¿Qué alternativas podrían mitigar la escasez de fertilizantes para agricultura?
El Gobierno aprobó la compra de fertilizantes del extranjero ante la amenaza de seguridad alimentaria. ¿Qué otras opciones orgánicas podrían ser aplicadas en el Perú y favorecer a los agricultores?
Este martes 10 de mayo, el Gobierno, mediante el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), aprobó comprar fertilizantes en el extranjero por 740 millones de soles. Estos serán entregados a 400.000 agricultores para suplir la escasez mundial de esta materia, originada en buena medida por la guerra entre Rusia y Ucrania.
El Perú, como muchos países en el resto del mundo, enfrenta un peligro de seguridad alimentaria derivado de la escasez. Productos como el arroz, la papa, algunas menestras y el maíz dependen de abonos nitrogenados como la úrea. Ante ello, se han planteado diferentes opciones, como la construcción de una planta de fertilizantes en el Perú, que estaría lista en dos años, aunque el país seguiría siendo dependiente de otras materias primas como los fosfatos y el gas.
El Midagri anunció que promoverá el uso de fertilizantes orgánicos, sobre todo para los productores de agricultura familiar. Foto: Percy Ramírez/La República
Actualmente, los fertilizantes sintéticos ocupan el 98% del mercado peruano. Ya el Midagri anunció que promoverá el uso de estos nutrientes de origen orgánico, principalmente, para abastecer a los productores de la agricultura familiar. Esta cartera mencionó el biofertilizante líquido, abono foliar, estiércol de ovino, entre otros. Revisa algunas otras opciones que podrían abrirse paso en medio de la crisis.
Biochar: una técnica basada en el saber prehispánico
El biochar es un producto sólido que se obtiene tras quemar biomasa —puede ser residuos de animales y plantas—. El uso de esta técnica puede lograr un aumento en el rendimiento de los cultivos y una disminución de costos, ya que el biochar se obtiene a partir de desechos.
El biólogo Brenton Ladd, en un trabajo conjunto con la Universidad Científica del Sur (Ucsur), viene desarrollando una planta piloto de biochar en Lurín. Las pruebas que realizaron en Villa Rica (Pasco) arrojaron resultados prometedores, por lo que esperan obtener apoyo del Gobierno y el sector privado para aumentar su producción. El experto asegura que se podría masificar el uso de biochar en todo el Perú.
La foto de izquierda muestra un perfil del suelo tropical transformado por los pueblos amazónicos que utilizaron desechos orgánicos como abono. Foto: Bruno Glaser
La técnica del biochar consiste en “mantener el nitrógeno en el suelo hasta que la planta lo necesite”, explicó Ladd. Mientras que los fertilizantes sintéticos dejan una huella de carbono alta en su ciclo de uso, una alternativa orgánica como el biochar, por el contrario, capta carbono del ambiente y ayuda a mitigar el cambio climático.
El concepto del biochar se inspiró en las llamadas “tierras oscuras amazónicas”. Los pueblos prehispánicos aprendieron a manejar la fertilidad del suelo a partir de enterrar sus residuos orgánicos, como restos de cocina y huertos. “Este conocimiento ancestral fue perdido y ahora estamos intentando rescatarlo”, dijo el investigador.
Guano de las islas: ¿una alternativa viable como fertilizante?
A fines de febrero, el presidente Pedro Castillo lanzó una campaña enfocada en aprovechar el guano de las islas marinas en favor de la agricultura familiar. Esta iniciativa, enmarcada en la Segunda Reforma Agraria, prevé extraer 102.000 toneladas anuales de esta materia para beneficiar a 150.000 familias de productores.
El aumento de extracción de guano de isla no sería sostenible desde el punto de vista ambiental. Foto: Carlos Zavalaga/Proyecto Guardaislas/Ucsur
Sin embargo, el biólogo Carlos Zavalaga, que ha trabajado de cerca con aves marinas, ve lejano este panorama desde el plano logístico. La extracción anual del guano de isla no sobrepasaba las 35.000 toneladas anuales en el último tiempo, indica. Para cumplir con la nueva cuota que demandaría el Gobierno, se tendría que quintuplicar el número de embarcaciones, trabajadores, cisternas y especialistas.
Asimismo, este planteamiento no sería sostenible desde el punto de vista ambiental, ya que causaría un alto disturbio a las aves guaneras. “Implica que las aves, en algunas localidades, no se van a reproducir porque están presentes los trabajadores haciendo la extracción del guano”, explica Zavalaga, investigador de la Ucsur.
“El principal factor que limita las poblaciones de aves guaneras es la pesquería comercial de anchoveta. Este sector saca aproximadamente, en un año, entre cuatro y cinco millones de toneladas de anchoveta”, añade el biólogo marino.
En términos productivos, el guano de las islas y la producción de harina de pescado son antagónicos, ya que ambos dependen de la anchoveta. Según Zavalaga, la influencia del sector pesquero dificultaría cualquier decisión gubernamental respecto de reducir las cuotas de pesca.