La última noche, crítica: una Navidad apocalíptica en medio de un Gobierno conformista
Keira Knightley protagoniza una nueva comedia oscura acerca del fin del mundo, en donde una analogía con las vacunas contra la COVID-19 salta a primera vista.
La última noche acaba de llegar a la cartelera peruana. En esta nueva apuesta, dirigida por Camille Griffin, Keira Knightley interpreta a Nell, una afable madre de tres niños quien, junto con su esposo, invita a sus viejos amigos de la universidad para pasar la Navidad en una acogedora casa de campo.
Por más inocente que suena su punto de partida, apoyado en la tranquilidad de sus protagonistas, todos son conscientes de que el fin está a unas horas de distancia: una crisis mundial (en este caso una tormenta de gases tóxicos) acabará con la vida en el planeta.
A pesar de que aquella es una premisa que ha sido explorada y explotada en incontables oportunidades, la mayoría de las propuestas de este tipo han apuntado al melodrama con toques científicos, con angustia y un ambiente sombrío marcando el ritmo cada vez más rápido del metraje.
No obstante, Silent night le da un giro a ello y nos entrega un contexto despreocupado, ‘cómico’, pero severo: todos los participantes de la cena, embriagados por la alegría e incomodidad de una reunión casi familiar, tienen sus pastillas suicidas, subvencionadas por el Gobierno británico.
Sin embargo, estas ‘salidas’ no están disponibles para indigentes e inmigrantes ilegales. ¿Suena familiar? Es porque el concepto de estas píldoras, aunque no fue intención de la directora, podría ser una analogía perfectamente aplicable al proceso de vacunación contra la COVID-19.
Keira Knightley regresa a los cines con La última noche. Foto: Bf Distribution
En contraste con No mires arriba, que se vanagloria de su reparto y entrega un resultado mediocre, Silent night es menos pretenciosa, más entretenida, pero peca en errores similares a la cinta protagonizada por Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence: no es graciosa en los momentos que cree serlo y se siente sobreactuada por partes.
Dentro de todo, la crítica social se siente y su final agrega una pregunta implícita: ¿Hay escapatoria o el Gobierno nos condena sin pensarlo, sin buscar más soluciones?
Además, nos ofrece diferentes aristas sobre la reacción ante una catástrofe: tenemos a una joven embarazada que no quiere ‘asesinar’ a su hijo con las pastillas del Gobierno, mientras vemos a una familia con un bebé recién nacido que decidió acabar con su vida, entre otras comparaciones.
Pese a que la primera mitad de La última noche se siente sosa, hacia su tramo final encuentra su camino como un relato reflexivo sobre lo que significa estar al borde del abismo, en donde algunos saltan al vacío y otros esperan no morir aun cuando la arena bajo sus pies desgasta las esperanzas de un deceso indoloro.
La última noche cuenta con las actuaciones de Keira Knightley, Annabelle Wallis, Roman Griffin Davis, y más. Foto: Bf Distribution