Una estrella se está convirtiendo en planeta tras acercarse a un agujero negro
Un equipo de astrónomos observó una estrella gigante roja que fue atraída por la gravedad del agujero negro, el cual le arrancó todas sus capas externas.
Cuando un objeto es atrapado por la gravedad de un agujero negro, difícilmente se vuelve a saber de él. En el caso de las estrellas, suelen ser ser destrozadas para servir de alimento, dejando solo algunos fragmentos en el espacio como rastro del ‘asesinato cósmico’. Sin embargo, dos observadores espaciales han captado una inédita historia de supervivencia.
A 250 millones de años luz de la Tierra, los telescopios de rayos X Chandra (NASA) y Newton (ESA) observaron un evento que comenzó con una gigante roja (una estrella como el Sol que multiplicó su tamaño tras agotar su hidrógeno) que vagaba demasiado cerca de un agujero negro supermasivo, de esos gigantes que habitan los centros de las galaxias, con una masa 400 000 veces la del Sol.
La gigante roja fue capturada por la gravedad del agujero negro, que empezó a extraer sus capas externas hasta dejar expuesto el núcleo de la estrella, lo que la convirtió en un astro llamado enana blanca.
Una pesadilla ‘tres veces al día’
“En mi interpretación de los datos de rayos X, la enana blanca sobrevivió, pero no escapó”, dijo Andrew King, de la Universidad de Leicester en el Reino Unido, autor principal del estudio que figura en los Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society.
“Ahora está atrapada en una órbita elíptica alrededor del agujero negro, haciendo un viaje alrededor de una vez cada nueve horas”, añade.
De ese modo, a medida que orbita al agujero negro casi tres veces al día, continúa perdiendo masa en su momento de mayor cercanía. Cada vez que eso pasa, el material extraído se acumula en un disco alrededor del hambriento objeto, lo que genera los rayos X detectados por los telescopios.
Representación de una enana blanca.
Se supone que la estrella se convertiría en enana blanca al agotar todos los gases necesarios para la fusión nuclear, pero el ‘asesino’ cósmico adelantó su destino de una forma abrupta. Según las estimaciones de King, a la enana blanca le queda apenas la quinta parte de la masa del Sol.
Transformándose en un planeta
La estrella puede ser considerada una superviviente, pero está condenada. Si bien las ondas gravitacionales y la pérdida de masa harán que su órbita sea vuelva más circular y extensa, no dejará de ser succionada.
“Hará todo lo posible por escapar, pero no hay escapatoria. El agujero negro la comerá cada vez más lentamente, pero nunca se detendrá”, explicó King. “En principio, esta pérdida de masa continuaría hasta e incluso después de que la enana blanca se convirtiera en un planeta, con una masa similar a Júpiter, en aproximadamente un billón de años”.
King no exagera, ya que una estrella despojada de todo su material característico (se 'apaga´) puede ser considerada un planeta. Por tanto, estamos ante una formación planetaria lenta y sumamente extraña.