De ‘Perricholi’ a ‘Papá en apuros’: ¿quién es Bruno Espejo, el actor que triunfa como un marino?
Bruno Espejo, un destacado actor, ha dejado una marca indeleble en la pantalla con su participación en la exitosa telenovela 'Papá en apuros'.
'Papá en apuros', producida por Latina Televisión, es una telenovela que ha destacado gracias a las sobresalientes interpretaciones de muchos artistas, como Bruno Espejo, quien ha demostrado su habilidad junto con un elenco de primer nivel. Entre ellos resaltan nombres como Dennise Dibós, Bruno Odar y Nico Ponce, los cuales son reconocidos por su vasta trayectoria teatral. En ese sentido, la combinación de talento y experiencia de este elenco ha sido fundamental para el éxito del proyecto.
A lo largo de los años, Espejo ha demostrado su versatilidad actoral al interpretar personajes antagónicos. En esa línea, ha mostrado una profundidad y autenticidad que cautiva a la audiencia. Con una nobleza y una inocencia casi infantil, ha conquistado no solo los corazones de los espectadores, sino también ha dejado una huella perdurable en el mundo del entretenimiento. Para descubrir más detalles sobre la carrera de este actor, no te pierdas la siguiente nota de La República.
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—¿Qué te motivó a convertirte en actor?
—La verdad es que yo no empecé la carrera queriendo ser un actor, yo estaba en la Católica, estaba en Letras a punto de ingresar a Sociología y conocí a Sergio Maggiolo, que es un actor peruano que radica hoy en Londres. Él me invita a ser parte de un elenco, que se llamaba 'El señor de las moscas', que es una novela de William Golding antigua y estaban haciendo la temporada de teatro independiente en el Teatro Julieta. (...). El único acercamiento a las artes era en el colegio, era tener una banda de punk. Veía mucho cine, teatro, pero por mis papás, que eran personas muy sensibles, ellos siempre me incentivaron a ver películas, incluso recuerdo que de niño con mi mamá y mi hermana veíamos películas de Disney y hacíamos una recreación de las películas hasta que mi papá llegara de trabajar.
—¿Cómo te sientes después de haber participado en un programa tan reconocido, como 'Papá en apuros'?
—(...) Me he sentido muy feliz y los compañeros han sido maravillosos, hay actores de primer nivel, están Paulina Bazán, Joaquín Escobar, Mónica Rossi, Jano Baca, Juan Carlos Rey Castro, Luciana Blomberg. Actores formados en teatro con bastante experiencia y lo han depositado (en la serie), y el resultado es muy simpático. Yo veo las redes —por ejemplo, las de Latina—, yo no tengo TikTok, pero me agregan a los videos desde el Instagram; veo y me vacilo porque tiene como, no te miento, 5.000 likes. Es un 'boom' porque ha sabido llegar al público objetivo. Pone música de doramas y memes que a ellos les gusta, entonces creo que hay un trabajo en conjunto que se logra con la libertad que te puede dar una gerencia y el actor lo agradece. Yo, agradecido, lo he pasado muy bien.
—¿Hubo algún momento particularmente desafiante durante tu tiempo en el programa? ¿Cómo lo superaste?
—Yo hice 'Mujercitas', pero 'Mi amor, el wachimán' fue la primera vez que trabajé con Michelle (Alexander) y me tocó un personaje de un chico ajedrecista que era un nerd, pero no era tan noble, es tener mucho más perdido su armadura. (...) A diferencia de Nico Ponce, que era como su 'antítesis', ya que es un 'gilero', y el otro era un chico que se enamoraba de lo primero que veía, además de no tener las herramientas emocionales ni intelectuales para abordar esas problemáticas, ya que su lógica era el ajedrez. Sin embargo, en Pablo hay una nobleza, es mucho más puro, humilde y noble. Él no tiene miedo de mostrar lo que siente y eso es muy bonito, y a veces a mí también me pasa eso, tenemos mucho miedo decir muchas cosas y de lo que sentimos a las personas. Por ejemplo, ahorita yo en otro tipo de ambiente tendría un pánico escénico, pero te he conocido, me has dado mucha apertura.
—Sobre 'Papá en apuros', ¿cómo describirías la atmósfera entre el elenco y el equipo detrás de escena?
—Usualmente en televisión, teatro, también hay como 'cositas' entre los actores, son muy especiales, porque como es un espacio muy vulnerable y ellos ponen sus emociones, cuerpo, y pueden venir de un día horrible de su casa con mil problemas y tienen que ser los más felices del mundo, eso es complicado, el tener al frente una cámara; pero este es un elenco muy amable, yo no he visto ningún problema, ningún inconveniente entre nosotros. Más bien ha habido creo que una 'onda' de sacar adelante el proyecto, de apoyarnos mucho porque ha habido bastantes jóvenes que recién empiezan y otros más veteranos como Mónica Rossi, Bruno Odar, Ximena Díaz. El mismo Juan Carlos Rey Castro, que es relativamente joven, pero hacía de papá, Denisse Dibós. Y tenías a los más chibolos —Paulina, Jano, Matilde León— que recién están haciendo sus primeras ficciones, pero el ambiente ha sido tan inclinado a la puesta porque era una cosa nueva, teníamos que sacar adelante nuestro trabajo y creo que ha habido mucha alegría.
—¿Tienes algún momento detrás de escena que te gustaría compartir con tus seguidores?
—Lo que pasa es que yo llegué a la serie cuando la cosa estaba 'arrancada' en el capítulo 40, por ahí, y los chicos, sobre todo los que hacían de marinos: Jano, Joaquín y José Miguel, ellos tuvieron una inducción en la milicia de la Marina, como poner la mano acá, la mano al sombrero, cómo lo agarras, un montón de detalles que los personajes, estudiantes de la Marina, tienen que tener; y cuando llegué era como 'ya vamos a grabar'. No obstante, Joaquín Escobar siempre se me acercaba a decirme: "Oye, Bruno, se agarra así o se pone la mano acá", y yo de verdad que lo agradezco un montón porque, si no hubiese sido por él, me habría 'arrochado' rotundamente con la novela, puesto que nunca he hecho este tipo de personajes tan específicos y Joaquín estuvo detrás de mí siempre diciéndome como tenía que hacer, obviamente con mucha amabilidad y mucho compañerismo, y yo se lo agradezco un montón. Es un actor con mucho detalle.
¿Pablo o Jonathan? Foto: Latina
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—Muchos te conocen como Pablo de 'Papá en apuros', pero no saben que fuiste parte de 'Confesiones, historias de la vida misma', ¿cómo así participaste?
—La culpable se llama Paola León Prado, que es una directora de casting muy 'capa' e incluso hemos llegado a un taller con Roberto Ángeles porque ella es actriz también, pero se dedicó al casting y al toque me sacó y me dijo: "Tú tienes que venir acá". (...) Me pedía un casting muy pequeño, hice el casting, quedé para el papel y desde ahí: "Oye, tengo otro personaje, queremos que lo hagas tú", entonces iba a grabar y eran rodajes de un día.
—Recientemente, has colocado en tu historia sobre un acto cultural que se realizará este 5 de abril, #DictaduraNuncaMás. Sobre ello, ¿qué desafíos específicos has enfrentado como artista en Perú?
—(...) Ese narcisismo del artista nos está matando. Estamos más concentrados en entretener 24/7, en contarle a mis seguidores, qué tal mi día y qué feliz soy, cuando la vida no es felicidad absoluta, la vida no solamente son risas y sonrisas, esa es una falsedad. La vida también son problemas, hay dolor, hay tristezas y quien tiene influencia, quien tiene un público que lo sigue, tiene que abrazar esas tristezas también porque el público también la siente. Si tú le vendes al público que todo es felicidad, les está defendiendo una mentira. No es la realidad si solo te evocas a venderle productos y eslóganes, es falso.
—Asimismo, estás en parte de un nuevo proyecto denominado 'Work In Progress (WIP): la jornada', ¿de qué trata?
—Estoy en varios proyectos ahorita, estoy codirigiendo mi primera película con ayuda de EPIC Films, que es la realizadora de la escuela de cine EPIC. Lo estoy codirigiendo junto con Brian Jacobs, que es un director fascinante, creo que es de los mejores jóvenes directores que tenemos. Es una película que yo escribí, que se llama 'La jornada'. Es la historia de un migrante que trabaja en una fábrica textil y es acechaba un poco por su jefe, hasta que es invitado en estas divagaciones que tiene por el centro de Lima, un lugar donde dice que sí desea cambiar su vida. (...) También, voy a estrenar ahorita (5 de abril) dos montajes, uno en Casa Yuyachkani, ganadora un estímulo para la cultura del Ministerio de Cultura y un estímulo de la universidad Católica, se llama 'Mudarse de sí-pollito con papas', escrito por Tirso Causillas y dirigida por Nani Pease.
—¿No seguirás en pantallas?
—Por ahora en televisión no, tengo un almuerzo pendiente con alguien que por ahí me ofreció algo, pero no tengo nada cerrado; quién sabe, me gustaría, siempre estoy dispuesto a estar ahí.