Jefes del G20 acuerdan fijar un impuesto mínimo global a las multinacionales
Cumbre G20. Histórico compromiso busca luchar contra la evasión en paraísos fiscales. Reforma financiera del MEF va en esa línea.
Esta semana, el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, presentó una propuesta de reforma tributaria que, de ser aprobada por el Congreso de la República, permitirá luchar contra la evasión fiscal en todos sus niveles, como parte del largo proceso de reactivación económica pospandemia.
Apenas 48 horas después, los jefes de Estado y representantes del G20, grupo de los veinte países más poderosos del orbe y con representación del 85% de la economía mundial, alcanzaron finalmente el histórico acuerdo para gravar con un impuesto mínimo global a las multinacionales, a fin de equilibrar y hacer más justo el sistema tributario internacional. Ello permitirá, potencialmente, luchar contra la recurrencia de mercados a los paraísos fiscales.
“Luego de cuatro años de un intenso debate, se ha alcanzado un acuerdo histórico sobre una solución basada en dos pilares para afrontar los retos fiscales emergidos con la digitalización y la globalización de la economía”, remarcaron los representantes italianos desde Roma, donde se consumó la cita.
El presidente francés Emmanuel Macron (c) fue uno de los líderes en la cumbre del G20 efectuada en Roma. Foto: EFE
Precisamente, hace unas semanas, el presidente Pedro Castillo envió una carta al secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann, para ratificar el deseo del Perú de ser miembro de este organismo. Las reformas presentadas ahora por el ministro Francke van en esta línea.
G20: pilares tributarios
El nuevo esquema de tributación, que se adoptará con miras al 2030, sigue el camino ya trazado por OCDE de un sistema sustentado en dos pilares.
El primero fija que el volumen del beneficio residual de las empresas, es decir, el restante después de que el país donde esté la sede se haya quedado con el impuesto correspondiente al 10% de la rentabilidad, se repartirá entre los países donde operan. El segundo establece un tipo mínimo de sociedades del 15% para las que tengan una facturación de al menos 750 millones de euros.