Los santos que cuidan el ganado
Religión. El Museo de Minerales Andrés Del Castillo exhibe una muestra de cajones de San Marcos, una altar portátil ante el cual los campesinos ganaderos rezan por sus animales.
Son como pequeños altares. En su interior se hallan los santos protectores del ganado. Son cajones de madera, portátiles, y se los llamó cajones de San Marcos. Además de los santos, en su interior se representaban escenas de campesinos ganaderos. Con el tiempo, cambió de temática y también de funciones. Tomó el nombre de retablo.
El Museo de Minerales Andrés Del Castillo (MAD), en el centro de Lima, actualmente exhibe la muestra “Cajón San Marcos: arte, tradición y religión”, una valiosa colección de estos artefactos originales cuya data se remonta a los XIX y XX.
“Estos cajones pertenecen a la colección personal del recordado ingeniero Guido del Castillo, fundador del MAD. Los adquirió en el Cusco entre el 2008 y 2010″, dice Pilar Berrocal, historiadora y curadora de la muestra.
Altar andino. El cajón de San Marcos se divide en dos partes. Se representaban a los santos protectores y al ganado. Foto: difusión
Las figuras están hechas casi siempre con pasta (papa hervida molida y yeso), maguey, madera y hasta piedra de Huamanga policromada.
Un San Marcos, que es también trabajo de imagineros, no es igual que un retablo.
“Su función principal es religiosa y ritual, porque encabezaba las fiestas de marcación del ganado o herranza. En provincias hay una fecha en el año en la que se marca el ganado con la letra inicial del dueño para poder reconocer al animal. Este evento es importante. Empieza con una especie de misa ante un cajón de San Marcos. Vendría a ser como un altar portátil, pero ligado solo a los campesinos que se dedica a la ganadería, nada más”, explica Pilar Berrocal.
A los santos protectores se le pedía que haya pastos, que cuiden a los ganados para que no se extravíen ni se despeñen. También que se reproduzcan.
El cajón está divido en dos partes. En la superior, se hallan los santos San Marcos, San Lucas, San Juan de Bautista, San Antonio, Santiago Apóstol y a veces Santa Inés, patrona de las cabras. Les sobrevuela el cóndor, que simboliza al wamani, el espíritu de la montaña, también protector del ganado. En la parte inferior, se recrean a los animales (vacas, zorros, ovejas, aves, cabras), escenas de herranza y de castigo a los abigeos.
En los años 40, Alicia Bustamante, coleccionista de arte popular y creadora de la peña Pancho Fierro -cuñada de José María Arguedas-, llegó a Ayacucho y conoció al maestro Joaquín López Antay.
“Fue ella quien, ante el influjo de la corriente indigenista, razones de comercialización, le sugiere al maestro López Antay cambios temáticos. Y fue ella también quien le asigno el nombre de retablo, tal como se los conoce ahora, como pieza ornamental o como documento histórico”, concluye Pilar Berrocal.
La sala. La muestra reúne un total de 34 piezas. Foto: difusión
El dato
El museo. La muestra se exhibe en el Jirón de la Unión 1030, centro de Lima. Visitas: lunes a domingo, de 10 a.m. a 5 p.m. Ingreso libre. Estará abierta hasta el mes de enero del 2022.