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Hugo García, el peruano que resistió 4 trasplantes de riñón y 30 operaciones: "Me habían deshauciado"

Hugo García Gonzales Prada fue la primera persona en recibir un trasplante de riñón en el Perú. El egresado de la UNI sobrevivió a 30 operaciones, pero falleció esperando un quinto donante.

Hugo García Gonzales Prada recibió el primer trasplante de su padre. Foto: composición LR/Andina/difusión
Hugo García Gonzales Prada recibió el primer trasplante de su padre. Foto: composición LR/Andina/difusión

Hugo García Gonzales Prada, quien estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), fue el primer peruano en recibir un trasplante renal en el Perú. Cuatro riñones recibió a hasta su muerte. Al momento de fallecer, se encontraba a la espera de un quinto donante, pero este jamás llegó.

Su nombre forma parte de la historia de la medicina peruana. Él se caracterizó por ser una persona optimista y decidida a ser feliz. Esto lo ayudó a mantener la fe en la vida a pesar de los problemas de salud que padeció.

Hugo García Gonzales Prada, el peruano que logró resistir a cuatro transplantes de riñón y 30 operaciones

Hugo García Gonzales Prada tenía solo 14 años cuando comenzó a sentir dolores en la cabeza. Su padre, a fin de aliviar el dolor de su menor hijo, lo llevó al Hospital Rebagliati para que el entonces jefe del área de Nefrología, el doctor Hernán Castillo, lo analice.

Los resultados no fueron nada favorecedores para el joven. Primero, fue operado de una fístula. Luego, a finales de 1968, tuvo que ser sometido al tratamiento de hemodiálisis.

Había pasado solo un año cuando Gonzales Prada experimentó el primer trasplante de riñón de su vida. El donante era su padre, quien estaba decidido a mantener con vida a su heredero. Sin embargo, transcurrió solo un año más y los médicos se dieron cuenta de que el organismo del joven rechazaba el órgano donado por Hugo García.

 Hugo García Gonzales Prada fue operado muy joven en el Hospital Edgardo Rebagliati. Foto: composición LR/Andina/difusión

Hugo García Gonzales Prada fue operado muy joven en el Hospital Edgardo Rebagliati. Foto: composición LR/Andina/difusión

"Faltó experiencia antes que eficiencia, pues yo tenía una compatibilidad del 100% con mi padre. Era como si me hubieran colocado mi propio riñón, pero lo perdí", dijo en 1983 a El Comercio el ingeniero industrial.

En enero de 1971, recibió su segundo riñón. Pasó nueve años con dicho órgano, pero luego se vio en la necesidad de vivir con uno nuevo. El tercero, a diferencia del segundo, tuvo un costo que fue de S/800.000. Lastimosamente, lo perdió tras hacerse algunas operaciones.

El cuarto riñón se lo colocó en 1981. El precio para obtenerlo fue mayor que el anterior: más de S/1.000.000. Tras ello, se vio en la obligación de realizar al menos tres sesiones de hemodiálisis cada semana.

¿Cuándo falleció Hugo García Gonzales Prada?

Las operaciones y el tratamiento a los que se sometió Hugo García afectaron su salud. Según reveló al citado medio local, se le desgastó la cabeza del fémur y vio un cambio negativo en su cadera. Esta situación le impidió estar sentado y le obligó a usar un bastón para caminar tramos cortos. En cambio, cuando tenía que trasladarse varios metros, usaba una silla de ruedas. Además, tuvo que dejar de trabajar como ingeniero.

Pese a esto, él mantenía el optimismo y buscaba seguir con sus tratamientos para rehabilitarse. Él buscaba conseguir un quinto donante para seguir viviendo y continuar con su vida. Sin embargo, no pudo encontrarlo. Fue así que el egresado de la UNI falleció el 9 de octubre de 1987.

 La donación de órganos es considerado un acto de amor. Foto Difusión

La donación de órganos es considerado un acto de amor. Foto Difusión

¿Cuánto tiempo puede vivir una persona con trasplante de riñón?

Una persona con riñón trasplantado tiene un tiempo de vida aproximadamente de 15 a 20 años. Por supuesto, influyen mucho los cuidados que se tenga respecto a la alimentación, actividad física, entre otros. También tiene que ver el origen del órgano, puesto que un riñón de un donante vivo tiene mejores resultados que el de un fallecido.