Mafalda, seis décadas del ícono cultural
En historietas, cine y televisión. La niña rebelde celebra 60 años mientras alistan una ambiciosa serie que cuenta con la venia de la familia de Quino.
La niña que cuestiona al mundo acaba de cumplir 60 años convertida en un ícono cultural. Recorre países, alista el proyecto de Mafalda Inmersiva y una serie en Netflix.
El último domingo, en las plazas y parques de Buenos Aires, celebraron la creación de Joaquín Salvador Lavado (Quino). Mafalda, como la conocemos, nació en 1964 y se publicó en el semanario Primera Plana y en el libro Mundo Quino. Un año antes, fue creada como parte de una fallida campaña publicitaria de electrodomésticos.
La primera vez que “la heroína de nuestro tiempo” —como la llamó Umberto Eco— dejó el papel para pasar a un formato audiovisual fue en 1973, cuando llegó a la televisión una serie de cortometrajes producidos por Daniel Mallo. Quino no tuvo injerencia y el resultado final no fue de su agrado. “Las tiras del 72 eran tal cual estaban dibujadas, pero tenían voces. Todo el mundo decía que esa no era la voz de Mafalda o la de Manolito”, dijo en el 2000. En 1981 se estrenó Mafalda, la película, dirigida por Carlos Márquez. Aunque no ganó premios, la cinta logró reconectar con los fans de la historieta y mostraba el mismo discurso que no ha perdido vigencia. También aparece en Quinoscopio y en el documental Releyendo Mafalda.
Al cumplir seis décadas de Mafalda, la prensa argentina buscó a la familia de Joaquín Salvador Lavado, fallecido en el 2020. Julieta Colombo, la sobrina de la esposa del dibujante, siguió de cerca su carrera y había sido la albacea de su obra. Cuando falleció a los 53 años, los tres sobrinos de Quino asumieron la tarea.
Guille —quien inspiró al personaje, el hermano menor de Mafalda— se encarga de la coordinación de afiches, libros y proyectos audiovisuales como la serie que dirigirá el ganador del Óscar por El secreto de sus ojos, Juan José Campanella. El director conoció a Quino durante la producción de Metegol (2013). “Es el desafío más riesgoso e importante”, dijo a La Nación sobre el proyecto que se estrenará en streaming.
Con esta imagen, Netflix anunció la próxima serie.
“En la discusión del contrato se han conservado facultades de control. Hay cosas que imagino que un grupo creativo se ve tentado a desarrollar, por eso ha sido fundamental conversar todo el tiempo, cada detalle del libreto, de las escenas. Mafalda son tiras sueltas, que tiene que tener una coherencia, que no se vaya de las manos, que no se desvirtúe; por eso permanentemente se intercambia material”. Cuando anunciaron el proyecto, Campanella declaró que su obligación es “preservar el humor, el timing y la ironía”