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Ciencia

Enjuagues bucales pueden inactivar cepa parecida a la COVID-19, según investigación

Estudio del Penn State College of Medicine en EE. UU. probó uso de los productos en una cepa de HCoV. Investigadores aún no incluyen el SARS‐CoV‐2 en las pruebas experimentales.

Según investigaciones, varios productos para hacer gárgaras también inactivaron al virus a un 99,9% | Foto: Universidad Ruhr de Bochum
Según investigaciones, varios productos para hacer gárgaras también inactivaron al virus a un 99,9% | Foto: Universidad Ruhr de Bochum

Ciertos productos caseros de amplia distribución también serían útiles contra la expansión del SARS-CoV-2 en humanos. De acuerdo con un estudio del Penn State College of Medicine (escuela de medicina en Pensilvania, Estados Unidos), algunos antisépticos orales, además de enjuagues bucales y nasales proporcionan un nivel adicional de protección contra los coronavirus humanos (HCoV).

Los resultados de la investigación se explican en el artículo “Reducir la transmisión y propagación del coronavirus humano” subido por la revista científica Journal of Medical Virology.

Allí, los especialistas expresan en el apartado 5: “Mientras esperamos que las terapias y vacunas definitivas contengan y prevengan la propagación del SARS‐CoV‐2, se requieren estrategias adicionales”.

Craig Meyers, profesor de microbiología e inmunología, reunió a un grupo de científicos para analizar ciertos enjuagues orales, soluciones al 1% de champú para bebés, limpiadores con peróxido y colutorios nasofaríngeos. Al comprobar que varios de ellos neutralizaban casi la totalidad de infecciones, como el virus de la hepatitis C (VHC), ven la posibilidad de aplicarlo en pacientes contagiados de COVID-19.

“Los productos que probamos están fácilmente disponibles y, a menudo, ya forman parte de la rutina diaria de las personas”, apuntó Meyers.

Asimismo, en el apartado 4 (Discusión), los investigadores aclaran que aún no usan el SARS‐CoV‐2 en las pruebas experimentales, porque no había presupuesto y necesitaban condiciones de laboratorio a un nivel 3 de bioseguridad.

De darse el caso, según la plataforma de formación BIOSlab de la Universidad Complutense de Madrid, se debe contener la transmisión respiratoria de microagentes exóticos, y se establecen rutas de ventilación y barreras para proteger al medioambiente de aerosoles virulentos.

Meyers, quien realizó los protocolos y redactó el manuscrito, y su equipo probaron la inactivación de una cepa de HCoV, genéticamente parecida al nuevo coronavirus, al aplicar las soluciones en intervalos de 30 segundos, un minuto y dos minutos. Luego, contactaron las sustancias con células humanas cultivadas.

“La solución de champú para bebés al 1% fue capaz de inactivar más del 99% del virus”, indicaron en el artículo. A su vez, distintas marcas de enjuagues bucales de venta libre alcanzaron reducir entre un 90% a 99.9% la permanencia del virus infeccioso.

Meyers manifestó que ve con buenos ojos estos hallazgos. Las compras y la distribución de los productos, más adelante, evadirían el contagio masivo de este “desastre sanitario”. El siguiente paso será elaborar ensayos clínicos e identificar si estos colutorios podrán enfrentar a la COVID-19 directamente.

Por otro lado, el también docente de obstetricia y ginecología recordó que profesionales de odontología, enfermería, terapia respiratoria y asistentes de salud corren mucho riesgo de enfermarse. Por tal motivo, considera trascendental seguir hilando múltiples muestras de laboratorio para cuidarlos.

“Incluso si el uso de estas soluciones pudiera reducir la transmisión en un 50%, tendría un gran impacto”, agregó.

“Aunque actualmente se están desarrollando vacunas, se estima que el diseño y las pruebas finales probablemente tomarán hasta 1 año o más. Mientras tanto, será fundamental desarrollar métodos para reducir las tasas de transmisión”, señalan los miembros de la investigación.

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