Dina Boluarte recuerda alza salarial de S/331, pero poder adquisitivo solo subió 1%
Economista Fernando Cuadros advierte que el salario real sigue estancado y que la mayoría de empleos formales creados son temporales y precarios.
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Durante su mensaje por Fiestas Patrias, la presidenta Dina Boluarte presentó una serie de avances en el ámbito laboral, destacando la creación de 246.000 nuevos empleos formales y un aumento en el salario promedio formal de S/331 (+12,8%).
Sin embargo, estos logros no son tan sólidos como parecen, especialmente cuando se analizan desde el punto de vista del salario real y la calidad del empleo.
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"Salario mínimo de pobreza"
De acuerdo con el economista y exviceministro de Empleo, Fernando Cuadros Luque, esta cifra no refleja la realidad del poder adquisitivo de los peruanos, ya que es un dato nominal.
Al descontar la inflación, el salario real solo ha crecido un 1% respecto al nivel prepandemia, lo que significa que, en términos de poder de compra, los sueldos están prácticamente estancados.
“Este aumento nominal no refleja lo que realmente puede comprar una familia peruana”, señala.
A su vez, la subida del salario mínimo a S/1.130, que Boluarte presentó como un avance, sigue estando por debajo de la canasta básica familiar (S/1.812). Incluso con el descuento obligatorio del 13%, esta cifra cae por debajo de la línea de pobreza extrema para una familia de cuatro personas, lo que lleva a Cuadros a calificarlo como un "salario mínimo de pobreza".
Empleos temporales formales
Una de las cifras más destacadas por Boluarte fue el aumento del empleo formal, con 246.000 nuevos puestos. No obstante, Cuadros advierte que, aunque estos trabajos están registrados en planilla, el 90% de ellos son temporales, lo que significa que carecen de estabilidad laboral.
"Aunque formalmente son empleos, no permiten negociar salarios, acceder a créditos o recibir capacitación adecuada", explica.
Este tipo de empleo, en lugar de generar un avance estructural, fomenta la rotación y la vulnerabilidad laboral, dejando a los trabajadores sin las garantías necesarias para desarrollarse plenamente.
Finalmente, cabe destacar que el Gobierno aún no ha detallado las medidas específicas ni los sectores en los cuales se alcanzará la meta del 50% de formalidad (-20%), lo que deja en duda la efectividad de las políticas propuestas.
