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“Lightyear”, un viaje emocional al infinito y más allá: con gran ‘ideología’ de nostalgia

“Lightyear” es una refrescante mirada a la franquicia “Toy story”, con la cual Buzz no es la estrella principal, sino el vértice para una encantadora narrativa apta para todos.

"Lightyear" llega a los cines casi 30 años después de "Toy story 1". Foto: composición/Disney/Pixar
"Lightyear" llega a los cines casi 30 años después de "Toy story 1". Foto: composición/Disney/Pixar

¡Alerta! Esta nota contiene mucha libertad de pensamiento. Ante el gran revuelo por “Lightyear”, causado por la ‘advertencia’ de Cineplanet por contenido con “ideología de género” en la película, fuimos a ver esta comentada apuesta de Disney/Pixar. El resultado: una grata experiencia, que quizá un público infantil no logre apreciar de la misma manera que uno adulto.

Dejemos en claro un punto, con el cual precisamente inicia “Lightyear”: este largometraje no es una historia derivada sobre los muñecos de “Toy story”, sino que es el largometraje que Andy fue a ver en 1995, y cuya trama inspiró la línea de figuras de acción Buzz Lightyear.

Ahora, con esta precisión en mente, la recién estrenada cinta no busca establecer relación con Woody y el resto de juguetes, más bien nos muestra diversas conexiones con el astronauta que vimos en la saga matriz y eso es justamente lo que evoca un sentimiento de gran nostalgia, al menos en los que ya pasamos los 20 y pico años de edad.

Lightyear, Cineplanet

A 27 años de "Toy story", "Lightyear" finalmente se encuentra en cartelera. La película nos muestra los orígenes del guardián espacial que inspiró el astronauta de juguete de Andy. Foto: composición/difusión

Un viaje emocional hacia el infinito y más allá

La trama nos aproxima a Buzz Lightyear y a Alisha Hawthorne, un par de aguerridos guardianes espaciales que llegan a un planeta no explorado (¿Suena familiar?) para saber si hay oportunidad de establecerse ahí momentáneamente y despertar a los científicos del hipersueño.

Sin embargo, pronto se dan cuenta de que deben abortar la misión y regresar al espacio, debido a la peligrosa presencia de seres vivos que los quieren asesinar. Si bien logran ingresar a la nave, el protagonista debe alinear el curso de vuelo antes de chocar contra una montaña, pese a que la computadora asistente dice que habrá fallo inminente.

Acto seguido, colisionan y pierden el Cristal, un componente que permite el hipervuelo. Con ello, la nueva misión es desarrollar un nuevo Cristal para que puedan escapar de ahí. Para esto, les toma un año en construir las estructuras necesarias, antes de que Buzz se embarque en el primer viaje de prueba, que resulta ser un fiasco.

A su regreso, descubre que lo que para él fueron unos minutos, en la vida real han pasado cuatro años. Para soportar el sentimiento de fracaso, Hawthorne la da a su mejor amigo, un gato robot llamado Sox, quien luego se convierte en la ráfaga de frescura y diversión que necesita esta historia de madurez.

Agobiado por haber fallado, el guardián espacial decide volver al ruedo y en este proceso tiene el apoyo de su amiga. Pero con tantos intentos y el tiempo en contra para los que se quedan, “Lightyear” no tarda en asumir la muerte de quien fue una de las personas más importantes en su vida.

¿Vale la pena ver la película?

Sin entrar en mayores detalles de la historia (pese a los spoilers anteriores), es un hecho que “Lightyear” es de las mejores apuestas de Disney/Pixar de este año. No es solo que reimaginaron una versión clásica para un público que ya ha crecido, sino que lo han hecho sin perder la esencia de una saga ya posicionada en la memoria de los fans.

Es como si, al final de todo el metraje, te das cuenta por qué el juguete espacial de Andy pensaba constantemente que estaba en una misión en un planeta no explorado, cómo consiguió sus alas aerodinámicas, entiendes quién es Zurg y más detalles. Sientes que, luego de todo lo visto, puedes pensar: “Ahora todo tiene sentido”.

Aun así, el personaje con el que probablemente muchos se van a encariñar, incluso más que con el propio Buzz, es Sox, un gatito que lo tiene de todo: es muy inteligente (porque es un robot), es empático y divertido (a pesar de ser un robot).

El felino lleno de circuitos no le quita méritos al resto de sus ‘compañeros de reparto’, pero es una chispa necesaria que equilibra las actitudes tan firmes y hasta un poco pedantes de “Lightyear”, quien se luce más como un vértice para el resto de personajes y sus propios arcos de evolución.

Como lo mencionamos en líneas anteriores, el factor nostalgia está presente de inicio a fin. “Lightyear” es una película imperdible para los fieles admiradores de Disney/Pixar. No obstante, es más seguro que no logre conectar con los niños de la misma manera que lo haría con quienes crecieron viendo “Toy story”. ¿Vale la pena verla? Sí, totalmente.

"Lightyear" es la película del momento de Pixar que indaga en el personaje que inspiró a Buzz de "Toy Story". Foto: Disney

"Lightyear" es la película del momento de Pixar que indaga en el personaje que inspiró a Buzz de "Toy Story". Foto: Disney