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Joven jugó partida contra un chino y comprendió por qué suceden cosas horribles en el mundo

Un jugador se enfrentó a un desafiante oponente chino en una intensa partida de Civilization por internet ¿El resultado? y obtuvo una enseñanza valiosa que nunca olvidará.

"A veces, lo único que se necesita para que sucedan cosas horribles son actores pacíficos y racionales que sigan la lógica de sus propias perspectivas limitadas". Foto: Composición LR/Firaxis Games
"A veces, lo único que se necesita para que sucedan cosas horribles son actores pacíficos que sigan su propia lógica".

Si hablamos de la capacidad de los videojuegos para enseñar historia y otras materias, debemos resaltar que son los propios relatos de los jugadores los que mejor evidencian esto. Ya antes te compartimos un ejemplo sobre un gamer que cambió su perspectiva de la vida, pero ahora te contaremos otra historia que se ha hecho viral en redes sociales, en la que un usuario que obtuvo una enseñanza valiosa al ganarle una partida en línea a un oponente chino en el juego de estrategia Civilization.

Esta historia es contada por un técnico de laboratorio formado en la Universidad de Texas (San Antonio). Su nombre es James y afirma que "muchos de los principios (aunque no hechos) de la historia pueden aprenderse de juegos como Civilization". Para demostrarlo, compartió una vivencia suya con el juego en el conocido portal de respuestas Quora.

Jugó contra chino y aprendió por qué a veces ocurren cosas horribles

"Estaba jugando como Venecia en una partida multijugador de Civilization V, junto a otros 7 extraños. Ya teníamos buen rato jugando y me estaba yendo muy bien", cuenta. James había logrado hacerse con una pequeña península por medios diplomáticos. Esta tenía otra justo al sur, dominada por China.

"China era mi vecino más poderoso y recientes desacuerdos en las Naciones Unidas nos habían hecho desconfiar del otro", acota. "Pese a ello, el estrecho entre mi nueva península y China era importante para mí. Era rica en petróleo y resultaba vital para el flujo de comercio. Tenía que asegurármela".

 Mapa dibujado por James mostrando su territorio (púrpura) y el de su rival chino (verde). Foto: James-14713/Quora

Mapa dibujado por James mostrando su territorio (púrpura) y el de su rival chino (verde). Foto: James-14713/Quora

Fue así como James optó por llevar unos cuantos buques de guerra cerca de la península. "Solo por si acaso". Inmediatamente después, China respondió a su acción posicionando montones de infantería en su lado del estrecho.

"Lo tomé como una pequeña muestra de fuerza, como que quería decirme que no lo iba a intimidar", replica James. "Entonces, llevé a mis marines a mi lado del estrecho".

A partir de este punto, tanto James como su rival empezaron una suerte de 'juego de ajedrez', como el que protagonizaran los imperios británicos y rusos en Afganistán durante el siglo XIX. "Su respuesta fue trasladar artillería a la costa. Yo envié a mis bombarderos. Él trajo armas antiaéreas. Yo estacioné paracaidístas. Él trajo naves de guerra. Yo llevé muchas más".

 James colocó un pequeño ejército en una península alejada de su base, pero esto provocó que su rival más próximo lo tome quizá como una amenaza. Foto: Firaxis Games

James colocó un pequeño ejército en una península alejada de su base, pero esto provocó que su rival más próximo lo tome quizá como una amenaza. Foto: Firaxis Games

Tras un momento, James entendió que estaba en una auténtica guerra de tensión que estallaría en cualquier momento. "Estaba indignado. Comencé a creer que ya no solo quería demostrar su fuerza, sino que deseaba mi petróleo. Seguro estaba preparándose para una invasión a gran escala". En esos momentos, el mapa lucía así:

 Mapa dibujado por James mostrando cómo había escalado la tensión entre él (púrpura) y su rival de China (verde). Foto: James-14713/Quora

Mapa dibujado por James mostrando cómo había escalado la tensión entre él (púrpura) y su rival de China (verde). Foto: James-14713/Quora

"Comenzamos a aprobar resoluciones entre nosotros en la ONU", cuenta James. "Sobornamos a vecinos para aliarse con cada uno. Pese a todo, no nos habíamos dicho palabra alguna desde que empezó toda esta espiral, pero ambos sabíamos que en cualquier momento la otra persona iba a atacar".

Fue entonces que todo cambió, cuando James descubrió un portaaviones chino muy cerca de Venecia, su capital. "No pude verlo, ya que estaba muy enfocado en el estrecho". Mayor fue su sorpresa cuando descubrió que este barco tenía una bomba nuclear y un bombardero capaz de lanzarlo.

 Sin poder anticiparlo, James vio cómo un portaaviones apareció a poca distancia de su ciudad principal: Venecia. Foto: Firaxis Games

Sin poder anticiparlo, James vio cómo un portaaviones apareció a poca distancia de su ciudad principal: Venecia. Foto: Firaxis Games

"Entré en pánico", cuenta James. "En apenas un turno, rodié a su portaaviones con acorazados, destructores y bombarderos. Llené mis mares de submarinos buscando más barcos chinos. De repente, me enfrento a un dilema: ¿Hundo al transportista y garantizo una guerra, o lo hago bien e intento negociar para que no destruya mi capital?"

"Si declaro la guerra", reflexionaba, "puedo hundir fácilmente al portaaviones antes de que salga su carga nuclear. Salvaría Venecia, al menos por un minuto. Sin embargo, eso desataría una horrible guerra multigeneracional que probablemente terminará en un intercambio nuclear de todas formas. Ni yo ni China ganaremos el juego si hundo esa nave", contempló.

 Tras darse con la sorpresa de que un portaaviones tenía una bomba nuclear cerca a su capital, James rodeó al transporte con toda su armada. Foto: Firaxis Games

Tras darse con la sorpresa de que un portaaviones tenía una bomba nuclear cerca a su capital, James rodeó al transporte con toda su armada. Foto: Firaxis Games

"Si trato de reducir la situación con diplomacía, podría tener éxito y eso sería bueno. Pero si no aprovecho esta oportunidad para hundir ese portaaviones, China tendría mucha autoridad para decidir los términos de una tregua". Todo esto pasaba por su cabeza mientras el reloj del juego iba terminando su turno.

James tuvo que tomar una decisión con información limitada en menos de un minuto, y fue entonces cuando abrió el primer diálogo con su contrincante, que fue más o menos así:

James: "Si arrojas esa bomba, tengo tu costa rodeada de submarinos nucleares armados con misiles balísticos que llevaran a cabo un ataque de represalia. Si no sacas el portaaviones de mis agua, lo hundiré."
Jugador chino: " El portaaviones solo está de paso. Estoy llevando la bomba a una de mis colonias satélite. No mientas, sé que no tienes ningún misil balístico. Si pudieras haberme bombardeado, ya lo habrías hecho."
James: "¿Por qué te atacaría?"
Jugador chino: "Dímelo tú. Tú eres el que se prepara para atacar mi capital"
James: "¡Solo estaba poniendo un pequeño ejército debido a que estabas llevando infantería a tu lado del estrecho!"
Jugador chino: "¡Solo hice eso porque llevaste barcos al estrecho!"

"¿Podría ser que ninguno de los dos en verdad quiso una guerra que estuvo a muy poco de ocurrir?", comenta James. "De repente me sentí bastante tonto. Había confundido sus inseguridades con beligerancia, y el había hecho lo mismo con las mías".

 Ambos jugadores decidieron negociar personalmente tras estar a punto de declararse la guerra entre sí. Foto: Firaxis Games

Ambos jugadores decidieron negociar personalmente tras estar a punto de declararse la guerra entre sí. Foto: Firaxis Games

Tras la conversación, tanto James como su rival acordaron una desescalada gradual y, finalmente, ganó el juego por la vía diplomática.

"Fue una reminiscencia de la guerra fría y la crisis de misiles de Cuba. La ausencia de diálogo, los años de malentendidos, la creciente espiral de amenazas, y el pánico de un momento que casi acabó en una conflagración que nos hubiera exterminado a los dos", anota.

 Toda la situación resultó ser algo muy similar a la crisis de los misiles de Cuba entre EE.UU. y la URSS en 1962. Foto: Massolit

Toda la situación resultó ser algo muy similar a la crisis de los misiles de Cuba entre EE.UU. y la URSS en 1962. Foto: Massolit

"Esta experiencia, junto a otras de mi vida, me ayudaron a darme cuenta que, pese a que el mundo está lleno de gente desquiciada y malvada, a veces, lo único que se necesita para que sucedan cosas horribles son actores pacíficos y racionales que sigan la lógica de sus propias perspectivas limitadas, hasta que alcancen finales trágicos."

Jugó "Civilization" y su perspectiva cambió para siempre

Georgi Costas, un programador ya casado de Chipre, reveló en la popular web de respuestas Quora su experiencia con "Civilization" y cómo este le hizo cambiar por completo su perspectiva sobre la vida y la política. Esto fue lo que contó:

"Estaba jugando "Civilization III". Yo era Alejandro Magno, líder de los griegos, y tenía a la nación más grande, el ejército más fuerte, la ciencia más avanzada y una cultura llena de maravillas y arte", prosigue.

De repente, investigué la tecnología de la refinería, y pude ver los recursos de petróleo en todo el mapa". Fue en este momento en el que Costas se dio cuenta de que su imperio estaba a punto de desaparecer: "Noté que mi enorme imperio no tenía recursos de petróleo".

"Mi viejo enemigo, Montezuma, tenía montones de este recurso y pronto los descubriría", prosiguió. Es así como Costas tuvo que tomar una drástica decisión para garantizar su subsistencia en el juego: "Le declaré la guerra. Conquisté sus ciudades ricas en petróleo (y algunas otras más por si acaso). No acepté ninguna conversación de paz hasta que tuviera recursos de petróleo".

"Tenía que hacerlo. De otra forma, Montezuma me declararía la guerra inmediatamente después de que produjese sus primeros tanques, y sobornaría a mis otros vecinos de que lo hiciesen tras conquistar algunas de mis ciudades". Tras sus ataques, el territorio de Montezuma quedó en ruinas y nunca pudo recuperarse. "Destruí su nación", reveló.

Tras el hecho, concluyó con esta reflexión: "Hasta ese momento de la partida, intenté ganar sin tener que declarar la guerra a nadie. Esta fue la primera vez que conduje una guerra no ética, lo que cambió mi visión de la política. No, no me hizo simpatizar con líderes belicosos, pero sí entender el punto de vista de un político, y que a veces sienten que deben elegir la opción no ética. También me hizo entender que los buenos no tienen cabida en la diplomacia".

¿Por qué los videojuegos son adictivos?

Algunas de las razones por las que los videojuegos pueden ser adictivos incluyen:

  • Liberación de dopamina: los videojuegos activan la liberación de dopamina, un neurotransmisor que se asocia con sentimientos de placer y recompensa. Esto puede crear un ciclo de buscar y jugar el título para experimentar esa sensación placentera una y otra vez.
  • Escapismo: para algunas personas, jugar videojuegos proporciona un escape temporal de los problemas y factores estresantes de la vida real, lo que puede hacer que sea difícil dejar de jugar.
  • Competencia: los videojuegos multijugador a menudo implican competir contra otros jugadores, lo que puede crear una sensación de desafío y un impulso para mejorar las habilidades de uno. Esto puede hacer que el juego se sienta gratificante y agradable, incluso cuando se juega durante largos períodos de tiempo.
  • Conexiones sociales: algunos videojuegos, especialmente los que se juegan en línea, brindan oportunidades para que los jugadores se conecten y socialicen con otros. Esto puede crear un sentido de comunidad y pertenencia al que puede ser difícil renunciar.

¿Por qué la OMS ya considera a los videojuegos como adictivos?

La adicción a los videojuegos ha sido reconocida como un trastorno por la comunidad médica porque se ha demostrado que tiene efectos negativos en la salud mental y física de las personas, así como en sus relaciones y funcionamiento diario. La investigación ha demostrado que el uso excesivo de videojuegos puede conducir a complicaciones como las siguientes:

  • Disminución de la motivación y la productividad.
  • Deterioro del funcionamiento cognitivo y emocional.
  • Disminución de la salud física y aumento del riesgo de obesidad.
  • Aislamiento social y disminución de las habilidades sociales
  • Deterioro de las relaciones con amigos y familiares.

Estos efectos negativos son similares a los observados con otros tipos de comportamientos adictivos, como el abuso de sustancias o el juego.

¿Por qué los videojuegos son adictivos?

Algunas de las razones por las que los videojuegos pueden ser adictivos incluyen:

  • Liberación de dopamina: los videojuegos activan la liberación de dopamina, un neurotransmisor que se asocia con sentimientos de placer y recompensa. Esto puede crear un ciclo de buscar y jugar el título para experimentar esa sensación placentera una y otra vez.
  • Escapismo: para algunas personas, jugar videojuegos proporciona un escape temporal de los problemas y factores estresantes de la vida real, lo que puede hacer que sea difícil dejar de jugar.
  • Competencia: los videojuegos multijugador a menudo implican competir contra otros jugadores, lo que puede crear una sensación de desafío y un impulso para mejorar las habilidades de uno. Esto puede hacer que el juego se sienta gratificante y agradable, incluso cuando se juega durante largos períodos de tiempo.
  • Conexiones sociales: algunos videojuegos, especialmente los que se juegan en línea, brindan oportunidades para que los jugadores se conecten y socialicen con otros. Esto puede crear un sentido de comunidad y pertenencia al que puede ser difícil renunciar.