¿Cómo quedó el avión más grande del mundo destruido por los rusos?
La perdida del Antónov An-225 ha significado una tragedia para el mundo de la aviación.
Antónov An-225, conocido como el avión más grande del mundo, fue destruido en un ataque ruso al aeropuerto ucraniano de Gostomel el domingo 27 de febrero, debido a los conflictos entre Ucrania y Rusia. Con sus 88,40 metros de envergadura y 84 de longitud, la pérdida de este ha sido considerada una de las tragedias más grandes del mundo de la aviación.
Durante unos días, se creyó que el monumental objeto de transporte podría ser recuperado y alargar su vida útil; sin embargo, esa confianza se apagó después de que un vídeo de la cadena televisiva rusa Pervy Kanal revelara la gravedad del estado en que el gran titán de la aviación ucraniana se encuentra.
Incluso, la propia compañía Antónov no aceptó al instante la pérdida de la nave, sino que informó esperar al estudio técnico de los expertos. “Hasta que no haya sido inspeccionado, no podemos informar del estado de la aeronave. Por favor, esperar a los anuncios oficiales sobre el estado del avión”, afirma la empresa en su cuenta de Twitter
Fotos y videos de cómo quedó el avión más grande del mundo tras el ataque ruso a Ucrania
Primeras imágenes del Antónov destruido. Foto: captura Twitter @trafault
Parte delantera del Ántonov destruida. Foto: captura Ykpanha
¿Cómo era el Antónov An-225?
El Antónov An-225 Mriya (sueño, en ucraniano) era uno de los grandes de la aviación mundial. Con sus seis motores y su tren de aterrizaje de 32 ruedas, poseía del récord mundial de transporte de carga aérea, con 189,9 toneladas en un solo vuelo.
Este surgió en los años por un proyecto militar soviético y voló por primera vez en diciembre de 1988. Su objetivo era poder transportar sobre el fuselaje los transbordadores espaciales soviéticos Buran; sin embargo, se detuvo con el colapso de la Unión Soviética y, al final, fue obligado a cancelarse el programa Buran. Solo se llegó a construir una unidad y parte de una segunda, de la que se completó únicamente su enorme carcasa metálica en un 70% y de la que, a día de hoy, se desconoce su estado real.