Economía

Inmobiliarias sobre controversia por proyectos de Vivienda Social: "Miraflores no es el Perú"

José Espantoso, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI), asegura que solo el 16% de las VIS se desarrolla en distritos de Lima Top, por lo que no encuentra motivo para señalar presuntos lobbys con el Ministerio de Vivienda.

José Espantoso, presidente de ASEI, espera que se pueda abordar de una manera más integral el debate sobre la Vivienda Social en el Perú. Créditos: Marco Cotrina/LR
José Espantoso, presidente de ASEI, espera se pueda abordar de forma integral el debate de las VIS. Foto: Marco Cotrina

Que de un momento para otro hayan aparecido condominios de 15 ó 20 pisos donde antes solo se permitían 6 u 8 ha generado incertidumbre en distintos municipios de la ciudad, que ven en el desarrollo de la Vivienda de interés social (VIS) una amenaza promovida desde el más alto nivel. José Espantoso, presidente de ASEI, tiene una percepción distinta y reaviva el debate en torno al déficit habitacional en el Perú.  

¿Cuál es la raíz del problema de vivienda en el Perú?

Todo nace, para mí, desde la voluntad política en el más alto nivel, desde la Presidencia. No existe presidente alguno que compre el tema de la vivienda como un componente que ayude a cerrar brechas sociales. Necesitamos priorizar una política de vivienda, al mismo nivel que la salud y la educación. Siempre se habla de la pobreza monetaria, pero hay una variable más importante y es la pobreza multidimensional, donde convergen salud, educación, agua y saneamiento.  

¿Por qué las viviendas de interés social parecen dirigidas a la clase media o media alta?

No me gusta, en lo personal, que se estén hablando solo de dos o tres distritos cuando el problema de las viviendas de interés social (VIS) es a nivel nacional. Los programas relacionados a la promoción de la vivienda que datan desde 1998 han beneficiado a 700.000 familias. Hay 3 millones de peruanos que han sido impactados por estos programas de VIS. Hablar solamente hoy de Miraflores y San Isidro no deja ver todo lo bueno que se ha constituido alrededor de estos programas.          

¿Y cuál fue el rol del Ministerio de Vivienda? ¿Por qué se arrogó competencias?

El ministerio, en su rol promotor, en busca de que más familias accedan a viviendas seguras sacó unas normativas para que los parámetros urbanísticos en todo el Perú -no solamente en estos distritos- sean mejores para abaratar el suelo urbano, como se hace en las ciudades importantes; Santiago, Medellín, Bogotá, entre otras.     

¿Dónde más se han desarrollado los proyectos VIS?

Estamos hablando de Carabayllo, Independencia, Los Olivos, Chorrillos, Villa El Salvador, San Juan de Lurigancho. Lima Moderna abarca casi el 40% de los programas de VIS. Solo el 16% de las VIS están en donde nosotros llamamos Lima Top, que son distritos como Miraflores, San Isidro, Surco, Barranco y San Borja.     

¿Y en estos distritos se les puede seguir considerando VIS realmente?

Yo creo que se debió dar algunos decretos especiales y no llamarse VIS sino vivienda asequible. Por ejemplo, un departamento en San Isidro, en la Javier Prado, se permite altura y así se reduce el valor de la tierra para ese departamento y las personas pueden acceder a su primera vivienda y esta incluso está cerca a su trabajo. Todo ello lo dicta el Foro Económico Mundial y sus cuatro pilares: sostenibilidad, habitabilidad, resiliencia y asequibilidad.       

¿Qué pasará ahora con el fallo del TC sobre las VIS?

En el caso de los proyectos que ya se están realizando y que, de alguna manera, les asiste la legalidad por el Decreto Supremo que salió en el 2018, se pueden revisar uno a uno. Bajo ese espíritu, en la primera sentencia, ASEI invitó a las cinco municipalidades que cuestionaban el modelo a conversar. Durante todo este tiempo, se han hecho y entregado edificios y se han beneficiado miles de familias. Y en el 2023, algunos alcaldes cuestionan el tema. Al final, nos recibieron San Borja, Surco y Miraflores, mientras que San Isidro y Barranco no estuvieron dispuestos al diálogo.           

¿Qué logros se obtuvieron de esas reuniones?

En San Borja y Surco se pudo llegar a un consenso en cuanto a la búsqueda de soluciones en proyectos que ya estaban en construcción, pero en el caso de Miraflores, si bien nos recibión, fue imposible. Todos los proyectos de VIS fueron cuestionados y muchos ni siquiera tenían observaciones. Esto muchas veces lo enfocan como si fuera un problema de las inmobiliarias con los vecinos o de las inmobiliarias con las municipalidades, pero este es un problema de Estado contra Estado, quienes están en conflicto son las municipalidades con el Minisetrio de Vivienda y en medio están las familias que han comprado de buena fe, los obreros de construcción civil, los arquitectos, ingenieros y los desarrolladores inmobialirios que invirtieron su plata con una legislación vigente.         

Miraflores habla de lobbys.

Rechazamos tajantemente las declaraciones totalmente inoportunas que ha tenido el alcalde de Miraflores. Nosotros velamos por la legalidad. Nos interesa que la inversión inmobiliaria siga adelante en todo el Perú, a diferencia de él que poco o nada le importa el tema de la inversión privada en el país como motor de la economía. La inversión privada inmobiliaria ha sido la segunda en importancia después de la minería.

¿Por qué lo haría?

 El alcalde parece que está en una campaña por desincentivar la inversión inmobiliaria en su distrito. Finalmente, su distrito no es el Perú. El Perú es mucho más grande que Miraflores. Nosotros nos hemos opuesto, y lo hemos hecho públicamente también, al decreto de alcaldía 001-2024/MM, donde se invitaba a la inmobiliarias que habían sacado válidamente su licencia a reconocer su culpa como si hubiesen hecho algo ilegal, y además les exhortaban pagar pisos extra. O sea, si antes se podía hacer 10 pisos y ahora 15, por esos 5 pisos se tenía que pagar una contribución. Esa ordenanza no era legal.