Sylvester Stallone: Rocky y Rambo, de imbatible boxeador a héroe de guerra
El actor cumple 75 años y los celebra como un referente del género de acción en Hollywood. Repasemos dos personajes que lo elevaron al status de estrella mundial.
Sylvester Stallone es un actor que se ha forjado a sí mismo y ahora es una figura que representa gran respeto en la industria cinematográfica. Es una estrella que pasó por las necesidades menos pensadas hasta enfundarse en los lujos que otorga ser un referente con nombre propio.
El imponente héroe de acción, famoso por la rudeza de sus personajes a los que ha dado vida en una larga lista de éxitos de taquilla, ha soportado una gran cantidad de problemas en la vida real para alcanzar su actual estatus como uno de los mejores en Hollywood.
Hijo mayor de un padre italiano y una madre estadounidense, de orígenes europeos, Sylvester Stallone tuvo una educación variada y eclética. Pasó dos años, de 1965 a 1967, en el American College de Suiza antes de ir a la Universidad de Miami a estudiar arte dramático.
Sylvester Stallone protagonizó Rocky en 1976. Foto: Instagram/sylvesterstalloneofflcial
Sin embargo, afrontó un duro golpe de realidad cuando llegó a Nueva York, donde presenció el verdadero escenario que le espera a un joven aspirante a actor que intenta abrirse paso en la industria. Por ello, al verse puesto contra las cuerdas por la renta de su habitación, tuvo que dormir en una terminal de autobuses de la ciudad.
Su desdicha y desesperación le obligaron a protagonizar un título para adultos en 1970, de la que recibió unos cuantos dólares. No obstante, todo estaría por cambiar gradualmente cuando consiguió algunos cameos en largometrajes como Klute (Alan J. Pakula), Bananas (Woody Allen), entre otras.
Aquellos papeles le permitieron ganar reconocimiento suficiente para que en 1976, cuando tenía 30 años, se convirtiera en guionista y protagonista de Rocky, el primer gran papel que lo posicionaría como el eterno boxeador del cine.
La cinta, dirigida por John G. Avildsen, fue todo un despertar en la carrera de Stallone y el reinicio que necesitaba en su vida, pues dicha producción estuvo nominada a diez categorías en los premios Óscar, en los que se destacaron los apartados más importantes que puede otorgar la Academia.
Pese a que solo logró llevarse tres estatuillas doradas (mejor película, director y montaje), el genuino recibimiento del largometraje y la historia que presentó a los espectadores, le valió el cariño de millones de personas en el mundo, lo cual motivó a que se creara todo un universo en torno a Balboa, en el que se incluye Creed, un spin-off de la entrega original.
En 1982, con un tercer filme del boxeador en marcha y una figura de gran respeto asentada en las altas esferas de Hollywood, Sylvester Stallone se embarcó en un nuevo proyecto: Rambo, su segundo más icónico personaje con el que solo terminó de asentar su ya confirmado dominio de la escena cinematográfica.
Con ello, Stallone se convirtió en una de las mayores estrellas de acción del mundo. Si bien no fue nominada de la misma manera que logró Rocky, no hay duda de que ambos son de sus representaciones más recordadas a lo largo de los años.
Es innegable que ver al actor en sus futuras producciones siempre nos evoca esas escenas en el cuadrilátero o recorriendo la selva armado tan solo de un cuchillo. Aunque la carrera del actor aún tiene mucha madeja de donde hilar, fue en los años 80 cuando su trayectoria se elevó a su máximo potencial y cuando sus épocas de sufrimiento en lo más bajo de Hollywood rindieron frutos.