Cultural

“El dolor de la sangre”: las tormentas psicológicas en la novela debut de Kathy Serrano

En su debut novelístico, Kathy Serrano, escritora, actriz y directora de teatro peruano-venezolana, nos atrapa en la atmósfera onírica de Martha, una inmigrante que enfrentará cara a cara sus secretos más sórdidos.

La también autora de "Húmedos, sucios y violentos" lanza su novela debut, que será presentada este jueves 26 de mayo en la librería El Virrey de Miraflores. Foto: composición LR / Ricardo Sumalavia
La también autora de "Húmedos, sucios y violentos" lanza su novela debut, que será presentada este jueves 26 de mayo en la librería El Virrey de Miraflores. Foto: composición LR / Ricardo Sumalavia

La escritora, actriz y directora de teatro peruano-venezolana Kathy Serrano vuelve a la escena literaria con su debut novelístico “El dolor de la sangre” (Planeta, Colección AE&I, 2022), un título que anticipa los conflictos familiares que se abordarán en sus 200 páginas de prosa ágil y rastros que el lector estará obligado a seguir, involucrándose en la historia y asimilando los detalles sembrados por la autora.

Al igual que en la publicación de microrrelatos “Húmedos, sucios y violentos” (Estruendomudo, 2020), Serrano demuestra su divorcio resoluto con el pudor. Parece vociferar, mediante sus convicciones, que ya es hora de llamar las cosas por su nombre en esta sociedad contemporánea donde las apariencias enmascaran a lo verdadero. Con esta segunda publicación, confirma su capacidad de arrastrarnos a las más altas cúpulas de la psique humana para demostrar lo ruidoso e incómodo que puede ser adentrarse en los pensamientos de cualquier persona.

Kathy Serrano y su libro de microrrelatos "Húmedos, sucios y violentos" (Estruendomudo, 2020). Foto: composición LR / Ricardo Sumalavia

Kathy Serrano y su libro de microrrelatos "Húmedos, sucios y violentos" (Estruendomudo, 2020). Foto: composición LR / Ricardo Sumalavia

Leer e inferir los fragmentos sórdidos de la trama, desde el principio, se comparan a una fuerte insolación: es difícil moverse debajo de las sábanas, la piel arde al rojo vivo, no encontramos la posición correcta, nos preguntamos qué nos sucede; después, caemos en cuenta que ese dolor de la sangre descascara las pieles —como el aguarrás con las capas de pintura—, sentimos que el juez de la moralidad nos vigila a través de los vértices de la habitación en la que nos encontramos.

Esa es la característica indispensable en los relatos de Kathy Serrano: nos arrincona, aplica el saber inmersivo (una muestra de ello se puede identificar plenamente en el cuento “Amarilis y los Primayales”, de El día que regresamos, Pandemonium Editorial, pág. 59), nos empuja a declararnos culpables al consumir la lujuria, coquetear con el riesgo y el paroxismo de su hilo narrativo. Ella sugiere no emprender la huida, sino abrir las semillas de sus mensajes; esa invitación a los pecados capitales nos enseña a caminar desnudos, sin taparrabos ni caretas artificiales.

El convulso ritmo de la historia recae en Martha, la protagonista, una inmigrante venezolana que trabaja en el Perú utilizando como aliadas a las lentes de su cámara. Ella lleva casi una década radicando en Lima; sin embargo, Damasco, su representante, le informa que ha llegado una invitación a su despacho: unos empresarios de su país de origen la esperan en Caracas para contratarla y trabajar en una sesión fotográfica. La hija de un ministro de Estado, nuevo rostro de la política, será la modelo de esta comisión misteriosa, multicefálica.

Sin embargo, el verdadero reto consta en reencontrarse con su familia, visitar a la madre, sanar las heridas, dominar sus miedos, esos que la aterran a niveles demenciales.

Durante casi toda la novela, Martha confundirá su vida real con lo que ocurre en sus pesadillas, aquellas marismas íntimas, vergonzosas y hasta engañosas que la atan al pasado y no le permiten ver la luz de un perdón que ansía: aceptarse a sí misma. El nombre de Rodrigo, su hermano, revolotea en su cerebro, se va transformando en una tormenta psicológica. La autora, con extrema pericia, suelta pistas de qué es lo que sucedió con él y cómo estos datos repercuten en cada paso que Martha da.

Ya desde las primeras páginas, sueña con un Rodrigo colgado de una viga de su casa. Martha atina a expresar: “Él se lo buscó”. ¿Será tal vez una consecuencia de haber traicionado a alguien?, ¿una venganza del mundo del hampa?, ¿el crimen perfecto que simula el suicidio? Estas preguntas inmediatas ayudan a generarnos curiosidad sobre qué monstruosidad se esconde detrás de ese acontecimiento.

El oxígeno se va acabando para ella y esa sensación de agobio se logra transmitir al lector de turno. Martha quiere gritar y exorcizar su secreto en esta obra literaria.

En cuanto a la técnica narrativa, Kathy Serrano opta por perfilar a los personajes según escenas de su cotidianidad. No le hace falta calificarlos con adjetivos y caer en lo explícito, sino colocar elementos que el lector interpretará para proyectar una imagen clara de quienes se mueven en la trama. Acerca de Martha, nos entrega este detalle, aclarándonos que se trata de una mujer embadurnada de claroscuros: “Estira su brazo buscando el jabón de maracuyá, pero no lo encuentra (...). La espuma se desliza por la serpiente tatuada en la espalda” (pág. 11). Este sutil contraste se mantendrá a lo largo de la novela: lo dulce y lo salvaje; la candidez y el aura temeraria del papel protagónico.

La presentación del libro "El dolor de la sangre", de Kathy Serrano, se realizará en la Librería El Virrey de Miraflores este jueves 26 de mayo. Foto: Planeta

La presentación del libro "El dolor de la sangre", de Kathy Serrano, se realizará en la Librería El Virrey de Miraflores este jueves 26 de mayo. Foto: Planeta

Mediante digresiones, manejos del tiempo en la ficción o breves pausas, Kathy Serrano integra parte de su esquema ficcional con vivencias de los personajes secundarios: su madre; Carla, la hermana mayor; Marisol, la segunda hermana; Rafael, un viejo amigo de la infancia; Estefanía, la hija del ministro; entre otros.

No es casualidad que, debido a la estructura misma, el tiempo presente en el que se sitúa la novela y los diálogos elocuentes, la novela se asemeje al guion de una obra teatral o cinematográfica. Cuenta con una jerarquización fácilmente adaptable a diversos formatos, y sería blasfemia extrañarnos si algún día esta visión se materializa. La autora de “El dolor de la sangre” expone así influencias muy marcadas producto de su máster de Artes por el Instituto Estatal Ruso de Artes Escénicas de San Petersburgo y su experiencia como actriz de televisión.

Por momentos, el lenguaje utilizado parece ir dejando un campo minado. No se sabe el instante exacto en que la tormenta volverá a remecernos. La psicología de Martha, a partir de retazos oníricos y una culpa angustiosa que la carcome, se expande y luego se contrae, compone dimensiones complejas, desafía las leyes de la física:

  • “En la casa materna, Martha se ve niña, muy pequeña (...). Cada vez que entra o sale del patio está un poco más alta, un poco más adulta (...). Por fin se detiene. Ya no sonríe. No quiere hacerlo, pero mira al techo y se queda paralizada. Cientos de cuerpos colgados de las vigas (...) y todos los cuerpos muertos se sueltan de las cuerdas que rodean su cuello” (pág. 21).
  • “El fuego se esparce por la casa (...). Por otra ventana, la observa un hombre, parece su hermano (...). Las paredes rotan, se superponen, y la habitación se hace cada vez más pequeña. Un hueco verde como la espesura de la selva se abre en el suelo y la succiona” (pág. 67).
  • “Del montículo de arena, en medio de la habitación, surge una cucaracha voladora. Gigante. Roja. (...) Y de ese montículo (...) emerge Martha (...). Las cucarachas rojas y negras vuelan a su alrededor y, en un movimiento fugaz, se transforman en un torbellino que va cubriéndola de pies a cabeza hasta convertir su cuerpo en un maniquí de escamas” (pág. 85).
"El dolor de la sangre" ya está disponible en Ibero Librerías, El Virrey,  Librería Placeres Compulsivos, La Rebelde, Estruendomudo, Buensalvaje y en Buscalibre. Foto: Facebook de la autora

"El dolor de la sangre" ya está disponible en Ibero Librerías, El Virrey, Librería Placeres Compulsivos, La Rebelde, Estruendomudo, Buensalvaje y en Buscalibre. Foto: Facebook de la autora

Si bien los giros argumentales de la novela son correctos y efectivos, no se podría comentar lo mismo de ciertas metáforas repetitivas sobre la complicidad del mar, los rayos del sol o el cielo limeño tan gris, las cuales empañan el inicio de algunos capítulos. Asimismo, hubiese sido loable que Serrano se arriesgue a escribir reflexiones con enunciados largos o de mediana proporción —al menos un par de veces—, pues difícilmente la veremos traicionar su estilo trepidante de acciones cortas, urgentes.

En conclusión, “El dolor de la sangre” es un debut auspicioso para Kathy Serrano y promete perturbar a todo lector que se atreva a hurgar entre sus páginas. Ha tenido buen oído para captar la esencia de los diálogos humanos, y ese recurso aleja a los personajes del acartonamiento, los reviste de carne y espíritu, hace que los odiemos o amemos; los imaginamos delante nuestro, tejiendo una historia que va más allá de la inmigración venezolana. Lectura obligada para este 2022.

Calificación: 4.2/5