Ciencia

Tras 40 años ciego, hombre recupera parcialmente la vista gracias a terapia

A través de una técnica llamada optogenética, científicos alteraron las células de la retina del paciente para que pueda detectar ciertos objetos.

Imagen del paciente evaluando si había o no un vaso encima de la mesa blanca. Foto: Sahel, JA., Boulanger-Scemama, E., Pagot, C. et al. / Nature Medicine
Imagen del paciente evaluando si había o no un vaso encima de la mesa blanca. Foto: Sahel, JA., Boulanger-Scemama, E., Pagot, C. et al. / Nature Medicine

Un equipo internacional de investigadores ha restaurado de manera parcial la visión de un hombre de 58 años mediante una terapia genética, con la cual alteraron las células ganglionares de su retina para volverlas sensibles a la luz.

La persona que se sometió al tratamiento optogenético había perdido la visión completamente como consecuencia de padecer retinosis pigmentaria (RP), una enfermedad progresiva y hereditaria, relacionada a mutaciones en 71 genes diferentes.

Ese mal afecta a unas dos millones de personas alrededor del planeta, pero este enfoque de estudio, cuyas páginas han sido subidas a la revista Nature Medicine, le otorga un haz de esperanza a quienes lo sufren.

Los científicos le colocaron al paciente unas gafas estimulantes y él pudo detectar un cuaderno, una caja de grapas, vasos de vidrio y pasos de cebra peatonales. Previamente, se le había administrado una inyección intravítrea (dentro de los ojos) de células ganglionares retinianas y una proteína especial.

El hombre había sido diagnosticado de retinosis pigmentaria hace 40 años. El equipo de investigación explica que antes y después de la inyección, le realizaron varios exámenes y evaluaron la anatomía de su retina durante 15 visitas en 84 semanas.

Tras siete meses de entrenamiento visual, según el estudio, el paciente reportó signos de mejoría al usar las gafas.

El Dr. Jose-Alain Sahel, presidente de oftalmología de la Universidad de Pittsburgh y autor principal del artículo, mencionó: “Este es el primer paciente que informa algún tipo de mejora a través de la optogenética”.

“El cerebro tiene que aprender un nuevo lenguaje proveniente de la retina, porque lo que estas células ganglionares le están diciendo al cerebro no es la actividad normal de las células ganglionares”, argumentó el Dr. Botond Roska, director fundador del Instituto de Molecular y Oftalmología clínica de Basilea, Suiza.

Leyendo el electroencefalograma, vieron que el cerebro del paciente respondía a la información visual del ojo; sin embargo, los científicos desestiman que este procedimiento otorgue facultades de distinguir rostros o leer, es decir, hay ciertas limitaciones.

Tal y como dijo el Dr. Roska, reconocer una cara necesita otro nivel de resolución. “Esto todavía no es posible con el enfoque que estamos usando”, aseguró. Pese a ello, la aplicación del experimento será muy importante para mejorar la vida de una persona ciega.

Por la pandemia actual de COVID-19, los expertos no han podido recopilar más evidencia de sus observaciones, porque no han conseguido viajar a los centros médicos donde volverían a usar las gafas y repetir los procedimientos.