Encuentran en Suiza una punta de flecha de hace 3.000 años fabricada con material extraterrestre
El artefacto contiene hierro extraído del meteorito de 'Kaalijarv', un objeto de gran tamaño que cayó en territorio de la actual Estonia.
Investigadores de la Universidad de Berna (Suiza) descubrieron una punta de flecha aparentemente fabricada a partir de hierro meteórico proveniente del meteorito de 'Kaalijarv'. Si bien el artefacto fue hallado en el siglo XIX, no se habían presentado sospechas de que el material del objeto haya sido de origen extraterrestre. Por eso, en su momento no pasó de un descubrimiento arqueológico.
Desde su hallazgo, el arma prehistórica fue parte de la colección del Museo Histórico de Berna y no fue hasta que se empezaron a realizar búsquedas de artefactos fabricados con hierro meteórico dentro colecciones arqueológicas existentes, que los científicos descubrieron que la punta de flecha estaría compuesta material externo al planeta.
Los elementos que conforman el arma provendrían de un yacimiento de finales de la Edad de Bronce (900-800 a. C.), en la comuna suiza de Morigen, según un estudio publicado en la revista Journal of Archeology Science. Asimismo, también se encontró alquitrán de madera en la parte posterior de la punta, lo cual indica que en algún momento estuvo sujeta a un astil.
PUEDES VER: Científicos advierten que la costa de Perú se hace más verde: ¿por qué debe preocuparnos?
Origen del hierro encontrado en la punta de flecha
Si bien en un inicio los investigadores creyeron que el hierro encontrado provenía del meteorito 'Twannberg', por la cercanía de sus fragmentos, los autores del estudio descubrieron en el artefacto una combinación de minerales que no coincidían con el meteorito en mención: Taenita y aluminio-26.
Tras este descarte, se concluyó que el meteorito de 'Kaalijarv', el cual cayó durante la Edad de Bronce (aproximadamente 1500 a. C.), sería el origen más probable de la punta de flecha, pues el hierro meteórico encontrado es compatible con meteoritos de su tipo (IAB). Además, se supo que los restos de ese bólido se encuentran a unos 1.600 kilómetros del lugar donde se halló el artefacto.