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“Cholo soy”: ¿la popular canción de Luis Abanto Morales es un plagio?

“Cholo soy” es una de las canciones más representativas de nuestro país. Descubre si detrás de esta composición existe un rastro de plagio.

Luis Abanto Morales inició su carrera musical en 1942 y deleitó a los peruanos con temas como "La Pitita" y "Cholo Soy". Foto: Andina
Luis Abanto Morales inició su carrera musical en 1942 y deleitó a los peruanos con temas como "La Pitita" y "Cholo Soy". Foto: Andina

Luis Abanto Morales fue un cantante y compositor trujillano que se hizo conocido gracias a su éxito musical “Cholo soy y no me compadezcas”, una canción que reivindica a los peruanos de raíces andinas. Este tema tiene una íntima relación con el poema “No me compadezcas” del argentino Boris Elkin, pues Abanto adaptó sus versos a la realidad de nuestro país para crear su canción. Conoce, a continuación, si se trató de un plagio o no.

En 1973, el cantante peruano participó en el Festival de Sullana, un certamen que reunió a los mejores representantes de nuestra música criolla. Aunque no logró ganar el premio, su magnífica interpretación de “Cholo soy” logró catapultarlo a la fama.

¿Quién fue Luis Abanto Morales?

Luis Abanto Morales nació en Trujillo el 25 de agosto de 1923, pero pasó la mayor parte de su niñez en Cajabamba, provincia de Cajamarca. Al quedar huérfano de padre, se trasladó a la capital en donde empezó su carrera de cantante. Sus temas más emblemáticos son “Cielo Serrano”, “La Pitita”, “Quiéreme”, “el Provinciano” y la música del conocido tema “Cholo soy”.

Luis Abanto

Luis Abanto Morales falleció a los 93 años. Foto: Andina

Abanto no solo recorrió con sus canciones todos los rincones de Perú, sino que las llevó también a Europa y Estados Unidos, haciendo llegar a la gente de otras tierras el encanto y sencillez del pueblo peruano.

El trabajo de Abanto aportó tanto al folklore peruano que fue reconocido por parte de la Organización de los Estados Americanos como Patrimonio Cultural Inmaterial de las Américas.

¿La canción “Cholo soy” fue un plagio?

Si bien durante muchos años, Luis Abanto Morales se promocionó como autor del éxito “Cholo Soy”, las cosas cambiaron en 1975 cuando el Diario Expreso reveló que esta canción era un plagio del poema “No me compadezcas”, que pertenecía al poeta gauchesco Boris Elkin.

Ante esta acusación, Abanto mandó una carta al diario confesando que efectivamente la letra no le pertenecía. Según sus propias palabras, un payador argentino se la concedió en agradecimiento a sus atenciones para que pudiera añadirle la línea melódica que transmitiera musicalmente el mensaje que encierra.

Luis Abando

La carta que envió Luis Abando

Desde entonces, quedó claro que la letra no le pertenecía, pero la música sí. Sin embargo, esta historia de plagio quedó en el olvido popular a los pocos meses, por lo que Abanto continuó interpretando la canción hasta el final de sus días.

El poema de Boris Elkin: “No me compadezcas”

No me compadezcas

ni me tengas lástima;

que esas son monedas

que no valen nada

y que dan los blancos

como quien da plata.

No me compadezcas

ni me tengas lástima;

nosotros los coyas

no pedimos nada;

pues faltando todo

todo nos alcanza.

Déjame en el valle

vivir a mis anchas:

trepar por los cerros

detrás de mis cabras,

pillar un quirquincho,

tener unas llamas

y echar a los vientos

la voz de mi flauta.

¿Dices que soy triste?

¿Qué quieres que haga?

¿No dicen ustedes

que el coya es sin alma,

que es como las piedras:

sin voz, sin palabras,

y llora para adentro

sin mostrar las lágrimas

¿Y si fuera cierto a qué tanta lástima?

¿No fueron los blancos

venidos de España

que nos dieron muerte

por oro y por plata?

¿No hubo un tal Pizarro

que mató a Atahualpa

tras muchas promesas

bonitas y falsas?

Y entonces ¿qué quieres?

¿Qué quieres que haga?

¿Qué me ponga alegre

como día de chaya

cuando mis hermanos

doblan las espaldas

por cuatro centavos

que ustedes les pagan?

¿Quieres que la risa

me ensanche la cara

cuando mis hermanos

son bestias de carga

llevando riquezas

que ustedes se guardan?

¿Quieres que me alegre

cuando en la montaña

viven como topos:

¡escarba y escarba!

mientras se enriquecen

los que no trabajan?

¿Quieres que me alegre

cuando las muchachas

van a casas ricas

lo mismo que esclavas?

No me compadezcas

ni me tengas lástima.

Déjame en el valle

vivir a mis anchas:

tocando mi quena,

cuidando mis cabras,

pillando un quirquincho

hilando una manta.

Déjame tranquilo,

que aquí la montaña

me ofrece sus piedras,

acaso más blandas

que esa condolencia

que tú me regalas.

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