Ciencia

Conoce al cocodrilo prehistórico de hace 100 millones de años hallado en Corea del Sur: corría erguido y cazaba dinosaurios

El Batrachopus grandis pone de manifiesto que la evolución puede tomar rutas inesperadas, desafiando las ideas preconcebidas y mostrando una biodiversidad más amplia de lo que se pensaba.

Estos cocodrilos medían 4 metros de largo y pesaban 454 kilogramos, según paleontólogos. Foto: Esquire.
Estos cocodrilos medían 4 metros de largo y pesaban 454 kilogramos, según paleontólogos. Foto: Esquire.

Un reciente análisis de huellas fósiles prehistóricas ha permitido descubrir que, hace 120 millones de años, ciertos cocodrilos eran capaces de correr erguidos sobre sus patas traseras. Este comportamiento, documentado en el periodo Cretácico temprano, sugiere que estos reptiles no solo se desplazaban de forma bípeda, sino que también podían cazar dinosaurios. El descubrimiento, publicado originalmente en la revista Scientific Reports, ofrece una perspectiva novedosa sobre la evolución y el estilo de vida de estos antiguos depredadores.

Los investigadores encontraron huellas que sugieren que estos cocodrilos, a diferencia de sus descendientes modernos, poseían una estructura corporal que les permitía adoptar una postura bípeda. Este hallazgo no solo desafía la imagen tradicional de los cocodrilos como criaturas semiacuáticas, sino que también plantea preguntas sobre su papel en el ecosistema de la época, donde coexistían con los dinosaurios.

 Huellas halladas en Corea del Sur demuestran el andar bipedal de este depredador. Foto: Kyung Soo Kim/CUE.

Huellas halladas en Corea del Sur demuestran el andar bipedal de este depredador. Foto: Kyung Soo Kim/CUE.

El estudio de estas huellas, que se han conservado en sedimentos de hace más de un siglo, proporciona información valiosa sobre la locomoción y la caza de estos reptiles. Los científicos creen que estos cocodrilos bípedos eran depredadores ágiles, capaces de moverse rápidamente en tierra firme, lo que les permitía cazar presas más grandes, incluidos algunos dinosaurios.

¿Cómo eran los cocodrilos bípedos?

Los cocodrilos que corrían erguidos presentaban características físicas adaptadas a su estilo de vida. Su estructura ósea y muscular les permitía sostener su peso en dos patas, lo que les confería una ventaja en la caza. Además, sus extremidades posteriores eran más robustas y largas en comparación con las de los cocodrilos actuales, lo que les proporcionaba mayor estabilidad y velocidad.

Estas adaptaciones no solo les ofrecían ventajas en la locomoción, sino también en la caza. Al desplazarse erguidos, podían abarcar un campo visual más amplio, lo que les ayudaba a detectar presas a mayor distancia. Asimismo, esta posición bípeda les daba la capacidad de atacar desde un ángulo diferente al de los depredadores cuadrúpedos, aumentando sus posibilidades de éxito al acechar dinosaurios y otros animales.

El ecosistema del Cretácico temprano

Durante el Cretácico temprano, la Tierra estaba habitada por una diversidad de especies, incluidos los dinosaurios. Los cocodrilos bípedos ocupaban un nicho ecológico único, compitiendo con otros depredadores. Su capacidad para moverse en tierra firme les permitía acceder a diferentes hábitats y recursos alimenticios, lo que les daba una ventaja competitiva en un entorno lleno de desafíos.

 El Allodaposuchus, el cocodrilo prehistórico que convivió con los dinosaurios en el Pirineo. Foto: El Debate.

El Allodaposuchus, el cocodrilo prehistórico que convivió con los dinosaurios en el Pirineo. Foto: El Debate.

La competencia con otros depredadores del Cretácico temprano era intensa, ya que este periodo estuvo marcado por una gran proliferación de carnívoros. Los cocodrilos bípedos, sin embargo, lograron destacar gracias a su combinación de velocidad, fuerza y adaptabilidad.

A diferencia de los cocodrilos modernos, que son principalmente acuáticos y cazan emboscando, estos antiguos reptiles demostraron una capacidad excepcional para moverse y cazar en tierra, lo que les permitió diversificar sus hábitos alimenticios y sobrevivir en un entorno altamente competitivo.

Implicaciones del descubrimiento

Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre la evolución de los cocodrilos, sino que también invita a reconsiderar la dinámica de los ecosistemas prehistóricos. La existencia de cocodrilos bípedos que cazaban dinosaurios sugiere que la competencia entre especies era más compleja de lo que se pensaba anteriormente. Además, plantea interrogantes sobre cómo estos reptiles se adaptaron a los cambios ambientales a lo largo de millones de años.

El análisis de las huellas prehistóricas ha revelado un fascinante capítulo en la historia de los cocodrilos. Estos reptiles bípedos, que cazaban en un mundo dominado por los dinosaurios, nos ofrecen una visión única de la evolución y adaptación de las especies en un entorno en constante cambio. A medida que continúan las investigaciones, es probable que surjan más descubrimientos que profundicen nuestra comprensión de estos antiguos depredadores.