Ciencia

Estudio revela que las sartenes de teflón liberan miles de microplásticos por cada arañazo

Los compuestos químicos en sartenes de teflón están relacionados con problemas de salud. Los expertos sugieren optar por utensilios sin teflón y evitar rasguños para reducir la exposición a microplásticos.

Un arañazo en la superficie del revestimiento antiadherente de teflón puede desprender más de 9.000 micro y nanopartículas de plástico. Foto: IStock
Un arañazo en la superficie del revestimiento antiadherente de teflón puede desprender más de 9.000 micro y nanopartículas de plástico. Foto: IStock

Un estudio publicado en Science of The Total Environment reveló que un simple arañazo en el recubrimiento de teflón libera hasta 9.100 partículas de microplásticos. Esta contaminación invisible, proveniente de los sartenes antiadherentes y la degradación del teflón, preocupa a los científicos por sus posibles efectos en la salud humana y el medioambiente.

Investigadores de las universidades de Newcastle y Flinders emplearon tecnología avanzada de escaneo molecular para analizar el desgaste de estos utensilios. Sus hallazgos muestran que una sartén dañada puede desprender hasta 2,3 millones de microplásticos y nanoplásticos durante su uso, un factor que plantea interrogantes sobre el impacto del teflón en la salud y la contaminación por microplásticos en los alimentos.

¿Por qué los sartenes de teflón pueden ser peligrosos?

El teflón es un material ampliamente utilizado en utensilios de cocina debido a su capacidad antiadherente. Sin embargo, su uso no está exento de riesgos. El desgaste del recubrimiento puede hacer que fragmentos diminutos se mezclen con los alimentos, aumentando la exposición a sustancias químicas dañinas.

 Los PFAS tienen propiedades cancerígenas, así como toda una serie de problemas de salud.

Los PFAS tienen propiedades cancerígenas, así como toda una serie de problemas de salud.

Las sartenes recubiertas con este material contienen compuestos conocidos como sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), que han sido relacionadas con problemas hormonales, hepáticos y potenciales efectos cancerígenos. Según el estudio, estas micropartículas pueden acumularse en el organismo y persistir en el ambiente por décadas, razón por la cual los PFAS han sido catalogados como químicos perpetuos.

¿Qué son los PFAS y por qué están en los sartenes?

Los PFAS son compuestos químicos sintéticos utilizados en diversas industrias por su resistencia al agua, la grasa y el calor. Aunque se encuentran en textiles, envases de alimentos y productos de limpieza, su uso en utensilios de cocina genera especial preocupación.

 El estudio demuestra que incluso una pequeña grieta en el revestimiento antiadherente puede desprender miles de partículas potencialmente nocivas.

El estudio demuestra que incluso una pequeña grieta en el revestimiento antiadherente puede desprender miles de partículas potencialmente nocivas.

Antes de 2013, muchas sartenes de teflón contenían PFOA (ácido perfluorooctanoico), un compuesto eliminado del mercado tras descubrirse su relación con cáncer de riñón y testículos. No obstante, los nuevos PFAS aún están bajo estudio, y algunos han mostrado efectos adversos similares.

¿Cómo evitar la contaminación de los alimentos por teflón?

Reducir la exposición a los microplásticos en sartenes y evitar el contacto con PFAS en la cocina es clave para la salud. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Elegir materiales alternativos: Optar por sartenes ecológicas, como las de hierro fundido, acero inoxidable o cerámica.
  • Evitar utensilios metálicos: Usar cucharas y espátulas de silicona o madera para prevenir arañazos en el revestimiento.
  • No sobrecalentar los sartenes antiadherentes: Temperaturas extremas pueden degradar el teflón y aumentar la liberación de partículas.
  • Sustituir los sartenes dañados: Un recubrimiento desgastado o con grietas debe reemplazarse para evitar la contaminación de los alimentos.

El impacto del teflón en la salud sigue siendo un tema de investigación. Mientras se estudian sus efectos a largo plazo, reducir su uso en la cocina y optar por utensilios más seguros son pasos clave hacia una cocina libre de microplásticos.