Una publicación de Facebook afirmaba que Bill Gates admitió que la vacuna que patrocina su fundación modificaría el genoma humano. El post, publicado el último 30 de julio, fue compartido más de 400 veces. Otro, del 5 de agosto, se compartió más de 3.000 veces.
“La vacuna para el coronavirus alterará nuestro ADN a través de la recopilación de nuestro código genético individual usando ANRm y tecnología Crisper que actuará como tijera cortando el ADN en un lugar designado y eliminando o insertando una nueva secuencia con un código artificial”, decía el falso mensaje.
El bulo es una tergiversación de un video grabado por Bill Gates. Captura: Facebook.
Pero, en el video, Bill Gates sostenía una maqueta del ARN (ácido ribonucleico), el cual tiene una sola cadena (ver captura de pantalla anterior). Contrario al ADN (ácido desoxirribonucleico) que se representa de manera similar a una escalera en espiral con dos barandas, ya que posee doble cadena (ver siguiente gráfico).
Representación de el ARN (izquierda) y el ADN (derecha). Créditos: Scholars Ark.
El post de Facebook contenía un extracto del video ‘La carrera por una vacuna COVID-19, explicada', publicado por Bill Gates en su canal de YouTube. En menos de tres minutos, el empresario mostraba cómo se elaboraban las vacunas y cómo funcionaba la que era tipo ARN.
“Hay más de 100 esfuerzos diferentes haciendo muchos tipos distintos de vacunas contra el coronavirus”, inició el empresario. Luego, detalló cómo estas eran realizadas.
“Lo que se suele hacer es simplemente tomar una parte del virus, solo la Spike, y ponerla en otro elemento, por lo que no existe ningún riesgo de causar la enfermedad. Una última forma —que es nueva y prometedora— se llama vacuna de ARN. Con ARN y ADN, en lugar de poner eso (proteína S) dentro, colocas instrucciones en el código para hacerlo”, dijo Gates en el video.
Según el reporte de agosto del 2020 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 25 proyectos de vacuna realizan estudios en humanos. Mientras que, seis de ellas ya superaron las dos primeras fases y se encuentran en la última etapa de los ensayos clínicos (fase 3).
Estas son de tipo vector viral no replicativo, virus inactivo y ARN. Como se explicó en una anterior verificación, ninguna candidata a vacuna modifica el ADN.
Por su parte, Bill Gates precisó que algunos tipos de vacunas insertan un virus inactivo en el cuerpo para generar defensas, la de ARN —que es la desarrollada por la farmacéutica Moderna— funciona de manera diferente.
El coronavirus tiene, en su superficie, proteína S o Spike. Esta se contacta con los receptores ACE2 o ECA2 (enzima convertidora de angiotensina 2) y así ingresa a las células. Así lo expuso el doctor en Ciencias Naturales y magister en Biología Molecular Pedro E. Romero para una verificación anterior.
En esa línea, el médico Rodrigo Veller explicó en su canal de YouTube Dr. Veller que los investigadores identificaron la información genética del SARS-Cov2. A partir de ella, describieron una secuencia que correspondía a la proteína S (Spike) del virus.
“La biotecnología se utilizó para construir una forma sintética de esta proteína”, detalló el profesional de la salud. Además, refirió que así “se elaboró (...) un ARNm que contenía esta información genética”. Con él, se pudo sintetizar el antígeno S-2P, una forma similar a la Spike.
Esa molécula de ARNm tiene nanopartículas lípidas que le sirve de protección. Veller acotó que, si no tuviera esta estructura, sería rápidamente degradada.
La inyección de esta solución tipo ARN en el cuerpo da paso al proceso de transfección. En palabras del propio médico, “es la introducción voluntaria del material genético dentro del citoplasma de las células”. Su objetivo es desarrollar una respuesta del sistema inmunológico.
“Sucede que el ARN que se utiliza está modificado para que funcione a nivel citoplasmático. No para que sea transportado al núcleo donde está nuestro ADN”, declaró el doctor en Inmunología comparada Juan More Bayona para una nueva verificación.
“Son dos moléculas distintas el ARN y el ADN. Deberían coincidir mecanismos para que ese ARN se pueda incorporar al ADN de nuestro núcleo. No hay evidencia que eso pueda suceder con las vacunas ARN”, descartó.
Cabe señalar que HealthFeedback, G1 y Politifact también desmintieron que la candidata a vacuna contra la COVID-19 tipo ARN pueda modificar o alterar el ADN.
Por último, en Perú unos 6.000 voluntarios serían vacunados con la candidata del laboratorio chino Sinopharm, el cual utiliza otro tipo de vacuna: la de virus inactivo. Así lo informó el Diario El Peruano este 24 de agosto.
Los bulos sobre la vacuna tipo ARN afectan a las desarrolladas por BioNTech & Pfizer (Alemania) y Moderna (Estados Unidos). Ninguna de las candidatas contra la COVID-19 está diseñada para modificar el código genético del ADN.
Bill Gates indicó que, en lugar de utilizar la proteína S para desarrollar la vacuna en las de tipo ARN, se secuenciaba información genética del virus para que sea la S-2P (modificada) la que provocara la respuesta inmunológica en el cuerpo, aunque de manera mucho más simple. Por lo tanto, calificamos la publicación de Facebook como falsa.
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