Óscar Maúrtua: "APEC es un punto de inflexión de la confianza mutua entre Perú y Asia"
El presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Internacional considera que la Semana de Líderes de la APEC y la inauguración del megapuerto de Chancay forman parte de una confluencia positiva que relanzará al Perú.
Luego de ocho años, el Perú es la sede principal del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC). En noviembre, se realizará la Semana de Líderes en Lima y de acuerdo con el exministro de Relaciones Exteriores, Óscar Maúrtua, será la oportunidad para relanzar al país y promover su crecimiento sostenible, en el marco de una transición hacia un nuevo periodo electoral.
—En noviembre, Perú volverá a ser anfitrión de la Cumbre de APEC, un foro que agrupa a 21 economías de la Cuenca del Pacífico. ¿Cuál será el impacto de este importante evento?
—Sin duda, hay una suerte de confluencia muy positiva. Es la tercera vez que APEC tiene lugar en el Perú, se inaugura el megapuerto de Chancay y se está terminando la versión actualizada del TLC con China. Probablemente, se saque también el tratado con Hong Kong e Indonesia, así como una nueva actualización del suscrito con Tailandia. Es un punto de inflexión de la confianza mutua que ha tenido Perú con el Asia, pero que ahora tiene un efecto multiplicador.
—Según cifras de Mincetur, para el 2023, llegaron al país más de 2 millones de turistas internacionales, lo que representó un aumento del 25,7%. ¿Cuánto ayudará a promover el turismo el Foro APEC 2024?
—Significativamente. Tenemos que volver a la etapa preCovid-19. Obviamente, todo esto tiene que venir acompañado con una imagen de seguridad que es importante.
—De cara al inicio de la Semana de Líderes Económicos de APEC que empieza el 10 de noviembre. ¿Cuáles son los resultados que se esperan obtener?
—Se estima que van a salir unos 17 compromisos relacionados con temas de energía hasta igualdad de género, pasando por cuestiones sanitarias. Entonces, avanzamos hacia un momento de valor agregado para la inversión extranjera y la ampliación de mercados. El Perú tiene 17 TLC. Ahora, va a contar con una veintena. La pertenencia a APEC es una política de Estado, que durante los últimos 25 años ha sido respetada en nuestra política exterior.
—Con una economía en una recuperación lenta luego de procesos de recesión, el control de la inflación, proyecciones de crecimiento que apuntan al 3% y una meta fiscal que no se cumplirá, ¿considera que el Foro APEC puede ayudar a aumentar los ingresos del país?
—Va a impulsar nuestra economía. No va a ser la solución ni cerrará las brechas sociales, pero va a venir la convocatoria que tanto requerimos. Se van a dar cuenta de que el país funciona y que está marchando. Esto generará el relanzamiento de nuestra actividad económica, comercial, financiera, tecnológica y fortalecerá el rumbo del crecimiento.
—El megapuerto de Chancay, que ya presenta un avance del 93% y que, según el BCRP, aportará el 0,3% al PBI en su etapa de inicio y luego el 0,9% en el 2025, ¿cómo dinamizará a la economía?
—Coincido totalmente con Julio Velarde. El megapuerto de Chancay se encuentra inmerso en un contexto de creciente transformación del sistema logístico global. Este proyecto permitirá fortalecer una imagen integradora, sostenible y moderna de nuestro país. Las dimensiones son grandes. Desde Chancay, se podrá ir en embarcaciones menores a Guayaquil, por ejemplo. Además, habrá mano de obra y el precio de los terrenos ha subido. Pero aún falta agua, desagüe y seguridad. Se habla de una competencia con Chile. Sin embargo, cada usuario determina.
—¿Cuál es la importancia de este modelo de apertura de China denominado las zonas económicas especiales y el desarrollo de parques industriales? ¿De qué manera se podría replicar en Perú?
—Este modelo que brinda facilidades y soporte en infraestructura para el desarrollo de actividades económicas ha dado resultados y es descentralizador. China viene desarrollando a través de la Ruta de la Franja cuantiosas inversiones, que a su vez dinamizan sus almacenes de infraestructura de maquinarias, en construcción de puertos, asistencia financiera, trazado de carreteras y tendido de trenes. Lo ha logrado en el Sudeste Asiático, África y América Latina.
—Quisiera preguntarle por la presencia de China, que a través de esta obra gana espacio de poder en América. ¿Cuál es el peso de la influencia de China en América Latina y si existe, como dicen algunos analistas, un desafío a la hegemonía de Estados Unidos?
—Aquí no tiene por qué haber competencia ni complicaciones ni conflictos. No hay que ideologizar: que estamos entre los chinos y americanos. Nosotros lo que tenemos que sacar son beneficios en cuanto a comercio internacional. China ha encontrado un país milenario, con condiciones geográficas estupendas. Perú es el centro de América Latina.
—¿Cómo ve la presencia de Perú en el contexto latinoamericano, teniendo en cuenta la inestabilidad política, la recesión económica del 2023, el deterioro de la inversión privada, un Congreso legislando contrarreformas y la baja aprobación presidencial?
—El Perú está en un modelo transicional hasta que se salga a un nuevo periodo electoral. Desde afuera nos ven en un proceso de transición. Ahora, lo que quiere el inversionista es tranquilidad. Estamos en la ruta.
—Dirigentes indígenas emitieron un llamado a Estados Unidos, Suiza, India y Arabia Saudí, para que cesen la adquisición del ‘oro sucio’, el cual es extraído de la minería ilegal en Perú. ¿Esta podría ser una campaña internacional que asuman las embajadas?
—Creo que sí. Entiendo que Cancillería está alerta. Los mineros ilegales han dañado el ambiente. Es penoso ese oro que no sale por contabilidad peruana, sino por otros medios, en un momento además en el que el oro ha subido. Va a tenerse que encontrar alguna modalidad rigurosa para formalizarlos.