Cargando...
Videojuegos

La decadencia de SEGA, la rival de Nintendo que todavía sigue dependiendo de Sonic

Una de las compañías más exitosas en los videojuegos no supo llevar bien sus planes a largo plazo y se vio totalmente superada por la masiva competencia. Conoce aquí la historia.

larepublica.pe
La desarrolladora del erizo azul sabe lo que es tocar fondo y no poder salir de ello. Foto: composición LR/ captura YouTube - Freepik

Los usuarios más longevos y actuales de la industria gamer saben que la divina trinidad de consolas está compuesta por Xbox, PlayStation y Nintendo. Sin embargo, en algún momento hubo una compañía que también logró estar en este podio, pero que tras malas decisiones a partir del nuevo milenio fue desapareciendo.

La compañía japonesa SEGA, fundada en 1960, se ha dedicado desde el siglo XXI a desarrollar y distribuir videojuegos a nivel mundial, teniendo buenas, regulares y desastrosas épocas, las cuales conllevaron a un declive sin rumbo hasta la fecha y la cierta dependencia a uno de sus personajes más queridos por lo jugadores, el erizo Sonic.

En esta nota desarrollaremos uno de los capítulos más triste en la historia de videojuegos, pues repasaremos cómo fue que una empresa aclamada en Asia y Estados Unidos empezó a ser descartada incluso por sus propios ejecutivos.

Enfrentamiento directo contra Nintendo

Para empezar, es necesario aclarar que la protagonista de esta historia, en sus inicios, fue una empresa de videojuegos, pero nunca se comprometió a ser una empresa de juegos de consola, ya que, cuando recién empezó labores, fueron los fabricantes de juegos de gabinetes de arcade los que alcanzaron mayor popularidad en el mundo, por lo que la creadora de Sonic apostó por ser quien apoyaría en estos proyectos sin tener la patente.

Básicamente, la multinacional asiática solo colaboraba para consolas domésticas, y tan solo en raras excepciones trabajó en juegos exclusivos para una posible futura máquina propia, pero con un hardware mucho más débil. No fue hasta la rivalidad que tuvo con Nintendo, historia que te contamos ya previamente, cuando SEGA por fin apostó por emprender el camino de desarrollador a gran magnitud.

No obstante, de sus cuatro consolas principales, el Master System fue la única alternativa a la NES para los clientes, quedando siempre relegada en un segundo lugar muy distante. Podría decirse que su único éxito por dichos años fue retar a Nintendo con comerciales famosos como el de NintenDON’T, los cuales sugerían que la gran N era una empresa no apta para niños ni familias. Esta estrategia no funcionó del todo bien, aunque daría sus frutos más adelante.

Cuando recién surgió el paso de los 8 bits al doble de potencia, Nintendo demoró un par de años para poder ejecutar su propio sistema y estar a la altura de su principal contendiente, SEGA; a pesar de ello, la videoconsola Super Nintendo se estrenó con total éxito y venció con creces a la Mega Drive.

Sin embargo, con el poco repertorio ofrecido y la prioridad a solo títulos protagonizados por el fontanero italiano, a inicios de los 90′s Mario Bros pasó de tener el 95% del mercado a solo el 48%, por lo que Sonic the Hedgehog se convirtió en el juego más popular por entonces para los infantes y jóvenes. Cabe mencionar que para esta época Sony ya estaba realizando sus propios planes para iniciar de manera independiente en el mundo gaming, pero esa ya es otra historia.

Factores e inicio del declive

Para este momento, todo andaba bien para SEGA y sus próximos proyectos, sin embargo, hubieron algunos episodios que sembraron el inicio de un caos para la multinacional de Sonic, entre ellos, el abandono en 1991 del Sega CD, un complemento relativamente popular para Genesis, que permitió el lanzamiento de la Nintendo 64 con el uso exclusivo de cartuchos.

Esto se tomó más que todo como un capricho para no tener nada que ver con Nintendo y seguir innovando en nuevas formas de desarrollar los videojuegos, por lo que abandonaron por completo el soporte para discos y anunciaron la Sega 32X, un nuevo equipo que ocasionó un contraste de ideas entre las sedes americana y japonesa de SEGA. Sin llegar a un acuerdo conciso para la distribución de títulos, el PlayStation 1 y la 64 siguieron ascendiendo por su cuenta, para medirse posteriormente con Microsoft y el lanzamiento de su primera Xbox.

No contento con esto, la ambición de SEGA fue más allá en las consolas de segunda generación, por lo que no cruzó los brazos ante esta situación, anunciando así en 1995 el lanzamiento de SEGA Saturn, el cual, sin dudas, fue el peor estreno de una consola de todos los tiempos. Esta mala reputación se debió a que los desarrolladores no pudieron terminar sus juegos a tiempo para la fecha establecida para la venta inicial, provocando que miles de clientes se harten y vean al Saturn como otra posible estafa al igual que la decepcionante 32X.

Y eso no era todo, pues, con tal descaro que tienen pocas empresas, los ejecutivos decidieron vender la Saturn a 400 dólares, 100 más que la PlayStation, teniendo una colección de juegos muy inferior. Tal fue el empeño y la apuesta por esta consola que se dedicaron a desarrollar más y más títulos, pero hicieron caso omiso a los proyectos que tenían sus contrincantes, lo cual los perjudicaría posteriormente.

El punto de inflexión que marcaría la sentencia de SEGA se dio con el Dreamcast, ya que, debido a lo explicado, el entusiasmo por una nueva consola de parte de la multinacional era casi nulo. El daño ya estaba hecho, pues, a pesar de que este nuevo equipo era un boom para la época y tendría funciones que se verían en posteriores ediciones de Xbox, ya no eran rival ni para la PlayStation 2 y el Gamecube.

A inicios de 2001, se anunció que Dreamcast dejaría de fabricarse, abandonando el desarrollo de consolas de videojuegos y, además, informando que sus más conocidos juegos y personajes continuarán su rico legado en los otros sistemas de la competencia.

Actual dependencia a Sonic

SEGA ha sabido experimentar lo que es tocar fondo y tener que sacar de las ruinas lo mejor de sí para poder sobrevivir. Con el paso del tiempo, se dejó de lado el resentimiento y rivalidad con Nintendo y Sony, para empezar a tomar mejores decisiones, sacando provecho del único de sus protagonistas que siguió firme ante toda esta ruina.

Sonic empezó a colaborar en otros juegos de pelea, carrera, e incluso de customización, lo cual le valió para llegar a Super Smash Bros Brawl, uno de los juegos históricos de la Wii, que le sirvió como impulso para ingresar títulos de su sello a las siguientes consolas de la gran N.

Además de los juegos, SEGA se inclinó por llevar al máximo al erizo azul, volviéndolo una estrella de cine con el estreno de sus propias películas, e incluso corrigiendo un error del diseño, haciendo caso, por fin, a las solicitudes de su comunidad más acérrima.