Por años se creía que sudar abundantemente reduce el peso porque supuestamente disminuye la grasa corporal. De hecho, hasta el momento, en redes sociales circulan publicaciones que ofrecen bodies, fajas, entre otros productos, para “adelgazar”. Aseguran que estos objetos harán que sudemos más, lo que ayudará a “quemar” la grasa del cuerpo. Sin embargo, se trata de un mito. En este artículo te explicamos por qué este acto no está indicado para disminuir el sobrepeso de manera saludable.
Publicaciones. Foto: captura en Facebook.
Antes de comenzar es importante precisar que, de acuerdo al portal Medlineplus de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, sobrepeso quiere decir “tener un peso superior al saludable para una determinada estatura”. “Una persona puede tener sobrepeso derivado de músculo, hueso o agua adicional, así como mucha grasa”, señala. En tanto, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta condición se produce cuando hay “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud”. Según la OMS, esto se produce cuando hay mayor consumo de “alimentos densos en energía” y el incremento de la inactividad física.
En diálogo con Verificador, el nutricionista clínico Edinson Sánchez sostuvo que la persona sube de peso cuando “consume mayor cantidad de calorías de las que su cuerpo necesita”. Explicó que principalmente se genera por dos factores: 1) una dieta alta en calorías provenientes de alimentos ricos en grasas o azúcar” y 2) no se gastan esas calorías porque se tiene una vida sedentaria o no se practica actividad física.
“Entonces, esto condiciona a que haya un exceso de energía, que se almacena dentro de nuestro organismo como reservas de grasa. Por eso, aumenta también nuestro porcentaje de grasa corporal con la cantidad de grasa que tenemos en el cuerpo”, precisó el especialista, quien es educador en Obesidad y Diabetes. En ese sentido, indicó que, cuando se busca bajar de peso, lo que se quiere es reducir esa grasa almacenada.
Según el artículo Mayo Clinic, las calorías son las energías que se hallan en los alimentos y el cuerpo las demanda de forma constante “para seguir funcionando”. “Los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas son los tipos de nutrientes que tienen calorías y que constituyen las principales fuentes de energía del cuerpo. Independientemente de dónde provengan, las calorías que consumes se convierten en energía física o se almacenan dentro del cuerpo como grasa”, señala.
La sudoración o también llamado “transpiración” libera “líquido salado por parte de las glándulas sudoríparas” y se trata de una “función esencial” del cuerpo para mantenerlo fresco, según la página de Medlineplus.
La nutricionista a domicilio Nathaly Aguilar alegó que sudar sí genera reducción de peso, de manera momentánea porque libera agua y este “es un componente del peso corporal”. Sin embargo, descartó que sea una forma indicada para la pérdida de peso de una persona: “Cuando se busca bajar de peso saludablemente, se debe tener en claro que el objetivo es disminuir la grasa corporal y no agua”.
“De hecho, el uso de fajas o bodies moldean la figura o ayudan con la postura, pero no se deberían tener como referentes para ‘bajar de peso’. No es la opción más saludable, ni una opción a largo plazo”, apuntó.
Indicó que, para reducir la grasa, se hacen ejercicios dado que es una actividad en la que se produce “el gasto calórico”. “Por sudar no reducimos grasa. Algunas personas no sudan mucho. El sudor es la reacción del cuerpo al incrementar la temperatura”, agregó.
La decana del Colegio de Nutricionistas de Lima, Jessica Huamán, negó también que sudar abundantemente baja de peso porque “quema grasas”. “El sudar lo que hace es que la persona pierda líquidos, puede ser que, al perder líquidos, pareciera el efecto de que la persona está entre comillas bajando o reduciendo medidas, etc., pero eso no quiere decir que haya reducido grasa. Lamentablemente, es un mito que se tiene en relación con que supuestamente se promete, que las fajas, cremas reductoras, entre otras cosas, bajarán entre comillas eso, pero no es así”, aseveró.
Añadió que esos productos básicamente incrementan la sudoración. “Todos tenemos un requerimiento energético total, el cual es el número de calorías que todos requerimos para cubrir nuestras necesidades de funcionamiento del cuerpo, los órganos, etc. Entonces el número de calorías que necesitamos incrementa si hacemos actividad física, ¿qué quiere decir eso? Vamos a gastar más energía si hacemos actividad física (...) Eso hace que la persona pueda bajar de peso”, explicó
Comentó que incluso hay ejercicios que están destinados específicamente para perder grasa, como los “ejercicios aeróbicos” que permite más “gasto de energía”, y los anaeróbicos que buscan “fortalecer los músculos para tonificarlos”.
No obstante, puntualizó que cualquier actividad física debe acompañarse de una alimentación saludable que contemple los principales nutrientes: carbohidratos, proteínas y grasas.
“Tiene que complementarse con la alimentación porque si la persona hace ejercicio, pero consume excesivamente grasas trans, grasas saturadas o productos ultraprocesados, etc., es probable que no baje de peso”, enfatizó. Apuntó que hay grasas positivas (en la palta, pescado, etc.) que pueden ser consumidas.
“No quemas grasa cuando sudas”, aseguró también Edinson Sánchez. Recalcó que la sudoración es un “proceso fisiológico para poder regular la temperatura corporal”.
Afirmó que, cuando se emplean estas fajas o productos, lo único que ocasiona es que el cuerpo “sude más”. “Solamente hace que tu cuerpo entre en calor y para regular este calor ocasionan que sudes. Pero no es que al sudar estás quemando calorías o quemando las grasas, no sucede eso”, dijo. Indicó, además, que cuando se suda, el organismo entra en un proceso de deshidratación que luego podrá ser restablecido.
Los especialistas concuerdan que para bajar de peso saludablemente se requiere principalmente de una alimentación saludable y balanceada, y de actividad física. Nathaly Aguilar añadió que también es importante la hidratación y el buen estado mental. Por su parte, Jessica Huamán precisó que en este plan se debe contemplar también reducir algunos hábitos de las personas, como el beber alcohol, que aporta calorías; fumar tabaco, que puede generar ansiedad de consumir algo extra; entre otros.
Edinson Sánchez sostuvo que la pérdida de peso de forma saludable se da cuando se reduce más o menos “½ kilo a kilo por semana” o “2 a 3 kilos al mes”. Por ello, hizo hincapié en que una dieta con menos cantidad de calorías y actividad física hará que “poco a poco” se disminuya esa grasa corporal.
Soprepeso. Foto: Jorge Cerdan Campos.
Los expertos también coinciden en que para reducir el peso debe ser prescrito y guiado por un especialista en nutrición. Nathaly Aguilar explicó que el fin es que este esquema sea “paulatino y sostenible en el tiempo” y, además, que el profesional evalúe el estado nutricional de la persona “para mantener o mejorar la masa muscular y bajar grasa”. “Es importante saber cuándo parar de bajar de peso, para evitar llegar a una desnutrición”, especificó.
Por otro lado, no encontramos evidencia científica que respalde que el sudar reduce la grasa corporal ni que sea un factor para la pérdida de peso en casos de sobrepeso. Al contrario, hay artículos de otros portales médicos Health Line y Men’s Health que también aclaran que este acto solo hace liberar agua y no contribuye a bajar la grasa que se almacena en el cuerpo. Incluso, se sostiene que eliminar líquido corporal es solo una “pérdida temporal”, ya que bebiendo agua o comiendo se recuperará ese peso perdido.
Finalmente, precisamos que este artículo se enfocó más en casos de sobrepeso dado que, según los nutricionistas Huamán y Sánchez, la obesidad contempla un tratamiento similar pero más particular y multidisciplinario. En otra verificación abordamos en qué consiste la intervención en pacientes obesos.