El telescopio James Webb ha aumentado su vida útil por 5 años más, asegura la NASA
Debido a su lanzamiento preciso y dos maniobras exitosas, el telescopio más potente de la historia guarda suficiente combustible para operar diez años o más.
El telescopio James Webb (JWST), el observatorio más potente jamás construido por el hombre, ya se encuentra rumbo al segundo punto de Lagrange (L2), ubicado a más de un millón y medio de kilómetros de la Tierra. Desde ese lugar y con sus instrumentos a bordo, tendrá una visión privilegiada de las galaxias y estrellas más lejanas.
Ahora, tras un análisis de su recorrido, la NASA ha asegurado que el telescopio JWST ha ahorrado tanto combustible como para extender su vida útil por más de cinco años, el límite mínimo que se estima. Incluso, la agencia espacial incluso ha sugerido que podría funcionar por más de una década, pero todo dependerá de sus próximos movimientos.
El prometedor Webb ha conservado gran parte del combustible debido a la precisa dirección a la que apuntó el cohete Ariane 5, donde viajó acoplado la mañana del 25 de diciembre en un evento histórico que se concretó luego de casi tres décadas.
A las 7.20 a. m. el James Webb despegó al espacio en un cohete de ArianeSpace y dio inicio a una nueva y emocionante década de la ciencia. Foto: captura de pantalla de Youtube / NASA
Además, el suministro tampoco se ha visto comprometido gracias a sus dos primeras maniobras de corrección de curso (MCC, por sus siglas en inglés), que se realizan con los propulsores de cohetes incorporados a la máquina. Estos impulsos son esenciales para corregir el rumbo del Webb, y el tiempo que dure la operación es un factor determinante.
La primera maniobra sucedió el 25 de diciembre, a doce horas de su despegue, y duró 65 minutos en total. Este movimiento hizo que Webb aumente su velocidad a 72 km/h. La segunda operación se dio el 27 de diciembre y duró 9 minutos y 27 segundos. Como resultado, aceleró a 100 km/h.
A diferencia del Hubble, el James Webb no ha sido diseñado para ser reparado por astronautas, por eso depende tanto de su combustible. Cuando su provisión se agote, su vigilancia del cosmos acabará.
Última imagen del telescopio James Webb, ya desacoplado del cohete de ArianeSpace, en el vacío del espacio. Foto: NASA
Si Webb funciona exitosamente como se espera, la NASA destinará misiones robóticas que se acerquen a este y le suministren gasolina. Mientras tanto, sin embargo, no hay ningún plan en concreto.