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Ciencia

“Estamos presenciando el inicio de la sexta extinción masiva en la historia de la Tierra”

Un estudio en animales invertebrados revela evidencia de que la vida en la Tierra ha ingresado en un nuevo proceso de extinción masiva.

Conchas de caracoles terrestres de Rurutu (Islas Australes, Polinesia Francesa) extintas antes de que fueran recolectadas y descritas científicamente. Foto: O. Gargominy, A. Sartori.
Conchas de caracoles terrestres de Rurutu (Islas Australes, Polinesia Francesa) extintas antes de que fueran recolectadas y descritas científicamente. Foto: O. Gargominy, A. Sartori.

La vida en la Tierra tiene más de 3.500 millones de años, y en todo ese tiempo ha sufrido cinco eventos de extinción masiva provocados por importantes fenómenos naturales. En la actualidad, muchos expertos advierten que está en marcha una sexta extinción masiva, esta vez causada totalmente por actividades humanas.

Un equipo de biólogos de la Universidad de Hawái (UH) en Manoa y el Muséum National d’Histoire Naturelle en París, publicaron esta semana, en la revista Biological Reviews, una evaluación profunda de la evidencia de este nuevo proceso de extinción.

“Las tasas de extinción de especies aumentaron drásticamente y la disminución de la abundancia de muchas poblaciones de animales y plantas está bien documentada, pero algunos niegan que estos fenómenos equivalgan a una extinción masiva”, dice Robert Cowie, autor principal del estudio y profesor del Centro de Investigación de Biociencias del Pacífico de la UH Manoa.

“Esta negación se basa en una visión sesgada de la crisis que se centra en los mamíferos y las aves e ignora a los invertebrados, que por supuesto constituyen la gran mayoría de la biodiversidad”, añade.

El zoólogo Robert Cowie observando conchas de caracol. Foto: Universidad de Hawái.

El zoólogo Robert Cowie observando conchas de caracol. Foto: Universidad de Hawái.

La sexa extinción masiva está en proceso

Al extrapolar las estimaciones obtenidas para los caracoles terrestres y las babosas, Cowie y sus coautores calcularon que desde el año 1500 la Tierra ya podría haber perdido entre el 7,5 y el 13% de las dos millones de especies conocidas.

“Incluir a los invertebrados fue clave para confirmar que, efectivamente, estamos presenciando el inicio de la sexta extinción masiva en la historia de la Tierra”, afirma Cowie.

Conchas de caracoles terrestres de Rurutu (Islas Australes, Polinesia Francesa) extintas antes de que fueran recolectadas y descritas científicamente. Foto: O. Gargominy, A. Sartori.

Conchas de caracoles terrestres de Rurutu (Islas Australes, Polinesia Francesa) extintas antes de que fueran recolectadas y descritas científicamente. Foto: O. Gargominy, A. Sartori.

Sin embargo, la situación no es la misma en todas partes. Aunque las especies marinas enfrentan amenazas importantes, no hay evidencia de que la crisis esté afectando los océanos en la misma medida que el suelo.

En tierra, las especies insulares, como las de las islas hawaianas, se ven mucho más afectadas que las especies continentales. Y la tasa de extinción de las plantas parece menor que la de los animales terrestres.

Desafortunadamente, junto con la negación de la ciencia que se afianza en la sociedad moderna, el nuevo estudio señala que algunas personas también niegan que la sexta extinción haya comenzado. Además, otros lo aceptan como una trayectoria evolutiva nueva y natural, ya que los humanos son solo otra especie que desempeña su papel natural en la historia de la Tierra.

Algunos incluso consideran que la biodiversidad debe manipularse únicamente en beneficio de la humanidad, pero ¿beneficio definido por quién?, se preguntan los autores.

Los humanos son la única especie capaz de manipular la biósfera a gran escala”, enfatiza Cowie. “No somos simplemente otra especie que evoluciona frente a las influencias externas. Por el contrario, somos la única especie que tiene una elección consciente con respecto a nuestro futuro y el de la biodiversidad de la Tierra”.

Para combatir la crisis, varias iniciativas de conservación han tenido éxito para ciertos animales carismáticos. Pero estas iniciativas no pueden dirigirse a todas las especies, y no pueden revertir la tendencia general de extinción de especies. Sin embargo, es fundamental continuar con estos esfuerzos, seguir cultivando una maravilla para la naturaleza y documentar la biodiversidad antes de que desaparezca, señalan.

“A pesar de la retórica sobre la gravedad de la crisis, y aunque existen soluciones correctivas y se señalan a la atención de los responsables de la toma de decisiones, está claro que falta voluntad política”, sostiene el zoólogo.

“Negar la crisis, aceptarla sin reaccionar o incluso alentarla constituye una derogación de la responsabilidad común de la humanidad y allana el camino para que la Tierra continúe en su triste trayectoria hacia una sexta extinción masiva”, finaliza.

Con información de la Universidad de Hawái.