Cultural

A 239 años del inicio de la rebelión de Túpac Amaru [VÍDEO]

Historia. Un 4 de noviembre de 1780 fue capturado el corregidor Antonio de Arriaga. En Yanaoca, Wanq´oraqay, y Tungasuca se recreó el primer grito de libertad en América.

Ingreso de Túpac Amaru, Fernandito, Micaela Bastidas, Tomasa Tito Condemayta, entre otros a Tungasuca.
Ingreso de Túpac Amaru, Fernandito, Micaela Bastidas, Tomasa Tito Condemayta, entre otros a Tungasuca.

-¡Wuañuchun Arriaga! -¡Wuañuchu! (¡Muera arriaga! ¡muera!)

-¡Kausachun Túpac Amaru! -¡Kausachun! (¡Viva Túpac Amaru! ¡Viva!)

-¡Kausachun K’ana llaqta! -¡Kausachun! (¡Viva el pueblo de Canas! ¡Viva!)

-¡Hailly Tawantinsuyo! -¡Hailly! (¡Viva el Tawantinsuyo! ¡Viva!)

Túpac Amaru ingresa a Tungasuca

Túpac Amaru ingresa a Tungasuca.

Así eran los gritos de los rebeldes entre el viento y el ichu de la cordillera andina que calentaban con sus voces el ambiente, pese al intenso frío, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar.

En el paraje de Wanq’oraqay, a pocos kilómetros de Yanaoca, el paso obligado para ir a Tungasuca, Canas, Cusco, fue capturado el corregidor de Tinta, Antonio de Arriaga, junto a sus soldados. Hubo griterío, insultos, golpes, patadas, huaracazos, caídas, pedradas... sangre.

Momentos antes de la captura, un 4 de noviembre de 1780, en Yanaoca, el párroco Carlos Rodríguez invitó a varias personalidades a un ágape en su casa, en honor del cumpleaños del rey Carlos III de España y del suyo propio.

A esa celebración asistió como invitado “especial” el español Antonio de Arriaga. Allí en la mesa estuvo también José Gabriel Condorcanqui, cacique de Surimana, Tungasuca y Pampamarca, quien llegó a caballo con su esposa Micaela Bastidas y su hijo Fernandito, entre otros. En el almuerzo también se hizo presente Tomasa Tito Condemayta, cacique de Acos, y otras distinguidas personalidades cercanas al cura Rodríguez.

Durante el almuerzo, el ambiente estaba caldeado. El español hacía gala de arrogancia y altanería, trataba con desprecio a los invitados y se expresaba con desdén respecto al pueblo. José Gabriel hizo respetar a su gente y le increpó por todas las tropelías en las minas, en los obrajes y de la abusiva aplicación de impuestos.

El historiador y escritor Charles Walker describe en su libro La rebelión de Túpac Amaru (2015) que tras el almuerzo hubo discusión por el reclutamiento de mano de obra o mita para la mina de Potosí.

Fue la chispa que desató la rebelión que ya se gestaba en Túpac Amaru II al conocer de cerca, en sus viajes, todos los abusos del coloniaje español.

Elenco que escenificó el inicio de la revolución de Túpac Amaru.

Elenco que escenificó el inicio de la revolución de Túpac Amaru.

Pasado el incidente, Túpac Amaru invitó al abusivo Arriaga a su casa en Tungasuca. Este acudió a regañadientes. Tras la detención de corregidor, en Wanq’oraqay, fue llevado a puntapies y empellones junto a sus soldados a Tungasuca, donde luego de seis días fue ajusticiado en la plaza, un 10 de noviembre de 1780.

Todo lo que relato en las líneas de arriba fue recreado el pasado 4 de noviembre en los mismos lugares históricos, bajo la dirección artística de Ericson Gárate Cjuno, quien también protagonizó a Túpac Amaru. Todo ello a 239 años del primer grito de libertad y de la rebelión indígena más grande de América, como lo señala el historiador Nelson Manrique en una columna reciente en La República.

Pablo César Chaiña Carpio, alcalde del Concejo Provincial de Canas, felicitó a los actores dirigidos por Ericson Gárate. “Llevan en la sangre la herencia que nos dejó Túpac Amaru, en este pueblo rebelde. Nos sentimos orgullosos de ser caneños, en Yanaoca, Tungasuca, Surimana, Pampamarca, como en los pueblos de Acomayo, Espinar, Chumvibilcas, Canchis, los pueblos de Puno, en el Alto Perú, Bolivia y en muchos países. Aquí se inicia el grito de nuestra libertad”, sostiene.

Gárate, que por segundo año consecutivo interpreta a Túpac Amaru, revela que no podía dormir por varios días, y que la imagen del prócer estaba en su mente en todo momento.

“Desde esta tierra altiva les digo que no solo debemos enarbolar nuestro Perú cada 28 de julio, sino también recordar cada 4 de noviembre porque desde Wanq’orakay, un lugar sagrado, Túpac Amaru nos abrió las puertas a la libertad”, dijo el actor y director de teatro.

Túpac Amaru y Micaela Bastidas en Canas.

Túpac Amaru y Micaela Bastidas en Canas.

Nayra Chara, que interpretó a Micaela Bastidas, señaló que como caneña se siente orgullosa de representar a Micaela Bastidas, que luchó por la libertad de quienes fueron maltratados en estas tierras.

Similar orgullo manifiesta Verónica Ccalloquispe, interprete de Tomasa Tito Condemayta y de quien dijo era una mujer guerrera que se levantó para hacer frente al atropello español, pero que pese a 239 años la injusticia, aún persiste.

Julio Gárate interpretó al corregidor Antonio de Arriaga. “Al personificarlo tuve que recibir patadas y puñetes”. Llevó la peor parte de la escenificación.

Fernandito, el valiente hijo de Túpac Amaru y Micaela Bastidas fue interpretado por el también valiente niño Noé Nicomedes Huillca Martínez.

El papel del cura Carlos Rodríguez estuvo a cargo de Efraín T. Fernández Luna.