El chavo y la Chilindrina: la dura batalla legal de 12 años que acabó con su amistad
¿Dinero antes que amigos? Lo que inició con un homenaje, terminó en un enredo judicial por el personaje que la llevó a la fama.
El chavo del ocho, una de las series mexicanas más famosas del mundo, sigue vigente pese a 40 años de haber finalizado en la televisión.
Con actores que lograron fama mundial por los papeles que interpretaron, muchos de ellos comenzaron a alejarse del show junto a sus personajes en medio de la transmisión, algo que inició batallas legales con Chespirito. Quizás el caso más sonado fue el de María Antonieta de las Nieves.
Como lo mencionamos en una nota anterior, en el 2015, la actriz reveló en su libro autobiográfico que no recibía un buen pago por su trabajo en El chavo del 8, sobre todo sabiendo lo comercializada que era la serie por Televisa y Gómez Bolaños. Tras el fin del show, ella quiso seguir usando el personaje, pero no fue nada fácil.
Tras varias años de disputa, De las nieves recibió una demanda de parte de Chespirito y Televisa por los derechos de su personaje, proceso que inició en el 2001. En una entrevista con la cadena Univisión, la Chilindrina confirmó en el 2013 que, tras 12 años de litigio en México, el caso llegó a su fin.
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¿Cómo inició este juicio por los derechos de la Chilindrina?
María Antonieta de las Nieves contó que en el año 2000 Televisa realizó un homenaje a Chespirito, evento que participó junto a Edgar Vivar. Ella le planteó a la empresa realizar un disco conmemorativo, se lo aceptaron, pero antes debía firmar un engorroso contrato.
“Lo que querían hacer en realidad era que firmara un contrato inmenso con el cual me quitaban los derechos del personaje. Me molesté. Quién diría que tiempo después me sorprendería así”, comentó en su autobiografía.
María Antonieta de las Nieves y su libro en el 2015 - Crédito: Difusión
De acuerdo a la actriz, los problemas no datan del 2000, sino de años atrás, en la década de los 70, cuando El chavo del 8 estaba en lo más alto de su popularidad.
“Él dio el nombre a los personajes, pero nosotros les dimos vida. Chespirito nos dijo que el día que acabara El Chavo cada quien hacía lo que quisiera con el papel. Así lo hice, me dio visto bueno, pero luego se arrepintió y me dijo que ya no”, comentó a Univisión.
Tras disputas legales, pagos a abogados y demás, la intérprete contó que la sentencia se dio en última instancia y la otra parte, la familia de Gomez Bolaños, no tuvo posibilidad de apelar.