PBI cae por sexto mes seguido y anota un -0,65% a octubre
Predecible. El último trimestre del 2023 se inició con el pie izquierdo: -0,82% en el décimo mes del año, aunque se registraría una ligera mejora en noviembre y diciembre.
Octubre ha servido para consolidar la recomposición de las actividades que mayor aporte negativo generan a la producción nacional. La caída de 0,82% en el décimo mes del año confirma que manufactura ha sido desplazada por los sectores no primarios de construcción y servicios financieros —además de agro— en la plaza que, tradicionalmente, ancla el PBI.
Tras un modesto repunte en marzo y abril, la producción nacional encadenó seis meses de retroceso e inició con el pie izquierdo el último trimestre del 2023. En la fotografía anual, la caída acumulada llegó a 0,65%; mientras que el registro en los últimos doce meses, desde noviembre del 2022, ofreció una variación de -0,27%.
El nuevo tropezón impulsado por construcción (-9,06%), financiero (-8,34%), agropecuario (-7,62%), manufactura (-2,69%), telecomunicaciones (-2,81%), servicios a empresas (-1,04%) y hoteles y restaurantes (-1,22%) se vio amainado por minería e hidrocarburos (3,1%), comercio (1,36%), electricidad, gas y agua (2,62%), transporte (0,09%), otros servicios (2,63%), y pesca (52%), esta última tras recurrir el MEF a la anchoveta para salvar el año.
En términos anualizados, hemos pasado a terreno negativo desde el esperanzador 0% proyectado en setiembre. Para el economista Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, deberían apreciarse en noviembre y diciembre las tasas positivas de crecimiento, pero insuficientes para que el cuarto trimestre culmine en azul.
“El dato de diciembre puede ser la mayor tasa de crecimiento del año, pero eso no será significativo y en gran parte tendrá un efecto rebote, pues se le compara con el inicio de los meses de protesta por el golpe de Estado de Pedro Castillo”, asegura.
El consenso está en un cuarto trimestre que, si bien sería positivo, no alcanzaría para revertir los malos resultados anteriores y se traduciría en una caída del PBI de -0,6%, cada vez más cerca del -1%. Un año perdido.
Con todo, Odar encuentra espacios para que la economía siga recuperándose hacia 2024 y advierte la necesidad de vientos favorables. Pero El Niño y la vacancia presidencial asoman.
Nadie apuesta por el PBI del Perú al cierre del 2023
Phase Consultores cuestiona el enfriamiento de la inversión pública y lo asocia a que se le compara con el intenso gasto subnacional ejecutado antes de las elecciones regionales de 2022, periodo en el que los alcaldes corrieron para entregar las obras.
Recientemente, el IPE ha ajustado a la baja una vez más sus proyecciones económicas, profundizando la caída prevista del PBI peruano para este año del -0,3% al -0,6%.
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El FMI “muy probablemente” revisará también a la baja la proyección de crecimiento económico para nuestro país, de acuerdo a Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental de dicha entidad.
Infografía - La República