Más hallazgos en la Luna: localizan hasta 40.000 km cuadrados de potenciales depósitos de agua
El acceso al agua atrapada en los polos lunares sería un recurso esencial para futuras misiones espaciales como el programa Artemisa de la NASA (2024).
Tras años de investigaciones que examinaban distintas zonas de la Luna, los miembros del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) de la NASA informaron este lunes, 26 de octubre, que en pequeñas sombras de la superficie de nuestro único satélite se podrían concentrar trampas frías de agua.
Un equipo de científicos liderado por el PhD Paul Hayne, del Departamento de Ciencias Astrofísicas y Planetarias en la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos), usó recopilaciones informativas de un orbitador de reconocimiento (LRO) de la NASA y encontró complejos de sombras de 1 km a 1 cm que capturan frío, efectivas para el surgimiento de hielo acuático en un área aproximada de 40.000 km² de la Luna.
El hallazgo está alojado en la web de la revista especializada Nature Astronomy, donde hace poco se han medido los modelos térmicos de este descubrimiento.
Sombras a escalas espaciales de 1km, 10 cm y 1 cm | Foto: Estudio " Micro trampas frías en la Luna"
Precisamente, en las regiones permanentemente sombreadas (PSR) la temperatura se mantiene por debajo del punto de congelación, según la NASA. Y esta característica se replicaría en más espacios “de lo que se espera actualmente”, señalan los expertos.
“Aproximadamente del 10% al 20% del área de las trampas frías permanentes para el agua se encuentra contenido en estas microtrampas frías”, las más numerosas del satélite de la Tierra, se explica en el artículo. De igual manera, el 60% de ellas se ubican en el hemisferio sur.
“Las sombras permanentes hacia el ecuador (...) suelen ser demasiado cálidas para soportar la acumulación de hielo”, añadieron. Ante esta nueva evidencia, los investigadores postulan que las denominadas trampas también se podrán encontrar en Mercurio, el planeta más cercano al Sol, y Ceres, el objeto astronómico más grande del cinturón de asteroides (945 km de diámetro).
“Las búsquedas de hielo lunar se han centrado principalmente en los grandes cráteres polares”, comentaron dentro del documento. En consecuencia, así es como SOFIA detectó H2O en la periferia de Clavius, el tercer cráter de mayores proporciones visto desde la cara iluminada de la Luna. Este tipo de topografía presenta temperaturas que descienden hasta los 30 K (grados Kelvin) o -243 °C.
Al subir las probabilidades de áreas de la Luna que atrapan frío, una opción provechosa sería implementar transporte y secuestro de agua para afectar positivamente al programa Artemisa, megainiciativa de la agencia espacial de los Estados Unidos que llevará a la primera mujer a nuestro satélite en 2024.
Kathy Lueders, jefa de la Dirección de Misiones de Operaciones y Exploración Humana de la NASA, aseguró que el año 2024 tendrá un cronograma “agresivo” y está “bien encaminado”.
Programa Artemisa invierte 1.600 millones de dólares para volver a pisar la Luna | Foto: Composición LR / NASA / Lockheed Martin
Han pasado 60 años desde que empezaron a cuantificar las PSR; no obstante, los avances tecnológicos nos conducen a una nueva era de aprendizaje espacial. Ahora, se analizaron 5.250 imágenes de diferentes latitudes y ángulos gracias al contraste natural del satélite terrestre.
“El agua es un recurso valioso, tanto para fines científicos como para el uso de nuestros exploradores”, puntualizó Jacob Bleacher, científico jefe de exploración y colega de Lueders, en una conferencia. Añadió que en caso utilicen recursos de la Luna, habrá “nuevos descubrimientos científicos”.
SOFIA seguirá buscando fuentes adicionales de H2O durante las distintas fases lunares. El Rover de exploración polar de investigación de volátiles de la NASA (VIPER) se sumará a los estudios.
Esta fusión de empeños permitirá crear un mapa hídrico imprescindible. Facilitarle el desenvolvimiento a los astronautas es una de las claves. Hay que tener la dosis exacta de pericia para responder a las preguntas más profundas del futuro de la exploración espacial.