Parálisis del sueño: ¿por qué veo 'demonios' o 'fantasmas' y cómo se puede evitar? Psiquiatra lo aclara
Según especialista, existen diversos motivos que provocan parálisis del sueño por lo que una de sus recomendaciones es cambiar ciertos malos hábitos antes de ir a dormir.
En la actualidad, es cada vez más común que las personas se enfrenten a dificultades para conciliar el sueño o experimenten miedo al hacerlo, fenómeno que se relaciona con la parálisis del sueño. Este trastorno, que se manifiesta durante el periodo de descanso, genera inquietud y temor en quienes lo experimentan, llevándolos a buscar explicaciones diversas para entenderlo.
Ante ello, en entrevista para La República el Jefe del departamento de Salud Mental, del Hospital Hermilio Valdizán, Doctor Héctor León, experto psiquiatra, aclara todas las dudas sobre este mal momento que frecuentemente molesta y sobre todo explica el por qué y cómo se puede atenuar esta situación cuando vayas a descansar.
— ¿Qué es la parálisis del sueño y cuáles serían sus causantes?
— El sueño tiene dos grandes etapas, primero el sueño de relajo de los músculos y el sueño con ensueños, es decir, el sueño de los movimientos rápidos de los ojos, desde donde se tiene sueño, fantasías y otros. La parálisis del sueño se debe al cansancio, por estrés, por malos hábitos del sueño, existen personas que solo duermen 4 o 6 horas, cuando el sueño en realidad debería ser mínimo de 7 a 8 horas, esto porque, es el principal factor neurobiólogo de protección de los seres humanos, para el cerebro y la vida. Entonces, si una persona está deprimida o ansiosa y por ejemplo, bebe alcohol para disminuir estas emociones, la probabilidad de tener disturbios en el sueño aumenta.
— ¿Por qué ocurre la parálisis y qué siente la persona cuándo esto sucede?
— La parálisis del sueño ocurre cuando una persona comienza a despertar durante la fase de sueño en la que se produce el movimiento rápido de los ojos. En ese momento, el cuerpo emite una orden para que los músculos no se muevan, con el fin de evitar que el durmiente actúe físicamente lo que está soñando. Por ejemplo, si sueño que estoy corriendo y no hubiera una capacidad de inhibir mis movimientos, soñaría y saldría corriendo de mi casa como un sonámbulo. Así, la persona se despierta en ese momento, pero aún se encuentra en la fase de inhibición muscular del sueño, por lo que siente que no puede moverse, hablar o gritar.
— ¿Cuál sería el tratamiento que recomendaría usted a las personas que padecen reiteradas veces de parálisis del sueño?
— Primero se debe hacer un diagnóstico integral llamado diagnóstico psicofisiológico del sueño. Por ejemplo, si tengo un paciente que, por motivos de trabajo, solo duerme 3 o 4 horas y sufre de parálisis del sueño, debo orientarlo a que logre dormir 7 u 8 horas. Si hay depresión u otros problemas, se recomienda tratarlos.
— Las personas que tienen parálisis del sueño cuando duermen sienten que algún 'ente' los molestas, ¿realmente esto es así?
— Las personas tienen un temor intenso a la parálisis del sueño porque piensan que están enloqueciendo. Normalmente, en este estado, comienzan a ver cosas extrañas, como sombras, o a sentir sensaciones de ser tocados o de que alguien se ha sentado en su cama. Sin embargo, estas percepciones son alucinaciones del sueño, un efecto fisiológico del disturbio de las fases del sueño, que no provoca enfermedades graves ni conduce a un infarto o derrame cerebral. Por eso se recomienda mejorar o tratar las causas subyacentes, como la depresión o la ansiedad. La parálisis del sueño no está relacionada con creencias culturales, aunque muchas veces la gente cree que le han hecho brujería o que hay fantasmas visitándolos.
Las personas con parálisis del sueño pueden experimentar alucinaciones caracterizadas por sombras o la sensación de ver cosas inexistentes, escuchar ruidos o vivir situaciones extrañas. Si la persona es creyente en este tipo de percepciones culturales, puede pensar que ha sido embrujada o que algún espíritu la está molestando. Esta situación genera ansiedad o temor en el paciente, aunque en realidad no es así. Si sufre de depresión, se recomienda medicación.
— Como médico especialista, ¿qué recomendaría usted a las personas que sufren de la parálisis del sueño?
— La esencia de la vitalidad del ser humano, es el sueño. El sueño es el principal factor de reparación y protección del sistema nervioso, a buen sueño buen carácter y buen estado de ánimo, a un mal sueño, se desarrolla cólera e irritabilidad, por lo que es más propenso a desarrollar la parálisis del sueño.
— ¿Cuándo o en qué situaciones se recomienda acudir dónde un especialista?
— La parálisis del sueño puede afectar hasta al 30% de la población, aunque de manera esporádica o excepcional. Sin embargo, algunas personas la experimentan con frecuencia, y a ellas se les recomienda realizar una evaluación integral. Primero deben acudir a un médico general, y luego a un neurólogo o psiquiatra si es necesario, ya que a veces las situaciones son complejas. Sin embargo, esto tiene solución; no es una enfermedad grave, sino simplemente una alteración de los ciclos del sueño.
— Bien, y ¿qué otras actividades pueden hacer las personas para prevenir la parálisis del sueño?
— En este caso, además de un buen descanso, se recomienda adoptar hábitos saludables, entre los que destaca la importancia de realizar ejercicio físico moderado y mantener una dieta equilibrada. A veces, por factores culturales, las personas cenan de manera abundante, cuando en realidad deberían desayunar de forma nutritiva, almorzar de manera contundente y cenar muy poco, idealmente dos horas antes de dormir. Tampoco se recomienda hacer ejercicio inmediatamente antes de acostarse, ya que esto puede dificultar el sueño; lo ideal es realizar actividad física al menos cinco horas antes de dormir.
Por otra parte, también la familia es un soporte importante para las personas que sufren esta alteración del sueño, ellos brindarán el apoyo emocional que se necesita. Escuchar música antes de dormir, leer, tener contacto emocional ayudará a que este problema no sea muy persuasivo en las personas que reiteradas veces tienen parálisis del sueño.