Clase media cae 12%, no pudieron cubrir la canasta básica
Estrato. Los menores ingresos por la pandemia han provocado una caída nunca antes vista en este segmento. Expertos advierten que retomar los hábitos no será el único reto en el corto plazo.
En el Perú, la Línea de la Pobreza se define a partir del costo de una canasta básica, que para el 2020 ascendió a S/ 360 per cápita. De acuerdo a cifras del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IDR), al menos 3,6 millones de peruanos cruzaron en pandemia este umbral hacia la pobreza el año pasado.
Esta caída de 46% a 34% (contracción de 12%) de la clase media ha significado también que, porcentualmente, la brecha que existía entre los hogares rurales y urbanos se haya acortado. Asimismo, la incidencia de la pobreza extrema en la población se ha duplicado.
Canasta sin fondo
Silvana Huanqui, profesora de la Escuela de Gestión Pública de la UP, advierte que el golpe del desempleo sobre los hábitos de consumo puede haber tenido un efecto mayor al estimado, debido a lo poco compacto, vulnerable y diversificado que es el estrato. No obstante, anota que revertir en el corto y mediano plazo este salto de peruanos en situación de pobreza depende de cambiar las políticas de acceso a educación y servicios de calidad -que previamente eran deficientes- y, sobre todo, de aseguramiento de los emprendimientos de subsistencia encumbrados en los últimos años.
“Los umbrales que definen quién es clase media aquí son arbitrarios. Oficialmente, tenemos una canasta básica que delimita una línea de pobreza monetaria, pero no tenemos una canasta básica que determine la clase media, no existe un marco teórico para ella. El tema de emprendimiento ha sido la única salida que han tenido muchas familias”, manifiesta Huanqui.
En este sentido, para los más pobres, la opción probable es quedarse en su misma clase o, a lo mucho, ascender a los estratos más bajos de clase media; mientras que, para los más ricos, la inmovilidad es la norma.
Cambio de generaciones
Jhonatan Clausen, profesor del Departamento de Economía de la PUCP, refiere que, además de los problemas asociados a la recuperación de la canasta básica familiar, existe un grave riesgo de retraso sobre la transmisión intergeneracional de la pobreza a partir de la pandemia.
Apunta que, a diferencia de la entrega de bonos entre las clases más bajas, una mayor ejecución de gasto público debería generar una relativa prosperidad para negocios locales “que bien podrían ser calificados como clase media”.
“Hay una generación que se verá afectada si no se toman medidas que eviten la ralentización de la movilidad social. Es una urgencia, por ejemplo, que los niños se reincorporen al sistema educativo para evitar que la deserción se convierta en algo permanente y reduzca las posibilidades a futuro de su familia. No ser pobre no significa ser clase media”, sostiene Clausen.
Efecto por alza de la pobreza
OCDE reconoce dos categorías de clase media: consolidada, con ingresos de entre US$ 13 y US$ 70 al día; y vulnerable, cuyo ingreso va desde US$ 5,5 a US$ 13.
El año pasado, la pobreza monetaria en el Perú alcanzó al 30,1% de la población peruana, un total de 9 millones 820.000 personas.
Reacciones
Silvana Huaqui, profesora UP
“Poder salir de la pobreza, regresar a la clase media y recuperar la estabilidad de la canasta básica depende de políticas de largo plazo, orientadas específicamente a salud y educación”.
Jhonatan Clausen, profesor PUCP
“Todos los sectores han sido golpeados. El objetivo central de las políticas en este momento no debería estar puesto en la preservación de la clase media, sino en la pronta reducción de la pobreza”.
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