La adicción a los videojuegos no discrimina a nadie, ni siquiera al creador de uno de los sistemas operativos más utilizados en el mundo. Bill Gates, el fundador de Microsoft, admitió en una entrevista que sucumbió ante el encanto del juego Buscaminas, uno de los más populares que venían preinstalados en las versiones tempranas de Windows. La adicción se volvió tan intensa que incluso afectó su trabajo; por lo que Melinda French, su exesposa, llegó a pedirle a un empleado de Redmond que no compartiera los récords de tiempo del juego con él.
Ryan, el product manager (gerente de producto) del pack de juegos de Windows, recibió correos electrónicos de Gates en los que contaba sus logros en el juego y le pedía confirmación de su destreza. La adicción se volvió tan intensa que Gates dedicaba cada vez más horas a este entretenimiento, llegando al punto en el que un empleado borró la app del Buscaminas de su computadora por la cantidad dañina de tiempo que pasaba frente a ella.
A pesar de esto, la obsesión de Gates por batir récords en Buscaminas no se detuvo. Inclusive, llegó a quedarse después de la oficina para jugar y dedicar sus fines de semana en este ambiente para superar cada récord que se le cruzara. Fue tal su necesidad que empezó a faltar a reuniones de trabajo, lo que preocupó a Melinda French y a otros altos ejecutivos de la empresa.
Finalmente, Bruce Ryan, un empleado de Microsoft, logró poner fin a la adicción de Gates con un programa de automatización que lo hizo creer que había logrado un récord imbatible. Gates aceptó la derrota, pero no sin antes dejar una reflexión que hoy en día sigue siendo pertinente: "Esto de la tecnología está yendo demasiado lejos. Cuando las máquinas pueden hacer las cosas más rápido que las personas, ¿cómo podemos conservar nuestra dignidad humana?".
La adicción de Bill Gates al juego de Buscaminas muestra que incluso los líderes más exitosos de la industria tecnológica pueden caer en la tentación de los videojuegos. Esta historia nos demuestra la importancia de tener un equilibrio entre el trabajo y el tiempo libre, y cómo la adicción a los videojuegos puede afectar la productividad y el rendimiento laboral.