El terremoto en Turquía y Siria ha dejado un saldo de más de 40.000 fallecidos a la fecha. Muchos de los trascendidos sobre el asunto no se han salvado de tener información falsa o incompleta que Verificador se ha encargado de aclarar (1, 2, 3, 4, 5). En ese sentido, circulan en redes sociales publicaciones que intentan sentar un vínculo entre un reciente fenómeno atmosférico y el sismo. De acuerdo a varios usuarios, una nube 'con forma de ojo', reportada dos semanas antes del desastre en Bursa, era una señal de lo que ocurriría. Sin embargo, esto es falso. No existe evidencia alguna que relacione los eventos meteorológicos y el movimiento de las placas tectónicas.
Publicación viral que reproduce el bulo. Foto: captura de Facebook
El último 19 de enero, las redes sociales le prestaron mucha atención a un fenómeno bastante particular que se había manifestado en Bursa, una ciudad al noroeste de Turquía. Un sinnúmero de personas subió fotografías de una nube con tonos cálidos y en forma de ojo. Los medios de prensa explicaron en su momento que era una nube lenticular, que debe su forma a fuertes fluctuaciones de viento encima de colinas y montañas. El evento duró aproximadamente una hora, después se fue difuminando.
Nube en forma de ojo captada en Bursa. Foto: Sinan Balcikoca
Cabe aclarar, además, que fue registrado lejos del epicentro del terremoto. Bursa, lugar del avistamiento, queda a aproximadamente 1.000 kilómetros de Kahramanmaraş, epicentro del sismo. Casi a 10 horas en coche.
Ambas ciudades están a demasiada distancia. Foto: captura de Google Maps
La literatura científica es clara. Un evento atmosférico no puede desembocar un sismo. Tampoco tener relación con este. De acuerdo a declaraciones de Pablo Salucci, geógrafo y magíster en desarrollo urbano, para Meteored, los sismos ocurren en zonas subterráneas tan profundas que no hay posibilidad de que los fenómenos de la atmósfera influyan sobre estos acontecimientos.
El jefe del Instituo Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, ya había declarado en 2017 a Andina que los fenómenos atmosféricos "no están para nada relacionados con la ocurrencia de un terremoto en cualquier parte del mundo". El funcionario, en esa ocasión, fue enfático: "No existe ningún solo estudio y ninguna sola investigación que confirme que realmente hay una relación del clima con los sismos (...). Los fenómenos que ocurren en la atmósfera no tienen nada que ver con los fenómenos que ocurren al interior de la tierra". Palabras parecidas tuvo la experta en meteorología del Senamhi, Andrea Sutizal, para Verificador, quien corroboró que "no existe evidencia científica que relacione (la) ocurrencia de sismos con fenómenos meteorológicos".
Dado que la actividad sísmica es recurrente en el mundo, es probable que esta coincida con ciertos eventos atmosféricos; sin embargo, se debe a la cantidad de movimientos tectónicos que ocurren y no a una auténtica relación, según señalan especialistas (1, 2). Mar Gómez, doctora en Física y responsable de la sección Mereología del medio El Tiempo, le explicó a Maldita que "la distribución estadística de los terremotos es aproximadamente igual en todos los tipos de condiciones climáticas". Es decir, que no existen variaciones en la actividad sísmica relacionadas con acontecimientos sobre la atmósfera.
No existe relación entre la nube 'con forma de ojo' registrada el 19 de enero en Turquía y el reciente terremoto. Varios especialistas han señalado que no existe evidencia científica que relaciones eventos atmosféricos con sísmicos. Calificamos la información como falsa.
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