Cultural

Francisco Vílchez, una mirada al laberinto del fauno

Dibujos. El artista peruano, que radica en Puerto Rico, hoy inaugura la muestra “Adumbratio” en la galería del Centro Cultural Ccori Wasi, en cuyas obras expresa, acaso desde el subconsciente, las complejas formas de la condición humana.

Artista Francisco Vílchez. Foto: difusión
Artista Francisco Vílchez. Foto: difusión

La descarga eléctrica ocurre en las profundidades del subconsciente y cristaliza en cierto umbral donde realidad, espejismo, alucinación y deseo se desdibujan en forma de trazos al carbón y pinceladas al óleo. Un río tumultuoso de imágenes generadas en los laberintos de la mente avanza por las corrientes del subconsciente hasta desembocar en ese océano donde se mezclan la realidad y el ensueño, un reino donde lo visible y lo invisible se estrechan en un abrazo etéreo.

Claro, he ahí a los grandes maestros ejercitando el dibujo para representar monstruos y seres mitológicos: las extrañas criaturas de Hieronymus Bosch, la grotesca oscuridad de Goya, los demonios románticos de Henry Fuseli, los seres oníricos de Odilon Redon. Y más cerca en el tiempo, los engendros biomecánicos de H. R. Giger y el oscurantismo distópico de Zdzisław Beksiński.

“A tu lista también le agregaría a Bacon, Cuevas y al sórdido hábitat del fotógrafo Joel-Peter Witkin”, dice Francisco Vílchez.

Furia. Sus personajes vienen de la imaginación y de la realidad. Foto: difusión

Furia. Sus personajes vienen de la imaginación y de la realidad. Foto: difusión

Nacido en Celendín, pero con toda una vida en Lima —estudió en Bellas Artes, se graduó en la PUCP, fue ilustrador de grandes diarios y cosechó innumerables galardones—, la de Vílchez es una danza etérea. Una sinfonía cromática que en cada trazo despide el resplandor de lo inefable. Todo desde una paleta de colores especialmente diseñada para evocar memorias no vividas y sueños olvidados. Para despertar emociones enterradas en el rincón más profundo y atormentado del ser.

Con 18 individuales anteriores, sin contar muestras colectivas nacionales e internacionales, Vílchez aterriza procedente de Puerto Rico con “Adumbratio”, voz ancestral del latín que significa “sombreado” y se expande como un manto tumultuoso sobre tres pinturas al óleo, tres recortes hard edge de trupan y dieciséis dibujos sobre papel. Una espléndida fiesta de tonos oscuros que dan plenitud a la profundidad. Una técnica maestra que da vida al declive de la luz y al gobierno de la oscuridad. Que engendra lo tridimensional y el verismo.

Y cuando el artista viste a la penumbra de misterios, cada lienzo es un pasaje hacia las honduras inexploradas de la psique. Bajo esa constelación de efebos recubiertos por la curvilínea gestualidad de mujeres voluptuosas y otros seres del inframundo solo puede habitar un artista desafiante, un intrépido explorador de los arcanos del deseo humano, ese torbellino que trasciende los límites de lo físico y se sumerge en los abismos de lo espiritual. Y, en el fondo, la belleza brillando de la manera más perturbadora posible.

 Trazos. Una de las impresionantes obras de la muestra que el artista ha dibujado en lienzos. Foto: difusión

Trazos. Una de las impresionantes obras de la muestra que el artista ha dibujado en lienzos. Foto: difusión

El dato

Inauguración. “Adumbratio” se inaugura hoy en el C. C. Ccori Wasi. Arequipa 5198, Miraflores, a las 7 p. m. Horario de visita: de lunes a domingo de 11:00 a. m. a 8:00 p. m. (incluidos feriados). Ingreso libre.