Ciencia

Detectan en nuestro sistema solar un extraño objeto que no encaja con nada conocido

El cuerpo celeste fue visto moviéndose como un asteroide, pero comenzó a desprender una cola como si fuera un cometa.

Asteroide-cometa 2005 QN173
Asteroide-cometa 2005 QN173

Un equipo de astrónomos ha identificado un extraño objeto que viaja por nuestro sistema solar como un asteroide común, pero tiene una cola como la de un cometa. Sin embargo, no es ninguno de los dos tipos de cuerpos celestes, sino una curiosa mezcla de ambos, sostiene la investigación aceptada para ser publicada en The Astrophysical Journal Letters.

Los cometas —formados de hielo, polvo y roca— son conocidos por viajar trayectos alargados y extensos, manteniéndose a bajas temperaturas más allá de la órbita de Neptuno y evaporándose cada vez que hacen su mayor acercamiento al Sol (perihelio). Por el contrario, los asteroides —más resistentes por su composición de metal y rocas— tienen órbitas circulares alrededor de la estrella.

Según la descripción de los autores del nuevo estudio, el objeto llamado 2005 QNT13 se ajusta a la definición de un cometa por su aparente composición: una cabeza sólida rodeada de una nube de polvo y gas y una extensa cola de polvo. No obstante, orbita en el cinturón de asteroides ubicado entre Marte y Júpiter.

Órbita de 2005 QNT173 comparada con el del cometa Halley. Foto: Henry H. Hsieh

Órbita de 2005 QNT173 comparada con el del cometa Halley. Foto: Henry H. Hsieh

La mayor sorpresa de los expertos sucedió tras comparar los diversos registros de archivo de 2005 QNT13 con observaciones recientes. A su cabeza o núcleo, de 3.2 km de diámetro, le seguía una cola de 720.000 km de largo y 1.400 km de ancho, demasiado estrecha para un cometa.

Esta característica sugiere que el polvo sale a una velocidad demasiado lenta, pero este proceso impediría que escape de la gravedad del núcleo. Por tanto, “algo más podría estar ayudando al polvo a escapar”, dijo en un comunicado Henry Hsieh, autor principal de la nueva investigación y científico del Instituto de Ciencias Planetarias.

“Esta dualidad y difuminación del límite entre lo que antes se pensaba que eran dos tipos de objetos completamente separados, asteroides y cometas, hace que estos objetos —como 2005 QNT13— sean tan interesantes”, añadió.

En febrero del 2026, los astrónomos planean presenciar al objeto desde el hemisferio sur, cuando podría volver a evaporarse y revelar sus más esquivos secretos.

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