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Videojuegos

¿Por qué la RAE no acepta el término "gamer" y cómo quiere que los llamemos?

La RAE se pronuncia acerca del uso del término "gamer" y lo calificó como un extranjerismo innecesario ¿Qué son estos?

larepublica.pe
¿Cuál es el término recomendado por la academia? Foto: El País/Computer Hoy

En la actualidad, los extranjerismos son una parte común en nuestra habla diaria. Esto se debe a que los idiomas han evolucionado y enriquecido a lo largo del tiempo. Algunos de estos son tan comunes que han sido incorporados en la lengua española, siguiendo las reglas de la RAE. Sin embargo, también hay algunos que se usan innecesariamente. Un ejemplo es el término "gamer" para referirse a una persona que juega videojuegos de forma habitual.

Según la Real Academia Española, la forma correcta en español es "videojugador". Fue la propia institución la que ha respondido a esta consulta en Twitter, recomendando el uso de la palabra "jugador" o "jugón", que es una forma más coloquial.

Esto dijo la RAE en su tuit de respuesta:

"Gamer" es un extranjerismo innecesario. Su traducción es "jugador" o "jugón" y pueden emplearse otros elementos para especificar sus rasgos característicos y distinguirlo de un jugador en general: "videojugador", "jugador de videojuegos", etc.

¿Qué son los extranjerismos innecesarios y por qué "gamer" es uno de ellos?

Los extranjerismos innecesarios son aquellos para los que existen equivalentes españoles con plena vitalidad. La RAE recomienda el uso de estas alternativas, evitando el uso de la palabra extranjera. Los extranjerismos necesarios o muy extendidos son aquellos para los que no existen o es difícil encontrar términos españoles equivalentes, o cuya utilización está arraigada o muy extendida.

Por supuesto, es posible tender un debate sobre si el término "gamer" ya está bastante extendida en idiomas de todo el mundo, pero para la RAE este parece no ser el caso. Vale indicar que la palabra también puede hacer alusión a una cultura creada a partir de la popularización de los videojuegos en las sociedades modernas y no únicamente a una persona que suele disfrutarlos.

¿Qué dice el diccionario panhispánico de dudas?

El diccionario panhispánico de dudas afirma que todos los idiomas han evolucionado a lo largo de la historia, gracias a las aportaciones léxicas de lenguas diversas. Es importante que la incorporación de estos términos se haga de forma ordenada y unitaria, adaptándolos al máximo a los rasgos gráficos y morfológicos propios del español. El diccionario proporciona soluciones que se ajusten a estas pautas, comentando un grupo numeroso de voces extranjeras de uso común entre los hispanohablantes.

¿Por qué los videojuegos son adictivos?

Algunas de las razones por las que los videojuegos pueden ser adictivos incluyen:

  • Liberación de dopamina: los videojuegos activan la liberación de dopamina, un neurotransmisor que se asocia con sentimientos de placer y recompensa. Esto puede crear un ciclo de buscar y jugar el título para experimentar esa sensación placentera una y otra vez.
  • Escapismo: para algunas personas, jugar videojuegos proporciona un escape temporal de los problemas y factores estresantes de la vida real, lo que puede hacer que sea difícil dejar de jugar.
  • Competencia: los videojuegos multijugador a menudo implican competir contra otros jugadores, lo que puede crear una sensación de desafío y un impulso para mejorar las habilidades de uno. Esto puede hacer que el juego se sienta gratificante y agradable, incluso cuando se juega durante largos períodos de tiempo.
  • Conexiones sociales: algunos videojuegos, especialmente los que se juegan en línea, brindan oportunidades para que los jugadores se conecten y socialicen con otros. Esto puede crear un sentido de comunidad y pertenencia al que puede ser difícil renunciar.

¿Por qué los videojuegos son adictivos?

Algunas de las razones por las que los videojuegos pueden ser adictivos incluyen:

  • Liberación de dopamina: los videojuegos activan la liberación de dopamina, un neurotransmisor que se asocia con sentimientos de placer y recompensa. Esto puede crear un ciclo de buscar y jugar el título para experimentar esa sensación placentera una y otra vez.
  • Escapismo: para algunas personas, jugar videojuegos proporciona un escape temporal de los problemas y factores estresantes de la vida real, lo que puede hacer que sea difícil dejar de jugar.
  • Competencia: los videojuegos multijugador a menudo implican competir contra otros jugadores, lo que puede crear una sensación de desafío y un impulso para mejorar las habilidades de uno. Esto puede hacer que el juego se sienta gratificante y agradable, incluso cuando se juega durante largos períodos de tiempo.
  • Conexiones sociales: algunos videojuegos, especialmente los que se juegan en línea, brindan oportunidades para que los jugadores se conecten y socialicen con otros. Esto puede crear un sentido de comunidad y pertenencia al que puede ser difícil renunciar.

¿Por qué los videojuegos son adictivos?

Algunas de las razones por las que los videojuegos pueden ser adictivos incluyen:

  • Liberación de dopamina: los videojuegos activan la liberación de dopamina, un neurotransmisor que se asocia con sentimientos de placer y recompensa. Esto puede crear un ciclo de buscar y jugar el título para experimentar esa sensación placentera una y otra vez.
  • Escapismo: para algunas personas, jugar videojuegos proporciona un escape temporal de los problemas y factores estresantes de la vida real, lo que puede hacer que sea difícil dejar de jugar.
  • Competencia: los videojuegos multijugador a menudo implican competir contra otros jugadores, lo que puede crear una sensación de desafío y un impulso para mejorar las habilidades de uno. Esto puede hacer que el juego se sienta gratificante y agradable, incluso cuando se juega durante largos períodos de tiempo.
  • Conexiones sociales: algunos videojuegos, especialmente los que se juegan en línea, brindan oportunidades para que los jugadores se conecten y socialicen con otros. Esto puede crear un sentido de comunidad y pertenencia al que puede ser difícil renunciar.