El lamento de Joel Sánchez por su dopaje en 2013: “Fue un inesperado baldazo de agua fría”
Joel Sánchez le confesó a La República el difícil momento que vivió tras la sanción de dos años que recibió por dar positivo en un control antidoping con la selección peruana.
Por los pies de Joel Sánchez pasa el juego del Melgar de Arequipa y desde su llegada a mediados del 2018, el ‘rojinegro’ no ha dejado de pelear por el título y conseguir clasificaciones a la Copa Libertadores y Sudamericana. El futbolista de 30 años, quien lleva el dorsal ‘10’ en la espalda, había tenido su mejor arranque de temporada con cuatro goles y dos asistencias en ocho partidos.
Sin embargo, la propagación del coronavirus en el Perú cortó su explosión futbolística para cumplir con el aislamiento social junto a su familia en Arequipa. En medio de estas medidas drásticas decretadas por el presidente Martín Vizcarra, ‘Lito’ se trasladó a enero del 2013, cuando fue suspendido por dos años por la FIFA tras dar positivo por Metilhexanamina en un control antidoping, luego del partido con la selección peruana frente a Bolivia en La Paz por las Eliminatorias a Brasil 2014.
Un año antes, Joel Sánchez se estaba haciendo un nombre en la Universidad San Martín y sentía que podía tener una oportunidad en el once de Sergio Markarián. Pero, la sanción por tomar una sustancia que no debía, lo alejó del fútbol hasta enero del 2015. “Si pudiese regresar al pasado, no hubiese tomado ese suplemento. Es lo más difícil que me ha tocado vivir”, confiesa a La República Deportes.
Esa pasión que le enseñó su hermano mayor Eddy cuando eran niños y simulaban patear tiros libres o penales en Santa Isabel de Siguas, está paralizada como hace siete años. Hoy Joel Sánchez cuida de su familia, de su esposa Nataly y comparte las tareas virtuales con sus hijos Amiara y Kaled. Además, empieza a valorar las oportunidades de la vida.
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¿Cómo estás llevando la cuarentena?
Complicado para todos, es difícil porque estamos acostumbrados a un ritmo de vida en el cual nos desenvolvíamos en nuestro trabajo, estudios, en diferentes actividades que realizamos. Y de pronto nos vemos forzados a quedarnos en nuestras casas, a darnos un tiempo de espera para volver a salir y reanudar nuestras actividades.
Futbolísticamente y psicológicamente, ¿cuánto te afectó este parón por coronavirus?
Es muy complicado, es la misma sensación que sentía cuando estaba suspendido. Yo estuve dos años suspendido por dar positivo en doping y es esa sensación de no depender de ti mismo sino de otras personas para poder hacer tu actividad. Es algo similar a lo que estoy viviendo ahora. Todo es incertidumbre y estamos con mucha angustia. Físicamente cada uno se está adecuando a su realidad, hay jugadores que viven en departamentos o en casa y tratamos de mantenernos físicamente, realizando algunos trabajos que nos ha mandado el preparador físico, por aplicativos, videollamadas y tratamos de adecuarnos a la realidad que estamos viviendo para sacarle el máximo provecho.
¿Les van a reducir el sueldo?
No hemos hablado de ese tema, entendemos que vamos a seguir normal. Pero todo dependerá de cómo se vaya dando el tema de la restricciones, de que si ya volvemos a trabajar o no el 26 de abril. Estamos tranquilos porque sabemos que Melgar es un club serio, económicamente está bien y por el momento esperemos que siga así.
¿Extrañas entrenar con tus compañeros y jugar los partidos todas las semanas?
Sí, eso es lo que a uno más extraña del trabajo, compartir con los compañeros, con el cuerpo técnico, con la gente que trabaja con nosotros: los utileros, masajistas, entre otros. Me pongo a pensar y hay que aprovecharlo al máximo. Debemos darle mucho valor que tenemos un vestuario, el uniforme listo, los trabajos en las canchas. Eso hay que valorarlo ahora.
Marcaste cuatro goles y brindaste dos asistencias en ocho partidos con Melgar en el 2020, ¿estás en tu mejor momento?
Sí, empecé bien el año que estuvo espectacular con goles y asistencias. Me ilusionaba mucho, pero lastimosamente por la cuarentena no hemos podido continuar. Aún tengo mucha ilusión de continuar así, es el mejor año que he tenido y espero terminarlo de la mejor manera logrando el título con Melgar.
Tu primera experiencia en el exterior con Querétaro en 2018, ¿crees que llegó un poco tarde?
Yo creo que fue tarde (27 años), me hubiese gustado salir antes, pero las cosas se dieron así. Quizá influyó el hecho de no haber jugado dos años por la suspensión. Soy muy respetuoso de la vida, de lo que te da Dios y estoy contento en Arequipa.
¿Te gustaría una revancha y volver al exterior a tus 30 años?
Sí, sin duda. Uno anhela crecer como futbolista, persona y profesional. Si se da la oportunidad nuevamente, sería para sacarme el clavo y demostrar en el exterior lo que puedo dar.
Selección peruana
Tu debut en la selección mayor fue en Puerto La Cruz contra Venezuela por las Eliminatorias a Sudáfrica 2010. La ‘Bicolor’ perdió 3-1 e ingresaste por Nolberto Solano. ¿Qué recuerdas de ese día?
‘Chemo’ ya me había convocado en una fecha FIFA, pero no había tenido la posibilidad de ingresar y ya tenía la ilusión de poder entrar. ‘Chemo’ me había dicho que ya había pensado en meterme y esperara mi momento. Y ese día entro por Solano y fue algo muy bonito porque ‘Ñol’ ha sido ídolo de todos los jugadores de Perú, siempre que hemos estado siguiendo a la selección hemos visto sus goles. Cuando llegó el momento, solo quería disfrutarlo, quería hacer bien las cosas. Sentía mucha presión, sentía que era un buen jugador, pero son recuerdos que llevo en mi corazón porque representar a tu selección es un sentimiento único.
Y en las Eliminatorias a Brasil 2014 jugaste todo el partido contra Bolivia en La Paz, en el empate 1-1, donde das positivo en el examen antidoping por consumo de la sustancia Metilhexanamina y recibiste una sanción de dos años. ¿Cómo sucedió y cuánto te afecto ese parón?
Yo estaba permanentemente donde un nutricionista que se llama Rubén Hinojosa. Él me recetaba proteínas y suplementos para antes y después del entrenamiento. Recuerdo que esa temporada, añadí un producto y yo lo seguía consumiendo, pero nunca le informé al doctor de la selección. Yo pensaba que estaba todo bien y lo consumí hasta fin de año. El partido con Bolivia fue en octubre, la sanción llegó a Perú en diciembre y empezó en enero. Estaba ilusionado con el año que se venía porque había terminado con la San Martín una buena temporada y jugando en la selección. Cuando llega la sanción fue inesperado baldazo de agua fría. En enero valoré y sentí la pegada de lo que me estaba pasando. Fueron muy difíciles esos dos años.
En las Eliminatorias a Rusia 2018 eras convocado, pero jugaste poco. ¿Qué sentías en ese periodo?
Sentía nostalgia porque uno siempre quiere estar en la selección y se extraña mucho. Para cualquier futbolista, jugar por tu selección es importante y para mí también. Es algo muy bonito haber estado, es motivo de orgullo y ver a la selección de lejos te da nostalgia. Pero el hecho de que hayan conseguido tantos objetivos, te da mucho orgullo.
Te hubiese gustado ser parte del Mundial o eras consciente que te tocaba verlo desde afuera...
Uno siempre está con mucha ilusión y en el fútbol todo puede pasar. Yo me iba a México con la idea de hacer un buen trabajo y quizá tener chances, pero son cosas que pasan. Uno siempre tiene que ser consciente que el grupo ya estaba casi formado, que venían de hacer una Eliminatoria espectacular y que habían clasificado al Mundial de muy buena manera con muchos buenos jugadores.
¿Mantienes comunicación con Ricardo Gareca y su comando técnico?
Hace tiempo que se cortó todo, no he conversado con ellos.
Joel Sánchez - Ricardo Gareca
¿Aún piensas en la selección peruana?
Me gustaría volver a la selección, uno extraña mucho estar ahí. No de repente como revancha, pero sí con muchas ganas de volver a disfrutar de los compañeros, de los camerinos, de los partidos, de la hinchada y de seguir aprendiendo. Eso para mí sería muy bueno en estos momentos.