Ciencia

COVID-19: cuarta dosis de vacuna no aporta nuevos beneficios en adultos jóvenes, según estudio

Los resultados muestran que la protección máxima se logra con la tercera dosis y que una cuarta dosis solo restaura los niveles de anticuerpos que se pierden con el tiempo.

Una mujer se vacuna contra la COVID-19 en un centro médico instalado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), el 8 de diciembre. Foto: Rodger Bosch / AFP
Una mujer se vacuna contra la COVID-19 en un centro médico instalado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), el 8 de diciembre. Foto: Rodger Bosch / AFP

Una cuarta dosis de las existentes vacunas de ARN mensajero (mRNA) contra la COVID-19 —como la de Pfizer o la de Moderna— puede tener apenas “beneficios marginales” para los adultos jóvenes y sanos, según un nuevo estudio israelí publicado este miércoles 16 de marzo.

Los autores del estudio, dirigido por Gili Regev-Yochay, indicaron que, según su investigación, la respuesta inmunitaria de la vacuna diseñada contra la cepa original del coronavirus alcanza su techo con tres dosis. En tanto, los refuerzos adicionales solo restablecían el nivel de anticuerpos disminuido, en lugar de llevarlo a niveles más altos.

La investigación, que fue compartida en una carta dirigida a la revista New England Journal of Medicine, evaluó a 270 trabajadores sanitarios del Centro Médico Sheba de Tel Aviv, quienes recibieron una segunda dosis de refuerzo (cuarta dosis) de las vacunas Pfizer o Moderna, cuatro meses después de recibir inicialmente tres vacunas Pfizer.

Se hizo una comparación con los participantes de un grupo de control que solo había recibido tres dosis de Pfizer, con la edad media de los dos grupos oscilando entre los 18 y 39 años.

Los científicos determinaron que quienes recibieron una cuarta dosis de Pfizer tenían un 30% menos de probabilidades de infectarse que los que recibieron tres dosis, mientras que los que recibieron Moderna tenían un 18% menos de probabilidades.

“Observamos una baja eficacia de la vacuna contra las infecciones en los trabajadores sanitarios, así como cargas virales relativamente altas que sugerían que los infectados eran contagiosos. Por lo tanto, una cuarta vacunación en trabajadores sanitarios jóvenes y sanos puede tener solo beneficios marginales”, señalaron.

En general, la cuarta inyección resultó ser segura y aumentó los anticuerpos neutralizantes contra ómicron y otras variantes a niveles comparables a los de justo después de la tercera dosis (antes de que empezaran a disminuir con el tiempo).

“Nuestros resultados sugieren que la máxima inmunogenicidad (capacidad de generar respuesta inmune) de las vacunas de ARNm se logra después de tres dosis y que los niveles de anticuerpos pueden restaurarse con una cuarta dosis”, escribieron los autores.

Con información de AFP.