Ronna Rísquez: "El tren de Aragua se expande por el amplio portafolio de delitos que tienen"
Pactan con grupos criminales para operar en otros países con los negocios en los que tienen fortalezas o donde han encontrado un nicho disponible.
Ronna Rísquez es una valiente periodista venezolana que ha publicado el libro 'El Tren de Aragua', la banda que revoluciona el crimen organizado en América Latina (Planeta, 2023) y que ha recibido amenazas de muerte por su investigación. Se trata de una radiografía y de una gran crónica sobre esta organización criminal que opera en varios países de América Latina -entre ellos el Perú-, una verdadera amenaza regional por sus estrategias para insertarse en nuevos territorios y sus niveles de violencia. Esta semana conversamos con ella sobre su libro, el crimen organizado y lo que está pasando en nuestros países.
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¿Qué te impulsó a escribir un libro sobre el Tren de Aragua? ¿Qué era lo distinto en esta organización criminal?
Varias cosas. Son varios años de trabajar temas de violencia, grupos armados, crimen organizado y derechos humanos en Venezuela y fuera de ella, que me hicieron ver que tenían ciertas particularidades. El grupo reunía muchas cosas que no necesariamente había visto en un grupo armado antes. Eso llamó mi atención. Y sentí que contar la historia del Tren de Aragua era contar la historia de la dinámica del crimen organizado en Venezuela, la dinámica de la violencia en Venezuela, y que conecta con las dinámicas de crimen organizado en otros países de la región como Ecuador, en donde las cárceles son un factor clave y determinante para ello.
El Tren de Aragua nace hace poco más de una década ¿Cuál es el contexto? ¿Qué es lo que permitió su crecimiento?
Hay un primer factor: la situación de abandono y falta de atención sobre el sistema penitenciario, en este caso venezolano. Pero insisto, es importante que lo tengamos claro los latinoamericanos: no solo en Venezuela sino en muchos países de la región la situación es similar. Hay una total falta de asistencia a la situación carcelaria y las cárceles se convierten en incubadoras de estas organizaciones y de crímenes terribles en la región. Esta situación no es reciente en Venezuela, se arrastra desde los gobiernos de los partidos tradicionales, hace más de 40 años. Luego hay otros elementos que coincidieron y son claves: uno, este grupo nace justamente en una etapa de gran conflictividad política y social en Venezuela y,dos, la etapa que los expertos han llamado emergencia humanitaria compleja, que es esta crisis económica y social terribles, que han mantenido a los venezolanos pasando hambre, sin opciones o posibilidades de acceder a medicamentos o asistencia de salud, a los jóvenes sin empleo, sin oportunidades de estudio, y que ha impulsado la migración venezolana. La gente está huyendo de Venezuela en busca de refugio y de mecanismos de sobrevivencia. Estos factores se juntaron y el Tren de Aragua fue el resultado.
¿Cuál es el poder que tienen su país?
Ellos tienen presencia en al menos tres estados de Venezuela. Pero las operaciones más importantes están en Aragua, que es donde nace la organización y donde está la prisión de Tocorón. Luego está Bolívar, al sur, en la frontera con Brasil y es el estado minero de Venezuela. Y luego Sucre, en el oriente del país, con una costa muy importante que es la salida al Caribe y una zona estratégica por su ubicación. Esos son los estados con más presencia. Después está Táchira, en la frontera entre Colombia y Venezuela, donde controlan los pasos que llamamos ‘trochas’.
"Las operaciones más importantes están en Aragua, que es donde nace la organización y donde está la prisión de Tocorón”.
La base del tren es el penal de Tocorón y desde allí, Héctor Guerrero, el “Niño Guerrero”, controla la organización ¿Cómo llegó a ser el jefe?
La organización fue creada por cinco personas, dos de ellas fueron asesinadas casi inmediatamente en circunstancias confusas, otras dos salieron de la prisión de Tocorón, y salieron de Aragua. Una de ellas se movió al estado de Bolívar (Johan José Romero (a) “Johan Petrica”), la otra salió del país, estuvo en Chile (Larry Alvarez (a) “Larry Changa”) y ahora no se sabe dónde está. Eso hizo que el único de los fundadores que quedó dentro de la prisión fuera Héctor Guerrero, yeso lo convirtió automáticamente en el “pran” como se dice acá al jefe de la prisión. Y él encabezó la expansión del grupo fuera de la cárcel, donde se implementaron gobernanzas criminales en Aragua y luego hacia los otros estados. Aunque hay tres jefes, el jefe visible es Héctor Guerrero.
Según la información de tu libro, las autoridades venezolanas tienen un buen organigrama de la banda: cabecillas, territorios, etc. ¿Por qué no pueden detenerlos?
Los investigadores de la Policía Judicial, han logrado averiguar muchísimo sobre la organización, desde los integrantes, las bandas que los apoyan, los líderes. Saben casi todo de la banda. Sin embargo, no hay más acciones. Ha habido eventualmente detenciones de algunos miembros de la organización, algunos enfrentamientos, pero no existe una acción concreta desde las autoridades del gobierno.
¿Cuándo empieza la expansión del Tren a otros países y por qué han podido crecer en estas nuevas ‘plazas’?
La expansión comienza en 2017 y algunas de las estrategias que les han permitido expandirse están a asociadas a: uno, su capacidad de adaptación. La situación de emergencia humanitaria que se vive en Venezuela ha impulsado a que muchos venezolanos desarrollemos capacidades para adaptarnos a distintas circunstancias y poder seguir adelante. Estas personas no son una excepción. Un ejemplo de su capacidad de adaptación es el amplio portafolio de delitos que tienen. No son como los cárteles mexicanos que solo están en el narcotráfico, o la guerrilla colombiana, con delitos puntuales. Esto les permite entrar en cualquier país con los negocios que sean necesarios. Como lo han hecho en Chile o Perú con la trata de personas para el comercio sexual, o el tráfico de migrantes. Por ejemplo, “si aquí se necesita pasar migrantes, entonces nosotros vamos a ocuparnos de eso”. Otra ventaja es su
capacidad de negociación. Aunque parezcan un grupo sanguinario, cruel, lo que no quiere decir que no cometan hechos de violencia extrema, en realidad buscan llegar a acuerdos con grupos criminales de otros países para poder operar.
¿Eso les ha funcionado?
Les ha funcionado. Han hecho un pacto con el PCC (Primer Comando de la Capital) de Brasil, tienen pactos de no agresión con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), en el caso de Ecuador tienen vínculos con grupos importantes de la estructura criminal ecuatoriana, han logrado hacer pactos con esos grupos y poder operar en esos países con los negocios en los que tienen fortalezas o donde han encontrado un nicho disponible. Y son estratégicos en cuanto a mantener un bajo perfil, pareciera que no, pero se movió desde el 2017 hasta el 2021 sin ser casi detectado por ninguno de los países de la región.
En una parte de tu libro también dices que es impensable que traicionen al “Niño Guerrero”, aun si la operación criminal está en otros países, ¿cómo se explica eso?
El Niño Guerrero se ha hecho de un liderazgo a partir de las estrategias que ha tenido. Olvidé decir algo clave: el uso de los presos. Ellos identificaron que estas personas una vez que salen de la prisión no tienen oportunidades de empleo y de nada. Los han reclutado y los envían a los países donde están sus células y sus operaciones. Para ellos la organización es como una gran familia. Al penal de Tocorón lo llaman la Casa Grande, todos ellos son ‘hermanos’ y los tres jefes, Guerrero y los otros dos, son ‘los tres papás’. Es un tema de lealtades y eso permite que todos sigan reportándole al ‘Niño Guerrero’. Y el poderío ganado hace que otras organizaciones, que no son aliadas ni enemigas, eviten la confrontación. Incluso absorber a organizaciones más pequeñas. Es una experiencia que han tenido en Venezuela y tratan de replicarla fuera de ella. También están en las fronteras de todos los países a los que van, desde Venezuela a Chile, porque al tener cierto control de esos pasos fronterizos controlan sus actividades y todo lo que pueda pasar allí.
En el Perú la Policía Nacional ha identificado y golpeado a bandas venezolanas denominadas Los Gallegos, Los Puros Hermanos Sicarios, La Cota 905, entre otras. ¿Serían facciones del Tren de Aragua?
Habrá algunos que sí y otros que no. Son facciones que para poder operar le pagan al Trende Aragua o tienen acuerdos con ellos. Los he escuchado, sobre todo Los Gallegos, desde que apareció en Perú y en Chile. Intenté averiguar y no hay una relación estrecha, pero pueden ser aliados. La Cota 905 fue una banda conocida en Caracas, que la desmanteló el gobierno entre 2021 y 2022. Uno de sus líderes fue detenido este año en Colombia y trabajaba para el Tren de Aragua.
Una de las conclusiones del libro es que el Tren de Aragua no sería posible sin la crisis que se vive en Venezuela y sin la complicidad de algunas autoridades del gobierno.
El hecho de que estas organizaciones existan tiene que ver con la falta de acciones desde el gobierno, para evitar que se constituyan, desmantelarlas o evitar que sigan operando. Esto está muy relacionado con la impunidad que ha caracterizado al sistema de justicia venezolano desde hace muchos años. Y sí hay una relación entre la existencia de este tipo de organización y la falta de políticas claras en materia de seguridad ciudadana y seguridad del Estado. Insisto que debemos ver de cerca el caso de Ecuador, no es muy diferente al caso de muchos de nuestros países. Pensemos en que todo lo que está pasando es consecuencia de todo lo que estamos hablando: el abandono del sistema penitenciario, falta de políticas precisas, y una serie de factores que hay que mirar no solo en Venezuela sino en varios países de América Latina.
En Ecuador los niveles de violencia aumentan porque hay crimen organizado local, bandas colombianas y venezolanas, y carteles mexicanos.
Si. Los líderes son los cárteles mexicanos, luego hay bandas locales que están con los cárteles mexicanos, y el Tren de Aragua está vinculado a una banda local que trabaja para los cárteles mexicanos.
Has comentado que esta organización va siguiendo a la migración
Va siguiendo a la migración porque ha identificado que tiene un negocio en los migrantes, son una renta para ellos. Porque los extorsionan, porque les aseguran que los pueden pasar de una frontera a otra. Por ejemplo, conozco una historia, muy cercana: una persona que de Perú a Venezuela fue trasladada por una agencia de viajes improvisada por el Tren de Aragua por 900 dólares. Esta persona no tenía ni pasaporte ni cédula de identidad, pero tenía que desplazarse. Fue en un vehículo en donde iban cuatro, cinco personas, en un viaje similar. No sé cuántos viajes hacen al día, a la semana o al mes, pero saca la cuenta de las rentas que obtienen.
Fuiste amenazada de muerte antes de la publicación de este libro y has vivido muchas situaciones de peligro durante la investigación
Mis familiares recibieron amenazas relacionadas a la publicación del libro a través de Instagram, ocurrieron antes de que fuera publicado. Y siempre es de esperar que durante las investigaciones del crimen organizado se corra peligro. Hubo varias cosas, pero en una ocasión estábamos desplazándonos por una zona donde fuimos interceptados por unas personas que trabajan para estos grupos armados. Pero hemos recibido capacitación para cubrir estas situaciones y pudimos resolverla de manera rápida y sin consecuencias.
Tu libro es una advertencia de cómo una organización criminal amenaza a varios países. Las autoridades de cada país actúan combatiéndolos, pero esto también depende de lo que pase en Venezuela
Sí, hay de las dos cosas. Lo que está pasando en Perú, lo que ha pasado en Chile, incluso en Colombia, donde han desmantelado varias células, han detenido a varios miembros de esta organización es importante. Demuestra que la acción de los gobiernos y de los cuerpos de seguridad de cada país es determinante. Y luego hay un factor importante que es el trabajo colaborativo y la cooperación internacional para combatirlos. Comenzó a haberla entre Perú y Chile, no sé si con Colombia. Es posible desmantelar estas actividades mediante cooperación internacional y acciones concretas en estos países. Pero también si hay un elemento que la acción de Venezuela juega un papel acá. En la medida que el gobierno no actúe, el grupo criminal seguirá operando. Eso no significa que no haya una estrategia, un plan o una posible acción futura de parte del gobierno en el caso de Venezuela.