Cultural

El éxito de Ayón Rivas en La Scala de Milán

Bel canto. El tenor peruano debutó en este escenario mundial de la ópera con Macbeth, de Giuseppe Verdi. Elogian su talento.

Maestro. Iván Ayón Rivas en una escena de Macbeth. Cosechó vivos aplausos del público. Foto: difusión
Maestro. Iván Ayón Rivas en una escena de Macbeth. Cosechó vivos aplausos del público. Foto: difusión

Cantar en La Scala de Milán no solo requiere de una destreza única, sino también de gran templanza. A sus 28 años, el tenor peruano Iván Ayón Rivas ha debutado en sus tablas con un Macbeth que acabó en aplauso: “Sentí una emoción muy grande”, confiesa a Efe, con los nervios ya calmados y la vista puesta en un futuro prometedor.

“La primera sensación fue de tranquilidad porque había pasado lo peor, pero queda la satisfacción porque estoy haciendo las cosas bien y el camino que empieza ahora puede estar lleno de ocasiones similares”, augura por teléfono desde el vagón de un tren.

Ayón Rivas (Piura, 1993) está considerado una promesa de la lírica tanto en Perú como en Italia, donde se le ve como “uno de los talentos emergentes del momento”, por utilizar el epíteto que empleó La Scala a la hora de presentarle. Su nombre estaba anunciado en el cartel del Macbeth de Giuseppe Verdi con la que esta ópera italiana, para muchos la mejor del mundo, inauguró su temporada lírica, su “prima”, suspendida el pasado año por la pandemia. Su papel en esta adaptación musical del clásico de William Shakespeare es breve pero importante, pues debía poner rostro y voz a Malcolm, el príncipe e hijo del rey asesinado por Lord Macbeth.

Ayón Rivas cerró la función con el himno “Vittoria! Vittoria!”, que fue seguido por la ovación del exigente público de La Scala. El tenor explica que el protagonista, el barítono Luca Salsi, con quien ha coincidido en tres ocasiones “siempre tiene consejos”, lo que constata su “gran corazón”, mientras que esta era la primera vez que compartía escenario con la gran soprano Anna Netrebko.

“Trabajar con ella siempre es una experiencia enriquecedora por el modo en que controla el escenario y por su gran energía. Me preocupo muy poco de lo que puede llegar en el futuro, me preocupo de estudiar, porque lo que más espero es ver los frutos de tanto estudio”, asegura.

En cualquier caso el trabajo se acumula en la agenda de este tenor ya conocido en Italia, un país que ha recorrido de norte a sur, por ciudades como Palermo, Catania, Roma, Florencia, Turín o Módena, tierra de Luciano Pavarotti.

En la ruta de Juan Diego

Su pasión por el “bel canto” nace por admiración por “lo logrado” por la mayor voz de su país, Juan Diego Flórez, lo que le animó a estudiar canto lírico en el Conservatorio Nacional de Perú bajo la dirección de María Eloisa Aguirre, su profesora.

En el 2013 ganó el segundo premio del Concurso peruano de Canto Lírico, permitiéndole viajar a Italia, y, aunque tuvo que volver a casa, logró regresar al país europeo en el 2015 y ponerse a las órdenes de su actual maestro, el barítono Roberto Servile.

“La ópera rompe las barreras de la edad, son historias que pueden llevarse a la cotidianeidad”, promete esta joven promesa de la lírica peruana, mientras saborea las mieles del éxito.

Juan Diego Flórez

Juan Diego Flórez emocionado por su elección como director del Festival de Ópera de Rossini. Foto: Juan Diego Flórez/ Instagram