China avanza en América Latina y EE.UU. paga el precio de su guerra comercial
Donald Trump anuncia posible fin de aranceles con India mientras Walmart confirma alza de precios en EE.UU. por la guerra comercial. En paralelo, América Latina fortalece su relación con China en exportaciones, infraestructura y comercio estratégico.
- Adultos mayores de más de 60 años podrán acceder fácilmente a un aumento en su beneficio económico cumpliendo un solo requisito en Perú
- ¿Cuántos años deben transcurrir para dejar de pagar una deuda? El Código Civil en Perú establece que las deudas prescriben después de este plazo

Ya no se trata de una región pasiva en la geopolítica mundial. América Latina ha dejado de ser solo el “patio trasero” de EE.UU. para posicionarse como un socio estratégico para China, gracias a su abundancia de materias primas, su ubicación y su disposición a abrirse comercialmente.
En la actualidad, el 39,1% de las exportaciones de Chile tienen como destino a China, al igual que el 31,7% de Brasil y el 29,2% de Perú, de acuerdo con cifras del holding financiero Credicorp.
"China planifica con décadas de anticipación”, explicó a este diario Francesco Tucci, analista internacional. “Su presencia en América Latina no es improvisada. Viene construyéndose desde Hu Jintao, con tratados, inversiones y una narrativa que conecta con el deseo de autonomía de muchos países latinoamericanos”.
Al otro lado, Estados Unidos lidia con las consecuencias domésticas de su estrategia proteccionista. El mundo avanza hacia un orden comercial multipolar, donde la inteligencia geopolítica pesará tanto como la producción y las tarifas.
América Latina no es más el patio trasero
En primer lugar, Brasil ha consolidado una relación comercial millonaria con China, aunque sin firmar un tratado de libre comercio ni adherirse formalmente a la iniciativa de la Franja y la Ruta, como sí lo han hecho Chile y Perú.
La complementariedad entre ambas economías ha sido clave. “En 2001, China solo representaba el 3,27% de las exportaciones brasileñas. En 2009 superó a Estados Unidos como nuestro principal socio comercial”, recordó Pedro Emilio Polli Rebelo, director ejecutivo de Sao Paulo Negócios, en declaraciones a Bloomberg Línea.
En medio de la guerra comercial, Brasil es una fuente clave de suministro de soja para China. Según Aprosoja (Asociación Brasileña de Productores de Soja), el gigante sudamericano prevé aumentar en 4% sus envíos del grano a China este año, aunque enfrenta cuellos de botella logísticos, especialmente en sus puertos.
"Si depende de mi gobierno, nuestra relación con China será indestructible", dijo el presidente Lula da Silva en su más reciente vista a Pekín, en el marco del Foro China-Celac en Beijing.
Segundo, Chile. Fue el primer país latinoamericano en firmar un tratado de libre comercio con China, en 2006. Desde entonces, ha fortalecido sus vínculos comerciales en sectores clave como la minería, el vino, las frutas y los productos del mar. A ello se suma una fuerte inversión china en sectores estratégicos chilenos como energía, infraestructura y telecomunicaciones, facilitada por condiciones financieras atractivas.
El analista Renato Campos señaló a Bloomberg que este flujo comercial es relevante teniendo en cuenta la necesidad y demanda que tiene China de estos productos para sostener su crecimiento industrial y urbano, lo que ha permitido impulsar una relación comercial fluida y creciente. Además, EE.UU. se ha enfocado en otros frentes como el T-MEC y/o tensiones comerciales con China, "que han significado un escenario turbulento para las relaciones y su presencia en Latinoamérica".
Tercero, Perú. El país incaico representa uno de los vínculos más profundos con China en Sudamérica. Desde la firma del TLC en 2009 y su adhesión a la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda en 2019, el país andino ha visto crecer sus exportaciones al gigante asiático a un ritmo anual promedio de 12,8%, según datos del Ministerio de Comercio Exterior.
Uno de los hitos recientes de esta relación fue la inauguración del megapuerto de Chancay en 2024, a unos 70 kilómetros de Lima, con una inversión de US$3.500 millones por parte de la estatal china Cosco Shipping. Este proyecto emblemático está alineado con la Franja y la Ruta, y busca posicionar al Perú como un hub logístico regional.
Sin embargo, los expertos advierten que la profundización de la relación también implica riesgos debido a que el país debe afrontar presiones geopolíticas de Estados Unidos y el riesgo de que China use su peso comercial como herramienta de influencia.
“No se trata de elegir un bando, sino de lograr acuerdos mutuamente beneficiosos. Esa debe ser la apuesta estratégica para el futuro de la región”, sostuvo Eduardo Falen, economista e internacionalista, a La República.
Trump acelera pactos mientras lidia con la inflación
En ese contexto, EE.UU. intenta acelerar nuevas alianzas. En Doha, el presidente Trump anunció este jueves que India está dispuesta a “retirar todos los aranceles” impuestos a las importaciones desde EE.UU., abriendo la puerta a un posible acuerdo bilateral. La noticia llega después de que Washington impusiera aranceles del 26% a productos indios como parte de sus políticas “recíprocas”, suspendidos por 90 días mientras avanzan las negociaciones.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, había anticipado a fines de abril que un acuerdo comercial estaba “muy cerca”, tras la visita del vicepresidente JD Vance a Nueva Delhi. Sin embargo, la postura de Trump presenta matices, puesto que al mismo tiempo criticó duramente a Apple por expandir su producción en India.
“No quiero que construyas en India (…) queremos que construyas aquí en Estados Unidos”, dijo el presidente de EE.UU., según reportó CNBC.
La declaración llega justo cuando el gobierno indio aprobó la construcción de una nueva planta de semiconductores de HCL-Foxconn, ensambladora de Apple. Y es que para la manzana es evidente que en escenario global exige no poner todos los huevos en la misma cesta.
En paralelo, el mayor minorista del mundo, Walmart —equivalente a un Tottus más Plaza Vea en Perú, en cuanto a su rol dominante en el comercio minorista, precios bajos, variedad de productos y enfoque masivo—, anunció que incrementará sus precios este mes y durante el verano debido a los aranceles decretados por la administración Trump, en especial los aplicados a productos chinos.
“La magnitud y velocidad con la que nos están llegando estos precios no tiene precedentes”, declaró el CFO John David Rainey en entrevista con The Wall Street Journal.
La empresa ya comenzó a trasladar parte del aumento a los consumidores. Un ejemplo simbólico: el precio del plátano, uno de los productos más comprados en sus tiendas, subió de US$1,10 a US$1,19 por kilo.
Aunque esta semana EE.UU. redujo temporalmente los aranceles a las importaciones chinas de 145% a 3%, Rainey advirtió que ese 30% sigue siendo una carga significativa para los hogares estadounidenses, especialmente los de menores ingresos. Tras el anuncio, las acciones de Walmart cayeron casi un 5% pese a reportar ganancias superiores a las esperadas.