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Mirada interior al Festival de Lima

Del 27 Festival de Cine de Lima han salido grandes títulos peruanos que, en las condiciones actuales, será muy difícil que lleguen al gran público. En medio de la controversia por la selección de nuestra postulante al Oscar, tres películas se lucieron en la Competencia de Ficción: Yana-Wara, Historias de shipibos y Diógenes.

Acabó la edición 27 del Festival de Cine de Lima con premiaciones que satisficieron a unos y contrariaron a otros. Foto: archivo LR
Acabó la edición 27 del Festival de Cine de Lima con premiaciones que satisficieron a unos y contrariaron a otros. Foto: archivo LR

Por: Sandro Mairata

“Voy a guardar este momento para la eternidad”, dijo Hernán Romero, motivando una segunda ronda de aplausos la noche del viernes 18. El actor chalaco, de 81 años, subió al escenario del centro de convenciones NOS PUCP con ayuda de un bastón para recibir el homenaje de la noche. “Nunca me he sentido tan querido”.

Acabó la edición 27 del Festival de Cine de Lima con premiaciones que satisficieron a unos y contrariaron a otros en un entorno enrarecido desde el Ministerio de Cultura, cuya Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) hizo pública el jueves 17 la lista de películas de entre las cuales será elegida la que tentará suerte en la pre-selección de los Oscar. La DAFO solo dio cuenta de las tres películas que cumplieron los requisitos, sin haber hecho una selección aún, pero los títulos causaron primero extrañeza y luego cuestionamientos entre la comunidad cinéfila: Soltera codiciada 2, Reinas sin corona y La erección de Toribio Bardelli.

Sobre La erección de Toribio Bardelli, que participó en la Competencia de Ficción del Festival, el pasado domingo 13 opiné en este diario que “el filme de Adrián Saba tiene errores técnicos, una pobre dirección de actores y un guion inacabado”. El otro par, Soltera codiciada 2 y Reinas sin corona fueron comentadas en este diario también, entendiendo que son cintas comerciales para un público más amplio. Sobre Soltera… (9 de julio) escribí: “¿Cuántas historias más con un ‘Soltera’ en el título –‘Codiciada’, ‘Solterona’, ‘casada-viuda-divorciada’– vamos a recibir? El capricho del mercado pareciera estarnos dominando”. Calificación: 3.5/5. De Reinas sin corona dije el 19 de marzo: “(el director Gino) Tassara no tiene ni la pericia cinematográfica ni el oficio técnico para presentar lo que su guion plantea”. Calificación: 1.5/5.

“Yo estuve en el comité de selección” (de la DAFO), escribió el cineasta ayacuchano Rómulo Sulca. “A partir de ver las tres películas, mis votos fueron en desierto para el Oscar”. Aun así, mañana lunes 21 se anunciará la candidata elegida. Una filtración en redes ha avisado que esta sería La erección de Toribio Bardelli.

 La DAFO solo dio cuenta de las tres películas que cumplieron los requisitos, sin haber hecho una selección aún, pero los títulos causaron primero extrañeza y luego cuestionamientos entre la comunidad cinéfila. Foto: archivo LR

La DAFO solo dio cuenta de las tres películas que cumplieron los requisitos, sin haber hecho una selección aún, pero los títulos causaron primero extrañeza y luego cuestionamientos entre la comunidad cinéfila. Foto: archivo LR

Tres títulos y otros más

De este Festival ha salido buena carne para nuestra cinematografía. Está la ganadora a Mejor Película Peruana, Cielo abierto, del talareño Felipe Esparza (“una sorpresa porque pensamos que la película estaba pasando un poco desapercibida”, me dice); o El caso Monroy, de Josué Méndez, estrenada con presencia de Damián Alcázar y tintes de Almodóvar en una historia redonda inspirada en el libro “Día de visita” de Marco Avilés. Sonido amazónico, sobre la agrupación iquiteña Los Wembler’s, terminó en fiesta durante los créditos finales. Islandia, otra historia selvática, se alzó con el Premio a la Mejor Película “Hecho en el Perú”. Rojo profundo, documental sobre Javier Diez Canseco, se presentó con deudas técnicas (fotos pixeleadas, material de archivo documental con sellos de agua) y aun así se alzó con los premios del público.

Asimismo, de la Competencia de Ficción salieron tres nombres a recordar: Yana-Wara, iniciada por el fallecido Óscar Catacora (Wiñaypacha) y terminada por su tío, Tito; Historias de shipibos, de Omar Forero, y Diógenes, el auspicioso debut de Leonardo Barbuy.

Yana-Wara tuvo una ovación de dos minutos en su estreno; es la historia de una niña de 13 años que pierde el habla, Yana-Wara (magnífica Luz Diana Mamani) y luego es asesinada por su abuelo (Cecilio Quispe). Filmada en las alturas de Puno en fino blanco y negro de formato 4:3, hablada en aymara y llena de composiciones visuales inspiradas en filmes del japonés Kaneto Shindō y del polaco Paweł Pawlikowski, Yana-Wara puede ser desgarradora y chocante en su mixtura de misticismo andino y la tragedia en torno a la violencia contra una menor en el Perú de los años ochenta.

Historias de shipibos de Omar Forero cambia las latitudes del director trujillano autor de Chicama (2013) y Casos complejos (2018), filmadas en la costa y la sierra, por un relato selvático que ubica en su centro a los shipibo-konibo. Sobre referentes de cintas peruanas en la selva uno puede pensar en Armando Robles Godoy o Werner Herzog. Forero dice que no. “Ambos contaban su historia, los nativos estaban allí, dando vueltas, eran parte del fondo”, dice. Los referentes para Forero son Yasujiro Ozu (director de Historias de Tokio, 1953) o Robert Bresson (“son como los padres del cine contemporáneo… aunque en este filme las referencias no son tan directas”). Historias… se originó en una tesis de maestría en comunicaciones de Forero, está hablada en pano (shipibo) y tomó diez años en completarse, incluyendo su inicio de filmación en 2020: trata de las tensiones que tienen los shipibos-konibo a partir de sus vínculos con la ciudad, representados por un joven criado por sus abuelos que poco a poco reniega de sus orígenes.    

Diógenes, la ópera prima de Leonardo Barbuy, tomó unos cinco años de inmersión en el pueblo de Sarhua, en Ayacucho. Hablada en quechua, es la película que venía con más premios de las peruanas, con dos preseas del Festival de Málaga este año incluyendo Mejor Dirección, una en el Festival de Cine Peruano de París, otra en el de Madrid y una presentación en el Festival de Guadalajara. Su historia habla de dos niños criados en aislamiento por su padre, un pintor de Tablas de Sarhua que un día muere y por ello los niños mantienen el cadáver tres días por si acaso volviese a la vida. Con todo, Diógenes no logró preseas en Lima, algo que sorprendió a una parte de público y crítica, pero se espera de todas formas su estreno comercial.

“Casualmente, se me ha acercado gente que le ha gustado mucho la película o le ha hecho reflexionar”, dice Barbuy. “No se me han acercado las personas que no… pero imagino que también hay otros que no la han disfrutado”.