ofertas), pero siempre miro con mucha atención lo que viene de mi país. Están haciendo películas no solamente muy bonitas, sino que están resonando.
Ya no te leo pelear en Twitter.
(Ríe). Ya no me peleo, me aburrí de toda esa vaina. ¿Sabes por qué? Porque es como un pantano en el que nada se mueve, una especie de dinámica que se repite una y otra vez y hay que estar muy loco para seguir viviendo allí. Mi mayor aporte a mi país será mi trabajo, voy a dar un paso al costado de esa dinámica perversa y voy a dar lo mejor de mí, dentro y fuera de mi país y que esto sirva de ejemplo para otros, para que entendamos que con esfuerzo, perseverancia y determinación podemos salir adelante.